Muchas cosas pasaron en esos meses que Lucas se había quedado a vivir en casa de los Jackson-Hamilton.
Los gemelos llevaban más de tres meses fuera del país, por lo que no se había topado con ellos. Sus hermanos, estaban viviendo en una pequeña casa que pudieron comprar, gracias al dinero que su madre les dejó antes de morir, y también el que su padre invirtió en un paraíso fiscal.
Su padre, fue encontrado muerto al día siguiente que Lucas huyó como alma que lleva el diablo, esa misma noche los compradores decidieron contársela y matarlo.
Liam en poco tiempo descubrió donde estaba el laboratorio donde se llevarían a cabo los experimentos y lo destruyó con todos dentro del lugar. Ya esa parte era una historia que
El tiempo que los gemelos pasaron fuera del país resolviendo algunas cosas que les hacía falta para poner en orden su mandato.El contacto con sus padres era casi nulo, por lo que cada día deseaban que todo acabase y volver a Londres con ellos. El dinero que le habían prometido a Lucas seguía llegado sin ningún problema, a decir verdad, no era algo complicado el darle al chico algo que ellos mismos habían prometido mientras su trato siguiera en pie.Liam, su padre, no les comentó absolutamente nada sobre que el padre del chico había sido asesinado unas semanas después de que ellos habían saldo del país, y con eso, el laboratorio había sido destruido con todo los proveedores que deseaban capturar a los chicos que alguna vez fueron sus experimentos.
Tocó la cama buscando a alguno de sus hijos y lo único que pudo sentir fue el frío de la cama. Frunció el ceño y se puso de pie de golpe, no veía a ninguno de los dos por ningún sitio. La habitación estaba tan silenciosa que hasta miedo le dio.El lugar estaba como si nunca hubiese estado alguien allí dentro, a parte de él. Se preguntó así mismo cuánto había dormido. Fue al baño e hizo sus necesidades como siempre. Se arregló el camisón saliendo de habitación, su cola sobresalía de la prenda, ya que la movía de un lado a otro. No escuchaba absolutamente nada en toda la casa. Se rascó la nuca y murmuró unas cuantas cosas, no entendía que estaba pasando.— Lucas —llamó James detrá