La risa fría de Aidair llego a calar encada poro de ángel, ahora no era solo el sentimiento de traición o decepción que la regodeaban también había algo más, era el Aidair estaba al parecer determinado a arruinar lo que sea que ello tenían y eso no le agrava para nada, él estaba allí por una razón, no había posibilidades que viviera a la cabaña donde estaba su hermano, el lugar donde ella precisamente estaba perdida de la nada, no había posibilidad de que el destino solo los hubiese conectado, más cuando él acababa de decir palabras como aquellas, por lo que ángel de nuevo intento zafarse de la nieve, pero esta no le permitía salir, no sabía cando se había metido en aquella trampaQue tonta era al hacer en ella, la única manera en la que podía estar segura, que, por así decirlo estar segura, seria con el hecho de que Killian llegara a ella, pero no sabía por qué, pero lo sentía tan lejos, a una distancia tan irracional, que la verdad es que estaba muerta de miedo, estaba a punto de gr
La luz del castillo de todo relucía en todo el esplendor, mientras que un grito lleno de dolor se escuchó en el lugar, era tal el sonido que los hombres del concejo solo tragaban en seco y rogaban por la ayuda de los dioses, por la ayuda de alguien más, el rey estaba hacino un completo desastre con aquel lobo, el rey lo mataría y la verdad aunque su crimen era terrible, pues este encontraba vendiendo humanos, ellos no creyeron que el rey tomaría la justicia por mismo.Tal vez lo enviaría a la cárcel o el castigo sería público, pero no es así, este daba de latigazos al lobo, mientras este entre gritos a tener su espalda completamente destrozada rogaba por su piedad, piedad que no tenía, piedad que parecía no ser permitida, por lo que incluso el concejo se había quedado en completo silencio, pidió silencio, aquel concejo el cual era una completa variedad que había desde lobos betas, humanos y alfas, incluso omegas, todos completamente competentes y lleno de una habilidad digna de admira