Angello se quedó pensativo por lo que le dijo la persona al otro lado de la línea, Defranco había pedido a Paula y a Franco, pensando que ellos podían ayudarlo porque tenían el mismo tipo de sangre y factor RH que él, claro allí estaba revelada la verdad, nunca creyó que era su hijo, por eso le había hecho tanto daño, un atisbo de rabia empezó a florecer en su interior cuando recordó las palabras de su madre “abre tu corazón y perdona, solo así sanará tu alma”, con esas palabras desechó la rabia que pretendía emerger.
—Voy
Angello salió de la habitación de Defranco, se sentía mejor, se había quedado impactado con lo que había sucedido hacía un momento, después de tanto desearlo durante toda su vida había sucedido, él lo había reconocido como su hijo, le causó lástima verlo derrotado, vacío, ya no tenía ese porte y ese garbo de importancia que lo caracterizaba, ahora era un hombre que el peso de su conciencia no lo dejaba ni siquiera mantenerse lúcido.Llegó al lado de Sebastián quien le preguntó —¿Todo bien?—No podía estar mejor, dentro de poco tendré una maravillosa esposa, mis cinco hijos, dos hermanas, una familia por afinidad, amigos ¿Qué más puedo pedir? La vida se encarga de poner cada cosa en su lugar y de premiarte dándote tarde o temprano lo que mereces
SEIS MESES DESPUÉSMartina trataba de dormir, pero el tamaño de su prominente vientre y el movimiento continuo de los bebés la desvelaban, se daba la vuelta tratando de hacer el mínimo ruido, no quería despertar a Angello, pues era demasiado sobre protector con ella, y cuando la veía que algo la incomodaba se preocupaba en extremo, terminaba estresado, trasnochado, pues le aterraba la idea que ella sufriera, y con todo eso se iba a la oficina, trabajaba demasiado sin descuidarla a ella, a sus hijos, a sus hermanas e incluso visitaba a Defranco dos veces por semana, aunque no lo mereciera, pero él era así, era un hombre con alto sentido de responsabilidad y sensibilidad, cuando lo conoció parecía que no tenía sentimientos, pero había resultado ser todo lo contrario.En ese momento sintió una pequeña punzada al final de la espalda