SEIS MESES DESPUÉS
Martina trataba de dormir, pero el tamaño de su prominente vientre y el movimiento continuo de los bebés la desvelaban, se daba la vuelta tratando de hacer el mínimo ruido, no quería despertar a Angello, pues era demasiado sobre protector con ella, y cuando la veía que algo la incomodaba se preocupaba en extremo, terminaba estresado, trasnochado, pues le aterraba la idea que ella sufriera, y con todo eso se iba a la oficina, trabajaba demasiado sin descuidarla a ella, a sus hijos, a sus hermanas e incluso visitaba a Defranco dos veces por semana, aunque no lo mereciera, pero él era así, era un hombre con alto sentido de responsabilidad y sensibilidad, cuando lo conoció parecía que no tenía sentimientos, pero había resultado ser todo lo contrario.
En ese momento sintió una pequeña punzada al final de la espalda