Los ojos me pesan al querer abrirlos, la luz me atraviesa las córneas y me cuesta mantener los párpados abiertos. Intento ver donde estoy, pero todo está nublado para mí. Las machas no son conocidas, es un lugar extraño.
—Despertaste— la voz de una mujer me acribilla la cabeza, duele demasiado. —Creí que estabas muerto.
—¿Muerto?— me llevo la mano a la cabeza e intento darme un masaje— Estoy bien Beth.
—Conocí a tu familia —explica nerviosa
—¿Qué? ¿Cómo fue que pasó eso? ¿Dónde estoy y por qué estás tú conmigo?— la vista se me aclara, puedo ver todo con nitidez. Estoy en una habitación, tiene televisión, muebles, un escritorio y las cajas, mis cajas con cosas.
—Es obvio Daniel, hoy tuvimos nuestras primeras clases— se ríe —pero ni siquiera te despertaste para eso.
—¿Qué día es hoy? ¿Lunes?— estoy claramente desorientado.
—Lunes en la tarde, cinco con diez minutos para ser exacta— pone su mano sobre la mía —Sé todo Daniel, p
BETHANY —La maldita perra de Karen es la favorita del señor Klein, no puede haber preferencias en las clases, ¿o si?— mi nueva mejor amiga es tan parlanchína que me llega a molestar en ocasiones. Como sea, es mi amiga y me ayuda en algunas cosas, me pasa la tarea de las clases que tenemos juntas, eso sin contar que ella no sabe que soy vampiro y que la manipulo de vez en cuando para que cierre el pico. —Tranquila Dolly, haré que Karen deje de ser la protegida del profesor. —Caminamos por los pasillos de la universidad, ya es hora de ir a casa. En realidad no es mi casa, pero así lo empiezo a sentir. —¿Cómo pretendes hacerlo, Beth? —Confía en mí, yo sé que hacer— la miro directamente a los ojos por unos cuantos segundos seguidos, ella se queda con la bica abierta e incapaz de decir algo más. —Bien— descanso, ella ya no preguntará más. —¿Quieres ir a comer a mi casa?— la comida de la mamá de Dolly es riquísima, comida casera qu
Las líneas blancas pintadas sobre la carretera me guían, conduzco a la velocidad permitida y con miedo. Es la primera vez en cinco años que pondré un pie en casa. He tomado todo el valor que reuní durante este tiempo y decidí regresar al lugar donde todo empezó y todo terminó. Mentiría si dijera que no me duele recordar, pero no puedo hacer nada más.La música me mantiene animado y de alguna forma me distrae de los pensamientos negativos que vienen a mi cabeza. Desparecer por 5 años fue una buena idea, estoy seguro que muchas personas ya me olvidaron y que mi regreso será totalmente irrelevante, tal y como lo deseo. Inevitablemente y como si el universo quisiera arruinar mi regreso la canción con la que lloré por Emma suena por los altavoces de la Suburban nueva, Freaks de Surf Curse resuena por todo el espacio. Intento cambiar de canción, pero se me dificulta hacerlo. No quiero despegar la vista de camino y menos cuando debo de pasar por una curva demasiado cerrada. Me