Andrew
Parezco un león enjaulado mientras estoy caminando de un lado a otro por todo el lugar, quiero que mis piernas se detengan pero al mismo tiempo no lo deseo. Estoy molesto, enojado y malhumorado.
-¡Santo Dios! Siéntate- dice Susan lanzándome un trapo de cocina en la cabeza. Lo tomo con algo de molestia y me giro a mirarla –No me mires así, yo no soy la mujer que quiere matarse para volver a vivir- dice ella y yo le lanzo el trapo de vuelta.
-¡Hey! Con mi mujer no- dice Christopher con algo de risa. Trato de dedicarle una sonrisa porque al mismo tiempo siento un peso fuera de mi cuerpo. Hasta que sin duda me sonrió con el viendo como Christine ahora está al lado de él dándole un golpe en la cabeza.
-Buenas- una voz suave pero grave se escucha por todo el lugar, me giro porque ya los demás estaban mirando
Casi todos estaban sentados en el living de la casa de McGregor, Elisa aún estaba riéndose mientras fue de camino a la cocina seguida por Christine que le propuso darle algo de comer, seguida de Christine estaba Katherine porque sabía que su mujer era un sumo desastre, así que mejor prevenir antes de que todo se volviera un desastre andante.Así que ahora estaba Elisa tomándose un batido junto a Katherine bajo la atenta mirada de Christine.-¿Eres la mate de Cristian?- la mujer hace la pregunta pero la mitad bruja se gira y hace una mueca.-Por cómo vamos, seguramente no- se encoje de hombros hasta que sintió la mano de Christine en el hombro.-No eres la Elisa que conozco, la niña capaz de todo e incluso de detener a un alfa- le dedica una sonrisa mientras termina de beber el batido.-Algunas cosas pueden variar ¿No?- le da una sonrisa ambas mu
Dos meses después…Victoria-Es el momento en que estoy sorprendida de estar viviendo esto contigo- la voz de Elisa se escucha en el lugar. Ella se tira a mis brazos y la estrecho como si fuéramos de nuevo dos niñas pequeñas.-Gracias- el pequeño pañuelo que me está pasando es para que pueda limpiar un poquito las lágrimas antes de dañar todo el maquillaje que se había esmerado en hacer Katherine.-Lograste ser una imbécil en ciertos momentos pero también te mereces cosas buenas en este mundo- asiento y trato de detenerla porque si no terminare con un reguero de lágrimas y maquillaje.El sonido de la puerta detienen mis palabras, una cabeza se asoma por la puerta y entra Susan al lado de Katherine. Ellas tres son mis damas de honor, primero porque mi única amiga ha s