ADVERTENCIAS
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Esta novela es producto de mi imaginación, por lo cual es ficción, los conflictos de los protagonistas o su forma de resolverlos no implica que yo como persona avale sus métodos de solución de conflictos. Estoy en contra de cualquier violencia psicológica, física, cibernética. Si no puede soportar situaciones de discusiones o escenas de este tipo. Entonces le sugiero buscar otra historia y no continuar con esta.
CAPÍTULO 1
Jade comenzó a caminar junto con su padre, Mark y su familia hacia la salida, sin embargo, segundos después se detuvo, no podía dejar de mirar atrás, sentía como si había dejado parte de su corazón junto al sepulcro de Kerry. Le parecía increíble cómo un hombre a quien creyó despreciar había pasado en esos escasos cinco meses a ser el centro de su vida.
No pudo evitar maldecir en su interior cuando los recuerdos del día de su huida, se colaron en su mente, si hubiese sabido el desenlace al cual eso llevaría, nunca se habría inventado semejante pantomima, no pudo evitar los grandes sollozos surgidos de sus labios.
Había entrado a ese restaurante con un claro objetivo, su intención era llamar la atención de Sánchez para que este le informara a Kerry de su cita con Anderson, porque de esa manera cuando ella no apareciera pensaría se había ido con ese hombre. En su suposición más nefasta se imaginó a Kerry llegar al restaurante y armar un escándalo, allí ella aprovecharía para decirle que no podía amarlo porque amaba a Anderson, sin embargo, nada la preparó para lo ocurrido.
No calculó la manipulación de Anderson, pues al momento de saludarlo y darle un beso en la mejilla, él movió el rostro y besó su boca, esa acción la dejó sorprendida, se quedó estática por unos segundos, sin saber cómo reaccionar.
Ese titubeo lo aprovechó el hombre para meter la lengua en su boca. Al caer en cuenta de lo sucedido, reaccionó empujándolo, pero fue muy tarde, cuando dirigió su vista hacia donde estaba Sánchez, este había salido corriendo.
En ese momento no pudo contener la creciente rabia bullente en su interior y así se lo hizo saber a Anderson, cuando sin pensarlo un solo segundo extendió su mano y lo abofeteó con fuerza.
—¡¿Cómo te atreves a besarme?! ¿Quién te ha dado ese derecho? —El hombre la observó extrañado y un atisbo de molestia se esbozó en su rostro.
—¿Qué pasa Jade? ¿Por qué reaccionas de esta manera? Cuando coincidimos la última vez yo te gustaba —declaró el hombre en un tono mezcla de rabia e incredulidad.
—No, me gustaste cuando te conocí hace más de seis meses y la última vez cuando nos encontramos fuiste tú quien me besó, no yo a ti. Quiero dejarte algo en claro Anderson, te agradezco la ayuda brindada a mi padre, sin embargo, tú y yo no podemos tener más allá de una amistad. No tengo ningún interés en ti como hombre.
—¿Por qué no puedes hacerlo? ¿Acaso parezco poca cosa para ti? —interrogó con burla, porque con esa pregunta pretendía dejarle claro a Jade, su posición muy por encima de ella.
Sin embargo, la chica hizo caso omiso de su provocación y fingió no entenderlo para luego aclarar con firmeza.
— Yo estoy enamorada de Kerry, lo amo, es el hombre de mi vida.
—¿Crees que él se va a enamorar de ti? —lanzó una carcajada burlesca—. Es un enfermo, sádico, maltratador, Kerry terminará matándote, es una bestia sin corazón.
— ¡Tú no lo conoces! Yo sí, he descubierto en Kerry un maravilloso ser humano y sí, me ama, tanto como yo a él —concluyó indignada.
—Y si tanto le amas ¿Por qué estás aquí conmigo? ¿Para qué me citaste a solas en este lugar? —expresó con burla y ante el silencio de la chica, espetó —. Te diste cuenta de su imperfección, Kerry no es como lo imaginaste, sino como todos dicen y han visto que es.
La sonrisa burlona de Anderson la llenó de cólera y no pudo dejar de expresar sus sentimientos.
— Ha sido un gran error haberme citado contigo. Espero no me llames, ni vuelvas a molestarme nunca más en tu vida.
Se giró para irse, pero inmediatamente Anderson la tomó del brazo para detenerla y buscó acercarla a su cuerpo, ella intentó zafarse por todos los medios, no obstante, la fuerza ejercida por el hombre sobre su ella se lo impedía y sin expresar palabra, levantó su otra mano y le dio nuevamente un sonoro bofetón. Anderson no se esperó esa reacción, enseguida la soltó retrocediendo unos pasos.
—No vuelvas a ponerme una mano encima, cuando digo no, significa no —. Espetó la chica saliendo de allí sin decir más nada, se dirigió a casa de su padre, quien al verla demasiado triste después de consolarla por un momento, la invitó a cenar afuera buscando una manera de animarla.
Volvió al presente cuando sintió la suave mano de su padre en el hombro.
—Vamos pequeña, por favor no sigas martirizándote con los recuerdos.
Llegaron al auto y su padre le dejó al lado de la puerta, porque sabía lo mareada que se ponía al ubicarse en el puesto del medio y esa condición probablemente se había intensificado con el embarazo.
Ya sentada, la chica abrazó a su padre con fuerza y reposó la cabeza en el pecho, tratando de hallar esa tranquilidad, la cual estaba muy lejos de sentir.
—Lo lamento mucho papá, esto es tan doloroso, siento como este hueco en mi pecho crece cada segundo haciéndose demasiado denso y dejándome sin nada.
—Lo sé mi niña y no sabes cuánto quisiera ahorrarte todo ese sufrimiento. Lo daría todo porque fueses feliz —respondió el hombre sintiéndose impotente ante el padecimiento de Jade.
Ella se giró y vio a Kadece, luego posó su mirada en Mark quien conducía y preguntó.
— Yo quisiera buscar algunos de mis objetos personales. Están en casa de Kerry. ¿Será conveniente ir? —preguntó esperanzada de volver a estar en ese lugar donde habían sido tan felices su amado y ella.
—Si puedes, aunque el problema es Kilian. Quizás no lo permita. Conociendo a esa bestia de hombre, es muy probable que no te deje entrar. Es un hombre manipulador y maquinador. Ayer al mediodía nos informó del accidente de Kerry y un par de horas después nos llamó para decirnos de su fallecimiento e indicándonos una hora distinta a la de su sepelio, por eso no llegamos a tiempo, ocultó información con toda la intención, ni siquiera al abogado le dio los datos correctos.
» Aunque este no se encontraba en la ciudad porque debió viajar por asuntos de otro cliente, no tenía conocimiento de lo sucedido hasta ser informado por mí, quedándose consternado con la noticia. Al final fue él quien me dio tu número y se comprometió regresar en el próximo vuelo a la ciudad, hay muchas cosas que debemos hacer.
» Pero no te preocupes por eso, haremos lo posible para lograr tu entrada en esa casa. Déjame eso a mí —declaró Mark al verla preocupada, para agregar entre dientes para sí mismo —Después de todo esa será tu casa.
Tomó el celular para llamar a Kilian y su padre lo detuvo.
— No lo llames, conozco a Kilian, es mejor llegarle de sorpresa, a él no debe permitírsele maquinar mucho —. Propuso el padre de Mark.
—Muchas gracias por todo lo que están haciendo por mí, si no es por ustedes no me hubiese enterado de esta terrible tragedia —respondió Jade secando las lágrimas de sus ojos las cuales no cesaban de brotar.
Hicieron el resto del recorrido a la casa de Kerry en silencio, cuando llegaron y los guardias de seguridad la reconocieron, se les acercaron un par de ellos diciéndole con un tono de angustia.
—¡Ay señorita Jade! Es un alivio verla, no tiene idea de cuánto nos alegramos de su llegada. Los perros no dejan de llorar y el padre del señor Kerry dio la orden de sacrificarlos. ¡Por favor Sálvelos!
—¡No! Ese hombre está loco. Esos perros han sido como los hijos de Kerry, él no puede hacer eso —exclamó angustiada.
Se bajó del auto como loca, corrió olvidándose por un momento del bebé en su vientre, solo la movía el interés de salvar a los perros y aunque aún les temía, también era cierto que había aprendido a quererlos. Fueron numerosas las veces durante esos cinco meses en las cuales Kerry la llevaba a donde ellos estaban, la sentaba en su regazo mientras los tres canes se acostaban a un lado recibiendo las caricias del hombre, sin dejar de abrazarla a ella.
Entró desesperada a donde estaban los canes, justo cuando el padre de Kerry arrebatándole el arma a uno de los hombres, decía de manera violenta:
— Si no lo hacen ustedes, entonces ¡Lo haré yo!
Jade gritó con vehemencia.
—¡No! ¡Se lo prohíbo! Usted mata a esos animales y le juro por Dios que yo lo mato con mis propias manos.
Al escuchar la voz de la mujer, Kilian se giró y la miró con rabia.
—¡¿Qué haces aquí maldita secretaria?! ¡¿Y quién carajo te crees para darme órdenes a mí?! Yo estoy muy por encima de ti.
Y con toda la rabia del mundo se abalanzó sobre la joven para golpearla, sin embargo, estaba tan cegado del enojo que no se dio cuenta de la presencia de Mark Danielle Howard Walton, quien le sostuvo la mano y con voz gélida expresó.
—¡Ni siquiera te atrevas! Porque si la golpeas, juro vas a vértelas conmigo y con toda la familia Howard y no creo estés en condiciones de hacerlo.
“El odio es la cólera de los débiles.” Alphonse Daudet.
Hola mis amores. Antes de leer este libro deben haber leído Mi Otro Yo y Chantaje Por Amor. Saludos y bendiciones a todos.
Kilian en un principio se puso pálido ante la sorpresa de encontrarse a Howard Walton, pero segundos después su rostro se cubrió de un intenso color granate producto del enojo, se liberó de la mano del hombre y destiló todo su veneno en contra de Jade.—¿Te atreves tú y tu familia a proteger a esta puta? ¡Aquí no la quiero! Porque por culpa de esta mujerzuela mi hijo se estampó contra la defensa de la autopista y cayó al precipicio. ¿No te lo ha dicho?Se sonrió con satisfacción cuando observó el rostro desencajado de Jade, cuyos ojos se anegaron producto de las lágrimas que comenzaron a surgir; rodaban por sus mejillas humedeciéndolas sin ningún control y confiriéndole una expresión de angustia, entretanto los lamentos brotaban de su boca.—¡No! ¡Yo lo amaba! —alcanzó a decir la chica entrecortadamente, mientras Kilian volvía acercarse a ella.— ¡Vaya! Me encanta la manera como demuestras tu amor. Y claro lloras a
Jade lo tenía claro, la vida no sería fácil de allí en adelante, todo se lo recordaría y debía aprender a vivir con ese intenso dolor tan agobiante y le impedía hasta respirar y sobre todo ese remordimiento que se abría paso en lo más profundo de su ser erosionando poco a poco hasta su alma, porque se creía la única culpable de la muerte de Kerry.Después de llorar como treinta minutos pudo calmarse, se vistió y volvió a cerrar las valijas, Kadece la había dejado sola, momentos antes para permitirle vestirse, se miró en el espejo y el reflejó le regresó el semblante de una mujer triste, se había colocado un vestido largo de color negro y se recogió el cabello en una cola de caballo, se puso protector solar y no se maquilló, se calzó unos zapatos de tacón bajo, respiró profundo y bajó a donde estaban los demás.Descendió las escaleras lentamente, tratando de mantener a raya los recuerdos, si bien la hacían feliz también la atormentaban, le recordaban
El rostro de Kilian se convirtió en una máscara fría de completa molestia, preguntándose «¿Qué quiso decir Mark con sus palabras?» Se negaba a aceptar la posibilidad de que Kerry hubiese sido capaz de dejarle algo a esa estúpida mujer. Se repetía de manera insistente de que su hijo no podía ser tan imbécil para dejar parte de su dinero a la insignificante secretaria.Vio que Jade y su padre se regresaban, para ocupar nuevamente sus asientos y seguir comiendo, sin embargo, antes de que pudieran sentarse la rabia explotó en él, se sostuvo en una de las muletas, levantó la otra y la pasó de manera violenta sobre la mesa arrojando al suelo los platos y los cuencos de comidas servidas.—Dije que no comerían aquí ¡Y no lo harán! ¡Así que se van! —exclamó con el rostro rojo del enoj
Durante unos segundos, se quedaron mirándose fijamente y sin moverse, fue como un reconocimiento uno del otro, como si sus almas hubiesen sido parte de una sola en algún momento. El silencio fue roto por el hombre.—Me alegro tanto de haber causado tan buena impresión en ti, a tal punto de que con solo mirarme hayas logrado calmar tu sufrimiento —dijo el visitante esbozando una media sonrisa.Ella se sonrió nerviosa y se cacheteó mentalmente por haberse quedado lela como si sus capacidades mentales fueran limitadas. Se secó las lágrimas y le extendió nuevamente el pañuelo.—Muchas gracias por ayudarme, soy Jade —pronunció la muchacha un poco más tranquila.— Hola, Jade. Un placer y por el pañuelo no te preocupes, puedes quedártelo hasta lavarlo, ni creas voy a tomar en mi bolsillo
Kilian se negaba a creer el contenido del testamento. Trataba de convencerse de la falsedad de todo eso, su hijo por muy duro que fuese no lo hubiese dejado sin nada. Llevado por la rabia, empezó a arremeter contra Mark.—No se saldrán con la suya. Impugnaré ese maldito testamento, esto es un complot preparado perfectamente por ustedes. Esa mujer no tiene ningún vínculo con Kerry para heredarlo, era solo su amante, quien le calentaba la cama, una ramera más nada, ella no puede quedarse con su fortuna —pronunció con firmeza, totalmente morado de la furia a punto de colapso.Jade los observaba a todos consternada, no podía creer que Kerry le había dejado todos sus bienes, era una locura y en cierto punto entendía la molestia de Kilian, aunque ella estuviese esperando un hijo, aquel había muerto sin saberlo por lo cual no entendía las razones por las
Jade estaba en los días de espera para dar a luz, sin embargo, no había dejado de trabajar, desde el día siguiente cuando Mark leyó el testamento y se enteró de que había sido nombrada por Kerry como su única heredera universal, luego de pasar por diversas emociones, incredulidad, asombro, terminó aceptando la verdad.Le pidió a Mark ayuda y él le enseñó a manejar la empresa y demás negocios, ya que ella no tenía idea de cómo hacerlo y por nada del mundo quería defraudar a Kerry, debía manejar bien esa fortuna pues ese era el legado para su hijo o hija del cual aún no conocía el sexo porque deseaba esperar su nacimiento.Mark no dudó en ayudarla y junto con su padre Mark Danielle y Darrel, la entrenaron, instruyéndola en todo lo necesario, incluso se mudaron con ella en la casa para protegerla, po
Darrel se puso pálido al escuchar las palabras de Harris, un sudor frío recorrió su espalda.—No entiendo, ¿Dé que verdad habla? —preguntó nervioso, deseando que el hombre no hubiese descubierto la verdad.—¿En verdad pretendes seguir engañándome Darrel? Te metiste en nuestra pequeña familia aprovechándote de tu hermandad con Mark y te fuiste ganando poco a poco a Jade ¿Con qué fin? ¿Qué buscas? No voy a permitir que vengas a arruinar nuestras vidas. No está Kerry, pero estoy yo, soy su padre, el único que ha conocido y estoy dispuesto a defenderla de todo y por encima de quien sea —habló con vehemencia.— No malinterpretes la situación, no quiero hacerle daño, nada más lejos de mi intención, todo lo contrario si tú estás disp
Kennet la sostuvo con fuerzas mientras sentía su corazón palpitar desenfrenado. Todo lo sucedido lo aturdía, tenía demasiada confusión en su mente y un intenso dolor de cabeza comenzó a afectarlo. No sabía porque, pero se sentía muy agobiado, temía por la mujer en sus brazos, y aunque no debería importarle, no podía evitar mortificarse y eso no encontraba como explicarlo, con solo pensar en que algo pudiera sucederle se sentía fatigado y lo afectaba demasiado.Le apartó un rebelde mechón de cabello que se había salido de su moño y sintió un cosquilleó en su piel apenas hacer contacto con su rostro. La observó por unos segundos y unas inmensas ganas de besarla surgieron en su interior. Se moría por sentir eso labios rojos como una cereza, saciar su sed bebiendo de su boca y descubrir lo dulce de sus mieles, sentía como si una brasa hubiese sido encendida en lo más profundo de su ser, elevando su temperatura a niveles excesivos.