Kilian tiene muchas cosas que lo diferencian de otros hombres. Mientras que otros están trabajando en lugares comunes, él recibe “encargos”. Mientras que otros ven partidos en grupo, él acecha en solitario. Mientras algunos llegan a casa para disfrutar con sus familias y luego dormir, él llega a casa a trazar planes y estrategias. Y mientras los otros andan libremente por las calles, él camina entre las sombras resguardando su identidad.
¿En realidad se llama Kilian?
¿Alguna vez conocerá otra vida diferente a la que vive?
¿Alguna vez se preocupará por algo más que cuidarse a sí mismo?
¿Acaso sabrá lo que es llegar a “casa”?
Muchas interrogantes con respuestas que en el camino se van a descubrir.
¿Quién es Kilian Walsh? Es la pregunta que se hace ella.
Ella...
Ella...
Ella...
Ella será el reto más grande en la vida del ermitaño criminal.
En la barra de una cantina se bebe un trago un hombre. Quizás es la acción más normal del mundo si tenemos en cuenta que el establecimiento es específicamente para eso, beber. Un hombre alto a simple vista, de tez oscura, con una calva cubierta por un sombrero de época de lo más gracioso. Eso es lo único llamativo en él. El señor ronda aproximadamente los cincuenta y tantos, casi sesenta. ¿Qué tan extraño puede ser?Dos hombres y una mujer lo observan desde una mesa en una esquina del bar, debatiéndose entre hablar con él o simplemente irse de allí.—Están ahí, justo detrás de ti —una voz le
Kilian pisa el freno a fondo, provocando que las llantas chirríen en el asfalto. Y que los autos que van detrás de él se desvíen abruptamente. Unas maldiciones le llegan a los oídos pero las ignora.¿Policía? ¿Había escuchado bien?— ¿Qué mierda? ¿De qué hablas, Tobías? —Escupe furioso.—No te estoy mintiendo, Walsh. La chica es policía.—Maldito viejo bastardo. Se ha burlado en mis narices —
Si algo define a Kilian es ser un hombre meticuloso. Luego de llegar a su casa se sentó a reflexionar lo que Tobías le había dicho y se dispuso a revisar el expediente que el muchacho le había dejado sobre su objetivo.Blue Evans. Veintiocho años, soltera, de clase acomodada.Policía. Esa es la palabra que le ha hecho todo imposible.Pasó toda la noche con la imagen de ella en la cabeza sin razón alguna.La mañana siguiente a ese día fue como cada mañana a desayunar en su cafetería favorita. Vio el momento exacto cuando un hombre entró con una bolsa, se sentó en la mesa catorce, pidió un café y tosta
Ambos hombres se sientan en el comedor luego de que Kilian sirviera lasaña para cada uno. Este último deseoso de información.—Ilumíname.—Esto viene de antaño, amigo. Es más que una encarcelación por intento de violación —dice el muchacho y se mete un trozo de la pasta en la boca. De repente hace una mueca—. Diablos, esto sabe horrible.—Es de supermercado —le
Kilian dejó de lado el tema de Blue, tenía cosas más importantes que hacer que estar pendiente a una chiquilla policía. Irónicamente, dado que él es solo cuatro años mayor que ella.Pasaron tres semanas completas donde él tuvo que hacer un encargo más y donde había olvidado a aquella chica que una vez iba a ser su víctima.Sin embargo, todo no ha quedado ahí. Es viernes en la noche y tras una larga rutina de ejercicio se sienta en la mesa para comer un sándwich de huevo. Es entonces que se percata de la USB que hay sobre la superficie de madera. Se le había olvidado que Tobías le dejaría la información de la chica. Toma la pequeña memoria y juega con ella entre sus dedos.&iques
Unos golpes se escuchan en la puerta justo cuando Kilian le dice a Blue lo que tiene que hacer. Este se tensa y ella tapa su boca para ahogar un grito.Ahora no tengo a un delincuente, sino a dos, dice por dentro de sí.— ¿Dónde está esa maldita salida? —Blue lo piensa antes de contestar, no sabe si correr con este hombre que la ha amenazado con matarla o quedarse y dejar que el otro la mate sin amenaza alguna. Es una dura decisión. — ¡Rápido, joder! —Apura Kilian cuando ve la puerta bailar sobre sus goznes
Tras horas de recorrido para confundir el rastro del auto, Kilian se detiene en medio de la carretera oscura, deben ser las dos de la madrugada quizás y Blue duerme abrazada a sí misma en el asiento del copiloto.El hora de dar el primer paso por lo que él sale del auto y comienza a sacar todo lo que tiene en el maletero. Un bolso con ropa extra, armas escondidas y un bidón de gasolina que reserva para los viajes largos. Rodea el vehículo y abre la puerta del asiento de la muchacha. Se queda contemplándola un segundo. Es linda y frágil, como muñeca de porcelana, aún no entiende cómo es que ella es policía. Tal vez tiene algunos kilos de más pero eso es algo que a él le da igual.¿Por qué piensa eso? No lo sabe. Blue es la primera en entrar a la casa seguida por Kilian. Su instinto la hace mirar a todos los lados, quiere asegurarse de que hay por donde escapar en caso de que la cosa vaya más mal de lo que pinta. A simple vista le parece una casa normal, con los muebles necesarios para vivir pero con un aspecto sombrío y sin vida. Se puede pensar que el lugar es como su dueño, por lo poco que ha estado con él lo puede calificar como un hombre solitario, ermitaño.Con pasos inseguros ingresa más a la casa y se sobresalta cuando el hombre cierra la puerta.—No le pone seguro, eso es bueno. Dice para sus adentros—.Latest chapterAssassin Capítulo 8