Claus
Drac estaba llegando a nuestra casa, toda mi familia estaba afuera de la casa para darle la bienvenida, por así decirlo es como una tradición siempre que vienen invitados a nuestra casa.
Después de los saludos todos entramos, Drac y Lea venían conmigo a mi despacho para hablar del porqué Drac quería hablar tan urgente conmigo.
Entramos, Lea y Drac en frente de mi escritorio y yo en mi lugar habitual detrás del enorme escritorio.
—Bueno Drac sin duda tengo mucha curiosidad de saber porque citaste una reunión, pensé que todo iba bien con su negocio —hablo Lea rompiendo la tensión que se había creado.
—Lo que pasa es que alguien nos está robando —¡¿qué?! Quien sea que sea no va a vivir para poder disfrutar del estúpido dinero, esto era lo último que necesitábamos una maldita rata.
—¿Tienes sospechas de quien pueda ser? —pregunte lo más calmado posible.
—Tengo algunas dudas de dos chicos nuevos que trabajan en lo que es
LeaEstaba revisando personalmente el manejo de toda la droga en la sucursal que tengo aquí en Italia. Todo iba en orden, hace unas semanas desde que intentaron robarme un camión con una gran carga de droga y dinero, mis hombres pudieron detenerlo antes de que desapareciera de nuestro radar, el conductor no apareció el hijo de puta escapó como un cobarde.Iba subiendo las escaleras cuando escucho varios disparos, inmediatamente sacó la pistola que llevó en mi pantalón y apunto al hombre que hace lo mismo solo que en este caso el tipo quiere matarme, así que este es uno de los traidores.—¡Esto es por mi señora y por mi señor! —comenzó que disparar no sin antes yo poder atinar a mi objetivo, su ropa comenzó a teñirse de rojo, el cuerpo cayo en medio de un pasillo y todos los demás me veían con miedo, que mal el chico era joven, pero él se lo busco no debió de haber hecho eso.—¡A quien se le ocurra traicionarme ya sabe cuál va a ser su fina
ClausEstaba afuera viendo entrenar a todos, hace mucho que no entrenaba y por eso me uní a ellos. En menos de un minuto ya tenía al tipo comiéndose la lona y quejándose del dolor, algunas veces me impresiona lo mucho que me entrenó mi padre, pero comprendo el por qué.Flashback—¡Vamos Giordano, no seas tan débil! —gritaba mi padre desde fuera del ring mientras otro tipo me golpeaba, solo tenía trece años y él me estaba exigiendo más de lo que mi cuerpo podía.—No puedo —dije casi en un susurro mientras el otro tipo de unos veinte años me seguía golpeando mientras trataba fallida mente tapar mi rostro con mis brazos para bloquear los golpes.Así pasaron los días, las semanas, los meses y los años. Y para cuando estaba por cumplir catorce años ya podía noquear al tipo que me entrenaba y mi padre siguió entrenándome cada vez más fuerte hasta que podía vencer a un veterano especializado e
Claus Estaba de pie, en medio de una bodega abandonada a las afueras de la ciudad, ya había pasado unos minutos de la hora a la que había citado a nuestra intrusa.—Hola osito, ¿me extrañaste? —bien ya llego hora de actuar.—Claro que sí, como no te iba a extrañar —dije tratando de que no sonara muy fingido, sentía como todo lo que había comido subía por mi garganta.—¿Y de que querías hablarme? —ya está cayendo solo un poco más.—Quería decirte que voy a separarme, y quiero casarme contigo —su rostro se ilumino con una gran sonrisa y yo solo quería terminar con esto.Flashback—Y con esta nota confirma quien es la persona que nos está robando... ya sé cómo detenerla —dije apenas dejé la nota sobre la mesa.—¿Y quién es como vamos a detenerla? —preguntó Lea, con curiosidad.—Simple, ella fue mi novia, lo sé porque solo ella me llama osito —vi un poco de enojo en
2 años despuésEstaba sentada en el jardín de la casa, mientras veía a Tristán jugar con su padre, todavía seguía sin creer que mi pequeño ya tuviera dos años, estaba creciendo demasiado rápido para mi gusto.Claus se veía tan feliz jugando con su hijo, y es que ambos eran como dos gotas de agua, tenían los mismos ojos grises y su cabello castaño, su sonrisa y hasta sus labios, aunque el color de piel era igual al mío.Todavía sigo recordando el día del parto, ese día sí que fue un poco caótico.FlashbackMe faltaban tres semanas para que Tristán naciera, mi vientre estaba muy grande y pesaba como si estuviera cargando dos sacos de cemento.Me iba a sentar en el sofá cuando comenzaron a atacar la casa, me retracto no quiero más ataques sorpresa, ¡maldita sea estoy embarazada! ¿Nadie puede tener un poquito de consideración por mí?<< Reitero ¡estas en una mafia! >>