Lorena entra en su casa preocupada por el paradero de su hijo. Su esposo hacia mucho que había salido a buscarlo pero aún no regresaba, ninguno de los dos.
La mujer se disponía a subir a su habitación cuando un aroma familiar llegó a ella… ¿No era posible? Aún era de día, entonces sonrió. Su hijo había regresado a ser un lobo. La reconfortó saber que esa muchacha lo amara ¿Pero que pensaria el consejo sobre ella?
Henry era el Alfa, pero existían reglas que debían cumplirse. Unirse a un humano era penado, y más si llegabas a marcar a esa persona. De pronto el aroma de Henry llegó a ella, innundo toda la casa.
—¡Hola madre!
Básicamente era lo mismo que había vivido en sus sueños… pero ahora se había vuelto realidad. Aquel lobo caminaba hacia ella, con las orejas gachas y mostrándole aquellos enormes y afilados colmillos. Parecía decidido a matarla o lo que sea que pasará por su cabeza.No veía escapatoria alguna, nada más que rezar para que alguien la rescatará. Su mente solo pensó en Arquímedes, deseando que estuviera allí para que la salvara de un horrible ataque.[...]Arquímedes junto con el beta y otros lobos más, fueron en busca de Connor. Aunque sabía que era un caso perdido dado el don de su hermano. Pero al menos podrían seguir el rastro de Henry, ya que lo llevaba impregnado en su cuerpo. Lo
Poco a poco abría los ojos, le dolía hacerlo pero era necesario ya que quería saber dónde estaba metida. Lo primero que vio fue el leve oleaje de una cortina blanca medio transparente. Colgaba desde el techo hasta arrastrarse por el suelo. Chantel se quedó así por lo que fueron unos segundos, hasta fijarse en otra cosa.Parecía que estaba nevando… a través de la cortina de chifon pudo notar la ventana semi abierta y ver copos de nieve caer. Con razón sentía muy mucho frío. Se dio la vuelta pillando que se encontraba en una enorme habitación.Intento incorporarse pero un dolor agudo en su muslo se lo impidió.—¡Mierda! Exclama. Por la noche llego a su apartamento, encontrándolo sumamente frío y desolado. En cuanto entraba en calor sintió que sus huesos comenzaban a fortalecerse. Tumbada en la cama mirando hacia el techo se pregunto.—¿Qué voy hacer? Dijo en voz alta. —De seguro ya no tengo empleo, y con mis ahorros sobreviviré un par de meses. Se decía.Pero a pesar de las preocupaciones de su vida mundana, de su cabeza no se salía ese lobo. ¡Dios! Pensó, era tan doloroso estar enamorada de una persona que resulto ser tan inalcanzable. Aunque los padres de este chico habían sido los que la rechazaron y ya no estaban, no significaba que el resto de su gente la aceptará.Lamentablemente no podía cambiUn Alfa Hechizado Capítulo XXX Nuevo Alfa
Chantel corrió en busca de una manta para que Arquímedes pudiera cubrirse y así ella no tuviera más mini infartos.—¿Cómo es que estas aquí? Termina por preguntar.—Nunca deje de pensar en ti, has estado metida en mis pensamientos todos los días desde que te fuiste.—Arquimedes…—¿Es mi bebé? Sonríe tiernamente. El no deseaba que ella le volviera a decir que no lo quería en su vida.—Si. Responde posicionando sus manos en el vientre. —¡Es tu bebé! Sonríe.