Estoy en la constructora viendo algunos planos nuevos que me ha traído Dylan para que les eche un vistazo, hace dos días que había comenzado de nuevo con el trabajo, estaba a tope en el trabajo y con la boda. Ya que tenía que ver lo de las flores, el catering y el salón y por supuesto mi vestido, estaba a reventar definitivamente. Gracias a Dios tenia a mi amiga que me ayudaría con todo, en la constructora tomaron bien lo de mi embarazo y próxima boda y dante me confino a la oficina; es decir nada de supervisar obras, lo cual dijo que era por mi bien y no lo discutí tenía razón, no deseaba andar en medio de máquinas y elementos de construcción en mi estado. Mi único problema era Mark que seguía sin querer que trabajare, pero eso no estaba en discusión, amaba mi trabajo y eso nada ni nadie lo iba a cambiar. Mi móvil sonó y no necesitaba ver la pantalla para saber qui
ALICIAMe dolía todo el cuerpo, pero más la cabeza. Me moví y me di cuenta que estaba amordazada y atada de pies y manos, miré mi alrededor y estaba en el suelo de un oscuro edificio. Lagrimas saltaron al recordar a Mónica. Estaba desquiciada ¿que pretendía? sonó una puerta en algún lugar y luego el resonar de tacones y frente a mi apareció una Mónica altiva y con mirada de odio puro— La perra despertó — se agacho y me toma del pelo y lo halo fuerte — ¿te gusta tu suite? — Me removí y me abofeteo — te dije que te quería lejos de él, pero eso ya no importa porque acabaremos contigo — otra bofetada que me hizo caer para atrás, pero como me tenía tomada del cabello no caí— ya hable con Mark y pronto llegara —negué incrédula —pobre ilusa —me solt&oacut
AÑO Y MEDIO DESPÚES ALICIA Estaba en la cocina terminado de decorar el pastel de cumpleaños de mis hijos. Suspire al darme cuenta que el tiempo había pasado muy rápido, recordaba como si fuera ayer mi boda, que había sido hermosa y mi cara al ver mi regalo de bodas. La casa en donde actualmente vivíamos, era grande y tenía un enorme jardín con piscina para el disfrute de los niños y de nosotros algunas noches. En el año y medio que había pasado mi relación con Mark se fortaleció y éramos un matrimonio con sus rencillas pero que se amaba. Mark disminuyo su ritmo de trabajo y yo por ahora estoy en casa con los niños, pero en cuanto los niños estén más grandes volveré a lo que me gusta y Dante me tranquilizo cuando me dijo que tenía un puesto en su equipo de trabajo. Era más que mi jefe, era un amigo. Sentí unas manos rodearme y sabía quién era. Me recosté en su pecho ymordisqueo mi oreja — ¿En qué piensas? — me