- ¡Me alegré mucho cuando accediste a cenar conmigo, Alice!
- Dijiste que tenías algo muy importante que decirme, ¡por eso acepté, Ricardo! Ahora dilo. ¿Qué tienes que decirme?
- ¿Sigues creyendo que tuve alguna implicación en el asesinato del padre José y Alfredo?
- ¡No puedo hacer ese juicio, ya que ni la policía lo entendió!
- ¡Solo quiero una oportunidad, querida!
- ¿Chance? ¿Qué es lo que realmente quieres ?
- ¡Yo te quiero!
- ¿Como asi?
- ¡Quiero salir contigo!
- Necesito pensar, no lo estoy pensando en est
Alice estaba nuevamente esperando noticias de su madre en la emergencia del hospital cuando Ricardo ingresó acompañado de Joana quien llegó abrazando a su amiga.- ¡Estará bien, Alice!- ¿Querido como estas?- ¡Bueno creo!Pero el médico no me dio muchas esperanzas.- Entraré y veré qué está pasando.Ya vuelvo.Ricardo entró por la puerta de emergencia, Joana miró a Alice que parecía resignada.- No entiendo nada todavía.¿Cómo supo Ricardo que el mío estaba en el hospital?O mejor dicho, dos cosas ... ¡Cómo se juntaron ustedes dos!Alice abrió mucho los ojos como si entendiera algo.- ¡Oye!Espera, no es lo que estás pensando.
Joana seguía acostada porque era temprano y hoy se iba a trabajar después del almuerzo, empezó a sentir un dolor inusual, cuando fue a levantarse sintió algo muy extraño en la barriga, insistió en dar unos pasos, pero sus piernas parecían pesar más que barras de hierro. Así que terminó teniendo que parar.- ¡DAMIÃO! - gritó desde el dormitorio.El que estaba en la oficina corrió hacia su habitación. Abrió la puerta y miró a Joana sentada en el suelo en medio de la habitación. Fue hacia ti.- ¡Qué haces aquí, querida!- Creo que estoy de parto.- Espera, llamaré al hospital, ¡no te vayas!- Creo que es casi imposible que eso suceda.- ¿Qué?- ¡Salgo de aquí, llama pronto, por favor!Damião fue a su oficina, llamó directamente al médico y
- ¿Cómo estás?- Muy feliz y emocionado, después de que mi mano estuvo bien parece que todo está funcionando.- ¡Te lo mereces, Alice!- ¡También te mereces todo lo que tienes!- Damião es un hombre perfecto.- ¡Eres una amiga perfecta, Joana!- Parada. Si continúas, empezaré a llorar antes de que entres a la iglesia.- Déjame darle un beso a mi princesita antes de ir a la iglesia.- Llamaré a Damião para que nos lleve. Tómatelo un poquito. ¡Ah! No lo sacudas, amamantó hace un rato, si quieres casarte, ten cuidado. - Joana salió riendo.- Seré cuidadoso.Alice tomó una toalla y la colocó sobre su vestido. Damião y Joana llegaron para llevarla a la iglesia. Ricardo esperaba ansiosamente su llegada y no dejaba de mirar su reloj. Damião llegó al lado de su hermano.