All Chapters of El Maestro Médico: Chapter 1 - Chapter 10

Al oír que la condición de Inés empeoraba, Diego corrió de vuelta a la sala de reanimación.Yara miró a Liam. Su defensa anterior, enfrentarse con claridad y palabras afiladas a Diego, no mostraba rastro de su antigua torpeza.—¿De verdad estás bien?Liam asintió.—Claro, cuando estaba en la enfermería, de repente mi mente se aclaró. No sé cómo sucedió.Sus palabras eran mitad verdad, mitad mentira.Hace tres años, había obtenido por accidente la herencia de un Médico Inmortal, el "Clásico Celestial", centrado principalmente en textos médicos clásicos pero abarcando también las diversas técnicas divinas que el Médico Inmortal dominó a lo largo de su vida.Medicina, artes marciales, adivinación, los conocimientos adquiridos durante sus viajes por innumerables mundos, podría decirse que lo abarcaba todo.Tras recibir la herencia, Liam quedó afectado por una restricción dejada en la herencia, que selló la mayor parte de su conciencia, sumergiéndolo en el aprendizaje de la herencia y apar

Tomás estuvo a punto de escupir sangre de pura rabia. Esta técnica de extorsión era idéntica a la que él había usado hace un momento. Él había dicho que el Porsche era un símbolo de su juventud, y ahora este tipo sacaba a relucir un testigo de su amor. ¡Qué carajo! La expresión de Liam se enfrió.—¿Pagas o no?—Sí, sí, pago, te lo doy ahora mismo.Aunque hervía de indignación, Tomás no se atrevía a decir que no.Liam lo soltó, tomó el celular de las manos de Yara, que seguía aturdida, abrió para recibir pagos y pronto sonó la notificación de la transferencia de cien mil. —¡Lárgate! Que no haya una próxima vez, o no te saldrá tan fácil. Con el dinero en su cuenta, Liam lanzó una patada a Tomás, enviándolo lejos. Tomás temblaba de ira, justo entonces vio a Polo, el director del departamento de servicios médicos, llegando con unos guardias de seguridad. Inmediatamente urdió un plan siniestro y le gritó a Polo:—¡Polo! ¡La doctora de tu hospital me ha golpeado! ¡Debe hacerse respon

—¡Vamos, a casa ahora mismo! Apenas salieron, Yara agarró a Liam para regresar a casa.Manuel pensó rápidamente y le dijo a su guardia:—Ve, lleva mi carro y regálaselo al Sr. Chávez.El guardia dudó. Era el Rolls-Royce que acababa de llegar hoy y era la primera vez que salía a la carretera, usándolo para recoger a Manuel del aeropuerto.El guardia salió corriendo, pero Liam ya había desaparecido. Solo pudo regresar.Manuel estaba a punto de enfadarse cuando Leo sonrió:—¡Seguro que se volverán a encontrar!***El auto de Yara, aunque chocado, solo tenía daños estéticos y podía circular.—¡Sube!Después de recuperar el auto, Yara empujó a Liam dentro sin dar opción.El auto circuló a toda velocidad, Yara no dejaba de mirar a Liam de reojo.El Liam actual le resultaba muy extraño.O más bien, Liam siempre le había sido extraño.Cuando Liam llegó a la familia Torres, ya era un enfermo mental con discapacidad intelectual.La información que Yara tenía sobre Liam en ese entonces se resu

—¡Ya no se puede seguir con la comida, mejor que todos se vayan!Pablo dijo con gravedad, mirando el desorden que llenaba la habitación.Dicho esto, tomó a Liam, a su esposa y a su hija y salió.Los demás también se despidieron apresuradamente y se fueron rápidamente.Solo quedaron el desastre por todas partes y la familia del tío lloriqueando!***De camino a casa.Yolanda lanzó una mirada furiosa a Liam:—¿Sabías quiénes eran esos tipos? ¿Y te atreviste a golpearlos así?—¡Liam lo hizo para protegerme!Pablo tosió para mediar.—¡Hugo estaba tan asustado que se habría meado en los pantalones, y él sale a hacerse el héroe! Yara trabaja en el hospital, ofender a ese tipo de matones puede traer represalias. Cuanto más hablaba Yolanda, más se enfadaba. Pasado el momento de valentía, el miedo en su corazón se convertía en reproche hacia la impulsividad de Liam.Liam estaba tranquilo:—No se atreverán a hacer nada. Yara es mi esposa, yo la protegeré.Yolanda golpeó el respaldo del asiento

El canalla, al ver que Yara intentaba hacer una llamada, de un golpe le lanzó el teléfono y luego, con maldad, empujó a Yara al suelo.—Oye, ¿qué pasa? ¿Qué doctora tan desalmada? ¡Le enseñamos las reglas!Con el grito del canalla, ese grupo de tipos comenzó a insultar a Yara. En un instante, el pasillo de urgencias se sumió en el caos. El doctor de la consulta de al lado, al oír el alboroto, salió a preguntar qué ocurría, pero dos de los matones lo empujaron de vuelta adentro. —¡No te metas donde no te llaman! Hay gente que merece una lección, no te busques una paliza. Yara no se lastimó gravemente al caer. Se levantó del suelo temblando de furia, sin darse cuenta de que su celular, volado a un rincón, ya había marcado la llamada a Liam. Afortunadamente, había guardias de seguridad en la entrada de urgencias, que llegaron rápidamente. El director del departamento, Enzo, también acudió pronto al enterarse. Aunque los guardias rodearon al grupo del canalla, estos no mostraron el