La ciudad de Nueva York: la Gran Manzana. Una ciudad donde los sueños y pesadillas se hacen realidad, pero esto puede variar. Valet Boone simplemente busca un sueño en la ciudad más poblada de Estados Unidos. Es por eso que dentro de esta ciudad su curiosidad hace un favor a su objetivo de ser una gran periodista. La incertidumbre y el misterio han sido aquellos títulos que siempre ha tratado de desmantelar cueste lo que cueste. Nathaniel Vaughan busca sobrevivir. Siendo uno de los mejores apostadores en la ciudad también es la pesadilla de muchos hombres que deciden jugar y piensan poder ganar. Siempre tiene un as bajo la manga y su astucia dentro del juego lo ha hecho vivir una vida de lujos dependiendo de sí mismo y de nadie más. Haciendo perder fortunas a hombres de poder, también oculta un misterio en su vida que alguien decidirá resolver. Sin olvidar lo guapo, encantador, apuesto y cierto peligro de por medio que puede llegar a poseer. La atracción que siente por Valet al momento de verla en aquel café aquella noche fría en 86th Street, no lo detiene hasta saber más de ella quizá hasta llegar al punto de ponerla en manos de alguien que puede destruirlo a él, metiéndola al mundo oscuro del que él vive. Y al ambos caer en un mutuo encanto, juntos tienen que enfrentar sus miedos, revelar sus secretos y ser fuertes para que el mundo de Nathaniel no termine con ellos. Todos los derechos reservados. ©
View MoreDespués de casi tres meses por fin por primera vez terminé una historia. Siempre que escribía alguna nunca terminaba concluyéndola ya sea por falta de motivación o inspiración. Sin embargo, por fin llegó la historia que cambió eso y que me hizo querer escribirla cada día con emoción y motivación gracias a las personitas que se tomaron el tiempo de leer y compartirme sus comentarios positivos respecto a la historia.En serio que me siento muy feliz y emocionada de haber podido compartir con ustedes esta historia que en cuanto vino a mi cabeza tuve que escribirla o si no sentía que iba a explotar. Valet y Nathaniel se han convertido en personajes muy importantes para mí, así como para algunos de ustedes, espero que sigan sus pasos en sus siguientes aventuras pues su historia definitivamente no ha terminado.Quiero agradecer a las personitas que desde un principio le dieron u
VALETDESPUÉSHan pasado siete meses. Más de medio año. Se siente extraño volver. En realidad, pensé que nunca lo haría, pero tenía que hacerlo. Aquí dejé recuerdos que por más que traté de enterrar no pude. Sueños que por mi culpa fueron destrozados.Tengo que admitir que en ocasiones me rehusaba a volver. Quizá la cobardía y la aceptación de que no había hecho las cosas bien era lo que atormentaba, pero sobre todo el dolor de lo que mis acciones habían provocado. ¿Había hecho mal? Eso era lo más seguro, pero el precio era grande y no me iba a negar a tomarlo.Probablemente las cosas habrían sido diferentes de haber tomar otra decisión, pero no fue así, y si algo había aprendido en lo últimos meses era que no podía seguir aferrándome a
PARTE IINATHANIELSe llevaron a Jessica de nuevo detrás de esa puerta. Los invitados entraron a la sala y Henry no despegó su mirada de mí. Oscar vino directo hacia mí, con el maletín en mano. Saludó al hombre de doble máscara frente a mí y luego me miró extendiendo el maletín hacia mí para que yo lo tomara. Dudé. ¿Existía la posibilidad de decirle que no podría ayudarlo?—Me imagino que ya están todos aquí —dijo Henry sonriendo, mirando a todos los hombres que se acomodaban a la par de la mesa, comenzando con sus apuestas—. Nathaniel está preparado, ¿no es así, muchacho? —sus ojos claros volvieron a fijarse en mí, con diversión.No estaba preparado. Siempre lo estaba, pero esa vez definitivamente no. No sabía que era lo que se supon&iacut
PARTE INATHANIELEn mensajes y llamadas a escondidas de Valet, decidí mantenerme en contacto con William. Las palabras de Henry no salían de mi cabeza. ¿A qué se refería con las llamadas de William? ¿Había logrado hablar con Stone? ¿Solamente eran llamadas perdidas? Henry no fue claro respecto a eso y me hacía sospechar de muchas cosas.En caso de que William lograra hablar con Stone, ¿por qué no me había dicho absolutamente nada al respecto?No. William no había hablado con Stone, de serlo me lo habría dicho.En una llamada cuando Valet estaba ocupada encargándose de lo que sería la entrevista de hoy, William me confesó que había ido a la comisaría hoy por la mañana. Lo mismo que Henry me dijo, había llamadas en el celular de Stone y por eso le pedían que fuese
VALETDía de la entrevista. Estaba tan nerviosa y ansiosa que había pasado la mayor parte de la mañana juntando toda documentación que Bastian me dijo que tendría que llevar para la entrevista. Documentos y papeleta de calificaciones de mi primer año en universidad, acta de nacimiento, ensayos o trabajos profesionales que podrían servirme como demostración de mi manera de trabajar y redactar.No podía dejar de pensar en lo que sería de esa entrevista. Incluso había reservado un momento para vaciar el armario eligiendo que me pondría. ¿Formal o no tan formal? ¿Tacones o no? Casi gritaba de la desesperación por no saber con exactitud qué hacer.Nate trató de ayudarme, tranquilizándome o animándome. Pero después de lo de anoche no podía simplemente pretender que no había pasado nada. Había
NATHANIELAl llegar a casa de William, su ama de llaves se ocupó de darle algo a Jessica para que esta se calmara. Ingrid le acompañó. Jessica había entrado en una especie de shock, pues en todo el camino no dijo nada. Siquiera preguntó a dónde íbamos. Comencé a preocuparme por el bebé. A lo que sabía sus emociones podían afectar al bebé y definitivamente lo que Jessica había tenido que presenciar en esa casa no era para nada adecuado para una mujer embarazada. Menos enterándose de que su padre había muerto.Yo me limpié las manos, incluso William me prestó una camisa pues la mía tenía rastros de manchas rojas de la sangre de Jhon. Casi golpeó el espejo cuando la sangre corrió en el lavamanos cuando me lavé cualquier rastro de escarlata que había en mis manos.¿Qué hab&iacu
NATHANIELHabía pasado la mañana entera hablando con William por medio de mensajes. No había mucho qué decir sobre la investigación. Respecto a Stone, no habían encontrado nada nuevo. Nada de lo que me decía William me era sorpresa. Sobre Henry todo siguió igual. Absolutamente nada. Comencé a pensar que en realidad no había nada más que encontrar que lo que ya había sido encontrado.Algo bastante raro me mantuvo toda la mañana y parte de la tarde con la incertidumbre. Stone no me había hablado para jugar. Sólo en una ocasión me llamó y fue cuando estábamos en Florencia. No contesté, pero sí le dejé un mensaje, el cual contestó al instante que dentro de una semana me necesitaría. Le seguí aquel juego donde pretendía que absolutamente nada había pasado respecto a la paliza qu
VALETEl día era tranquilo. No teníamos algún pendiente que nos impidiera quedarnos la mayor parte del día sobre la cama. Sin embargo, decidimos levantarnos de esta para pasar la mayor parte del día en la sala de estar. Cenamos temprano pues no habíamos comido. Aún seguíamos con el horario totalmente al revés después de una semana en Italia. Por lo que comíamos cuando nos apetecía.Estando sobre el sofá, noté que desde que habíamos llegado Nate estaba diferente. Tenso, preocupado, por momento veía como su mente volaba a otro lugar. Traté de formular alguna razón en mi cabeza de por qué se encontraba de esa manera. Nada razonable vino a mi cabeza.—Tengo una duda —dije acomodando mis piernas sobre el regazo de Nate.Sus dedos se deslizaron por mis piernas desnudas, pues no llevaba nada puesto m&aa