7. LÁGRIMAS Y SOLEDAD
—Lo lamento, abue —sollocé—, lamento no haber estado a tu lado... lamento haber hecho las cosas tan mal... lamento no tenerte a mi lado... te necesito tanto, abuelita... te necesito aquí, conmigo... quiero que me perdones, que me abraces, quiero que estés de nuevo conmigo, por favor, abue, porfa...Lloraba mientras las fuerzas de levantarme no volvían a mí. Me estaba pasando de todo y yo no tenía en quien apoyarme. Y, aunque sabía que no debía bajar la guardia, ya no me quedaban fuerzas ni de ponerme en pie.» Me he equivocado tanto —confesé apenada—, he hecho tantas cosas mal, ya no puedo más, abue, ya no puedo... No sé qué hacer, ni siquiera sé porqué volví aquí —confesé y lloré desahogando mis penas con alguien que siempre me escuchó y que, esperaba, ahora me escuchaba desde el cielo.&r
Read more