77

Al día siguiente llegó, y como estaba planeado, Shawn y Mia partieron temprano para visitar al abuelo Mandez para desearle un feliz cumpleaños. Llevaban una variedad de regalos, incluyendo un suéter cuidadosamente tejido a mano que Mia había trabajado durante las últimas noches en los últimos días.

"Abuelo, esto es para mantenerte caliente", dijo Mia, presentando el suéter como un gesto reflexivo, considerando que no tenía dinero para comprar un regalo como lo hizo Shawn.

El abuelo Mandez fue genuinamente conmovido por su amabilidad y prometió usar el suéter siempre.

Después de compartir el desayuno y pasar un par de horas con el anciano, Shawn y Mia se despidieron.

Cuando se fueron, el abuelo Mandez acarició con cariño el suéter en su regazo, comentando: "Qué chica tan dulce, ¿verdad?"

"Sí, señor," Anderson, que había estado de pie cerca, estuvo de acuerdo con una sonrisa.

Mia caminó de vuelta hacia la mansión, Shawn guiando el camino, y una suave sonrisa agrandó sus labios mientras