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Capítulo 26

ผู้เขียน: Cazador de Flores
—No, no quiero ir a casa. Hoy me quedo a dormir en la oficina.

No anticipé que Elena, tambaleándose, negaría con la cabeza. Se acercó tambaleándose y alzó la mano para tocarme la barbilla con sus dedos.

—Marcos, sé lo que te molesta.

—Esta noche viniste. En casa están Lucas y Samuel... Si no regreso, ¿te sentirías mejor?

Ante sus palabras suaves de Elena, retrocedí instintivamente, con un torbellino de emociones en el pecho.

Después de cinco años de matrimonio, su primera concesión llegaba cuando yo ya había decidido divorciarme.

Incluso su aparente concesión solo me resultó profundamente irónica.

Ella siempre supo lo que me hería, pero cuando aún albergaba esperanzas en ella, eligió ignorarlo y actuar con total autonomía en nuestro matrimonio.

“Pero ya es tarde, Elena. Ya nada de eso me importa. Si solo valoras las cosas después de perderlas, entonces nunca mereciste tenerlas.” dije en mi cabeza.

—¿Dormir en la oficina? Mejor vamos a tu casa. —respondí con frialdad, evadiendo su inten
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    —No, no quiero ir a casa. Hoy me quedo a dormir en la oficina.No anticipé que Elena, tambaleándose, negaría con la cabeza. Se acercó tambaleándose y alzó la mano para tocarme la barbilla con sus dedos.—Marcos, sé lo que te molesta.—Esta noche viniste. En casa están Lucas y Samuel... Si no regreso, ¿te sentirías mejor?Ante sus palabras suaves de Elena, retrocedí instintivamente, con un torbellino de emociones en el pecho.Después de cinco años de matrimonio, su primera concesión llegaba cuando yo ya había decidido divorciarme.Incluso su aparente concesión solo me resultó profundamente irónica.Ella siempre supo lo que me hería, pero cuando aún albergaba esperanzas en ella, eligió ignorarlo y actuar con total autonomía en nuestro matrimonio.“Pero ya es tarde, Elena. Ya nada de eso me importa. Si solo valoras las cosas después de perderlas, entonces nunca mereciste tenerlas.” dije en mi cabeza.—¿Dormir en la oficina? Mejor vamos a tu casa. —respondí con frialdad, evadiendo su inten

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