Libro 2 Capítulo 31

Punto de vista de Caleb

Yo sabía que la Diosa de la Luna me había estado sonriendo, porque justo cuando nos tomamos un descanso, recibí la noticia de nuestra patrulla fronteriza de que las mujeres se dirigían de regreso a la casa de la manada. Daphne siempre es capaz de calmar la ira en el interior. Ella calma a la bestia cuando ruge fuera de control.

Esperé con bastante impaciencia junto a la puerta principal hasta que el vehículo en el que ella estaba se detuvo. La miré mientras ella y las otras mujeres salían charlando con entusiasmo sobre el consentimiento que acababan de recibir. Solo ver a mi hermosa pareja salir del coche tuvo un efecto calmante en mí. Tan pronto como ella entró por la puerta, extendí la mano y agarré su mano para tirar de ella hacia mí en un gran abrazo.

Ella se rio un poco mientras la envolvía aún más fuerte con mi cuerpo. "Yo también te extrañé bebé". Ella dijo en mi pecho.

"Solo necesitaba sentirte a mi lado por unos momentos". Dije suavemente en su