Share

Capítulo 533

Author: Camila Rossi
—¿Cómo que no? Deberías aprender un poco del señor Montoya. Nadie es tan descarado ni tan bocón como tú —dijo Carmen.

Aprovechó que Camilo se quedó callado, lo empujó hacia afuera y casi le cierra la puerta en la cara.

Camilo se apoyó contra el marco y fingió que le dolía.

—Ay, ¡No me jale, me duele!

Y agregó:

—Todavía estoy aquí. Si me golpeas en la cabeza con la puerta y me dejas sin poder moverme, te vas a tener que responsabilizar por mí toda la vida.

—Pero no te pasó nada —respondió Carmen. Lo miró con rabia y, con una sonrisa sarcástica, suspiró—. Camilo, lo prometido: por favor, vete.

Esta vez, Camilo, cosa rara en él, se puso obediente y ya no insistió.

—Está bien, lo prometí.

—¿Entonces por qué sigues aquí?

—Es que me cuesta despedirme de mi vecina. Quería mirarte un rato más.

Carmen contuvo las ganas de blanquear los ojos y empezó a contar.

—Uno, dos, tres…

Camilo le tiró un beso y, por fin, se fue sin más.

Carmen cerró la puerta con fuerza y, por un instante, Camilo dejó de
Continue to read this book for free
Scan code to download App
Locked Chapter
Comments (1)
goodnovel comment avatar
Tatiana Angulo
me encanta esta parejita!!
VIEW ALL COMMENTS

Latest chapter

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 533

    —¿Cómo que no? Deberías aprender un poco del señor Montoya. Nadie es tan descarado ni tan bocón como tú —dijo Carmen.Aprovechó que Camilo se quedó callado, lo empujó hacia afuera y casi le cierra la puerta en la cara.Camilo se apoyó contra el marco y fingió que le dolía.—Ay, ¡No me jale, me duele!Y agregó:—Todavía estoy aquí. Si me golpeas en la cabeza con la puerta y me dejas sin poder moverme, te vas a tener que responsabilizar por mí toda la vida.—Pero no te pasó nada —respondió Carmen. Lo miró con rabia y, con una sonrisa sarcástica, suspiró—. Camilo, lo prometido: por favor, vete.Esta vez, Camilo, cosa rara en él, se puso obediente y ya no insistió.—Está bien, lo prometí.—¿Entonces por qué sigues aquí?—Es que me cuesta despedirme de mi vecina. Quería mirarte un rato más.Carmen contuvo las ganas de blanquear los ojos y empezó a contar.—Uno, dos, tres…Camilo le tiró un beso y, por fin, se fue sin más.Carmen cerró la puerta con fuerza y, por un instante, Camilo dejó de

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 532

    Carmen no respondió nada.Camilo alzó una ceja.—¿Estás celosa? Si es así, dímelo. Borro los números de todas esas mujeres, ¿te parece?Carmen no tenía hambre; después de unos pocos bocados, se sintió llena. No quería seguir perdiendo el tiempo con su vecino cansón.—Voy a descansar. Por favor, vete.—Me voy, pero primero dime por qué estabas llorando —preguntó Camilo—. ¿Mucho estrés en el trabajo?Últimamente ella solo se concentraba en el trabajo y eso no estaba mal. Al menos no tenía un novio nuevo.Carmen se cruzó de brazos.—No creo que eso sea de tu incumbencia.—Si no es el trabajo, ¿entonces qué? —Insistió Camilo—. Dímelo y me voy.—¿Y si no te lo digo?—Entonces me quedo. Al fin y al cabo, ya dormimos juntos. Ya te considero de confianza. Sé que no te vas a aprovechar de mi belleza ni de mi cuerpo mientras estoy dormido.Carmen se molestó más y le señaló la puerta, con una sonrisa forzada.—Lárgate.—Qué grosera, Carmen. Te estás aprovechando de que estoy débil, ¿verdad?—Cami

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 531

    Carmen tenía claro que Camilo no conocía la vergüenza y que hablaba sin filtro, pero todo tenía límite. Ahora, en serio, se pasó. O tal vez siempre fingió, y como ella lo enfrentó primero, decidió quitarse la máscara; quizás esa era su verdadera personalidad.—En serio admiro tu gran meta de ser gigoló. Con tu cuerpo y tu cara, seguro te iría bien en eso. Te deseo desde ya mucho éxito en tu “futuro”.A Camilo le molestaba que ella tuviera con él la seriedad y astucia que aplicaba en los negocios. Él siguió, con descaro:—Carmen, piénsalo bien. No es que no lo hayamos hecho antes. ¿Todavía dudas de mi técnica? ¿No te acuerdas de esa vez…cuantas veces te veniste?Carmen agarró un paquete de pañuelos y se lo tiró a la cara.—¿Puedes tener un poco de vergüenza, Camilo?—Solo estoy complaciéndote —respondió él—. ¿Por qué te enojas? ¿Dejaste ir al hombre que te hizo llorar?—Sí, lo dejé ir. La próxima vez que venga a San Rafael, lo voy a llamar para que me atienda.Camilo sabía que era ment

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 530

    La llamada entró de inmediato.—¿Y bien? —preguntó Carmen, impaciente—. ¿Cómo terminó todo?—Estoy con Alejandro —respondió Sofía sin tapujos.Hubo un segundo de silencio. Luego un grito histérico le estalló en el oído:—¡Sofía, no lo puedo creer! ¡Eres increíble! Dime, ¿tú te le declaraste o el señor Montoya no aguantó más y se te adelantó?—Fui yo —contestó Sofía mientras se reía.—¿Y por qué cambiaste de idea así, de repente?—Porque igual íbamos a terminar juntos, tarde o temprano. Solo adelanté el proceso.—¡Así se hace! —exclamó Carmen—. Bueno, cuéntame, ¿qué tal? ¿Se siente bien?—Creo que es la primera vez que entiendo lo que significa estar enamorada.Con un poco de esa dulzura, Sofía entendió lo vacía que fue su relación con Diego. Solo cuando abrazó a Alejandro sintió lo que era la verdadera intimidad.Carmen lo entendió al instante y soltó una maldición:—¡Ese imbécil de Diego!Sofía suspiró.—Cuando me preguntaste si alguna vez consideraría a Alejandro, te dije que no. Per

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 529

    Alejandro se inclinó a su oído cuando habló y su respiración tibia, junto con su voz grave, le hicieron cosquillas en la piel.Él debió sentirse igual cuando ella le habló al oído.Y lo que acababa de decir hizo que el corazón de Sofía latiera más rápido.Él estaba tan cerca que su tono sonaba aún más provocador de lo habitual y el estremecimiento le recorrió el cuerpo.Solo con escucharlo, el corazón de Sofía se desbocó.Alejandro tenía fama de ser maniático, de odiar el contacto físico y que la gente se le acercara demasiado.Pero ella... podía hacerlo.Esa certeza la hizo sonreír irremediablemente.No pudo evitar sonreír, aunque se apartó un poco porque la cosquilla en la oreja la estaba matando y el rubor ya le había subido a las mejillas.Su mano seguía atrapada contra su pecho, sujeta por la de él.—¿Y por qué me agarras la mano así? —preguntó.—Si te suelto, no imaginas lo que podría pasar —respondió él con esa calma peligrosa.—...Ok, entendido. —Sofía alzó una ceja, sonriente.

  • Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano   Capítulo 528

    Sofía sabía que él hablaba en serio.—Está bien, te perdono. Pero no va a haber próxima vez.Alejandro, con picardía, respondió:—Mmm... entonces la próxima te despierto antes de besarte.—Señor Montoya, no sabía que eres tan descarado. Antes no parecías así.Él la miró mientras sonreía.—¿Y por qué no reaccionaste esa vez?—¿Quién dijo que no lo hice? —respondió ella—. Me besaste y luego te fuiste. Me quedé con los ojos abiertos mucho rato sin poder dormir. Al día siguiente no sabía ni cómo mirarte... ¡Y encima fue en casa de tu madre! ¿Sabes lo difícil que fue fingir normalidad?—Fue mi culpa.—Exactamente.—Pero actuaste con tanta naturalidad que no me di cuenta de nada.Sofía se rio un poco.—No digas eso. Tú aguantas mucho mejor que yo. Supiste disimular durante meses.La verdad era que esa noche la dejó totalmente desconcertada. Y ahora, a los pocos días, ya estaban juntos. Todo pasó tan rápido que ni ella misma lo asimilaba.Mientras hablaban, Alejandro seguía aplicándole la pom

More Chapters
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status