Todos los capítulos de ¿Cómo soy tan rico?: Capítulo 1141 - Capítulo 1150

“¿Señor Crawford?”, murmuraron las mujeres sorprendidas. “... De dónde he escuchado ese nombre antes... no puedo recordar mucho sobre esa persona…”. “¡Humph! He investigado un poco sobre él, ¡y créanme cuando les digo que todos se asustarán cuando les diga lo que descubrí!”, respondió Freya. “Continúa…”. “Como dije antes, después de investigar, escuché de algunas personas que ese señor Crawford tiene un antecedente extremadamente poderoso. La fortuna que posee es casi inimaginable para la gente común, ¿saben? Él realmente es el tipo de persona que podría entregarte inmediatamente la cantidad de dinero que quieras si él quiere”, explicó Freya mientras sus ojos se llenaban de celos. “¿Qué? ¿Realmente podría existir un heredero rico como él?”, preguntaron algunos de los presentes con resentimiento en sus voces, y estaban claramente celosos también. “¡Todo es de verdad! No solo es rico, ¡sino que también es extremadamente capaz! Se los diré desde ya, ¡él no se compara con ning

“¡Cómo te atreves a no hacer una reverencia y saludar al Joven Amo cuando lo ves!”, gritó uno de los ancianos. Sin embargo, Gerald no respondió a eso. En cambio, simplemente continuó mirando al Joven Amo que todavía estaba sentado en lo alto del palanquín. Durante todo ese tiempo, él tenía los ojos cerrados, aparentemente disfrutando mientras descansaba. “¡Oye! Te hice una pregunta, ¿escuchaste? ¡Qué imprudente eres al no responder!”, gritó el mismo anciano mientras daba un paso adelante, listo para hacer un movimiento. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, los ojos del anciano se abrieron de asombro cuando el cuerpo de Gerald desapareció en el aire. “…¡¿Mmm?!”, gruñó el anciano cuando de repente se sintió invadido por un inmenso miedo. Lo siguiente que supo, ¡fue que sintió una palma colocada sobre su hombro con mucha fuerza! La fuerza era tan abrumadora que no pudo soportarla por mucho tiempo. Segundos después, el anciano cayó de rodillas, ¡haciendo que el suelo d

Por lo afligida que había sonado su voz mientras el Joven Amo seguía tirado en el suelo, era casi como si estuviera pensando en un dolor indescriptible. “... ¿Tú... odias a las mujeres?”, preguntó Gerald mientras no podía evitar mirar con frialdad al Joven Amo. “Probablemente no me creerías aunque te lo explicara... Después de todo, desde el momento en que nací, siempre he sido conocido únicamente como el alto y poderoso Joven Amo de la Brujería Sagrada... Aunque todo el mundo suele estar celoso de mí, puedo decir con seguridad que a lo largo de los años, nunca he sido verdaderamente feliz... Sabes, he odiado a esa mujer desde que era joven... Por su culpa, ¡acabé odiando a todas las demás mujeres! Esa mujer era... ¡Era mi madre!”, explicó el Joven Amo. Al escuchar eso, Gerald sintió que sus párpados temblaban ligeramente. Él nunca había escuchado de alguien afirmando estar tan resentido con su madre como lo estaba el Joven Amo... Después de todo, ¿quién en este planeta no amar

Al escuchar eso, Jasmine se giró para mirar a Gerald con bastante duda. Fue solo un poco después cuando se dio cuenta de que el despiadado y arrogante Joven Amo realmente se había rendido ante Gerald. “¡Me disculpo por todos los errores que he cometido! Lo siento de verdad”, dijo Chester mientras bajaba repetidamente la cabeza hasta que su frente tocó el suelo. Aunque en un principio quería matarlo, después de ver lo abatido que estaba, Jasmine se limitó a replicar: “... No es necesario que te disculpes más conmigo... En cambio, deberías disculparte con aquellos a los que has lastimado. Después de todo, aunque mi familia ha superado esta experiencia desalentadora sin contratiempos, no pasa igual con las demás familias... En cualquier caso, si lo que buscas es un castigo, ¡dejaré que Gerald tenga la última palabra! ¡Sus palabras serán tan buenas como las mías!”. Después de decir eso, Jasmine se giró para mirar a Gerald. Las mujeres a veces eran así. Aunque al principio Jasmine

‘Parecía que tenían un propósito para venir... El maestro parece saber quiénes son también’. 'El maestro voló y entró en la casa voladora para discutir algo con ellos... Pero ninguno de nosotros sabe de qué están hablando...'. ‘Han negociado durante bastante tiempo... En algún momento, mientras estaban negociando, la casa voladora se sumergió bajo las olas, llevándose al maestro …’. 'Cayó la noche... Todos estamos inquietos y dando vueltas, apenas podemos dormir... Todo lo que podemos hacer ahora es proteger el cadáver del hada ...' ‘Ya es tarde, y es mi turno de hacer guardia... Incluyéndome a mí, mi grupo era de nueve personas…’. '... Estoy escribiendo esto después de ese terrible evento... El incidente que cambió mi destino para siempre...'. ‘¡Mientras estábamos de guardia, el hada de repente cobró vida! De pie frente a nosotros, su expresión era lívida cuando nos preguntó con frialdad a dónde la llevaríamos...'. 'Sin atrevernos a mentirle, le dijimos sinceramente todo