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Shirley sujetó la esquina del cuaderno con los dedos que temblaban un poco.Al ver la letra familiar, el viento frío pareció humedecer las esquinas de sus ojos en un instante.No se sabía cuánto tiempo había pasado antes de que Shirley se levantase con una mirada fría mientras se mordía el labio rojo y pellizcaba la esquina del cuaderno.Sus ojos almendrados estaban llenos de lágrimas mientras miraba con indiferencia los grabados de la lápida que tenía delante. Después de quedarse unos diez segundos, Shirley se dio la vuelta y se marchó.Unos días más tarde, la noticia se difundió rápidamente en Internet.La noticia era la condena a muerte de Felipe.Cuando las fotos, la educación, los antecedentes y toda la información relevante de Felipe fueron desenterrados, muchos se compadecieron de él, pero fueron más los que se alegraron de esta decisión.Aquellos que habían cometido un crimen no debían ser compadecidos ni se debería sentir lástima por ellos.Cathy también vio la notific

Fueron unas breves palabras, pero quedaron profundamente grabadas en el corazón de Cathy.Ella también entendió al instante lo que él quiso decir con eso."Cathy, ¿me estás escuchando?".Cathy volvió bruscamente en sí cuando escuchó que Jeremy la estaba llamando."Lo estoy".Ella intentó controlar sus emociones y mantener la calma, pero todavía no podía ocultar el temblor en su voz."Gracias por contarme esto, Jeremy. Si no hay nada más, colgaré ahora".Cathy colgó el teléfono a toda prisa al mismo tiempo que terminaba su frase.Ella no tuvo el valor de seguir escuchando. No podía soportar ni siquiera una palabra más.La lluvia frente a ella era cada vez más intensa. Las densas gotas de lluvia parecían aplastar su corazón, causándole un dolor intenso.Las rosas amarillas de sus brazos parecieron perder sus colores en un instante, perdiendo también su significado original.Las lágrimas se escaparon de sus ojos inconscientemente y nublaron su visión.'Felipe Whitman, no sé si

Cathy retrocedió dos pasos por cautela. Se preguntó si estos eran los matones que le habían causado problemas a Felipe en aquel entonces, pero no se parecían a esos matones."¿Quiénes son ustedes?".Ella volvió a preguntar y sacó su teléfono a escondidas para llamar a su contacto de emergencia."Señorita Jordan, no se asuste. No queremos hacerle daño. Nuestro jefe solo quiere tomar un café con usted"."¿Quién es su jefe?", preguntó Cathy y pulsó el número de su contacto de emergencia."Sabrás quién es cuando vayas. Espero que puedas cooperar con nosotros. No nos obligue a llevarla al coche a la fuerza", dijo de forma profunda uno de los hombres que parecía algo refinado.Cathy detuvo su dedo que estaba presionando el botón. Antes de que pudiera decir algo más, los guardaespaldas caminaron hacia ella."Señorita Jordan, por favor".Cathy no mostró ningún temor ni debilidad al ver la mirada imperativa de los hombres."¿Quién es su jefe? ¿Por qué debería ir con ustedes sin saber n

La frialdad en la voz sin emociones de Shirley era evidente.Adam miró a Shirley, apretando la mano de Cathy, y continuó avanzando hacia la puerta.Apenas había dado unos pasos y la voz de Shirley volvió a sonar desde atrás."Adam, la he traído aquí para que te sientas satisfecho con tu vida. Ni se te ocurra salir por la puerta".Al escuchar estas palabras, Cathy entendió al instante.Ella no era más que un cebo para Adam, quien iría a buscarla en ese lugar, para atraerlo a esta trampa.Los puños de Adam se cerraron mientras se daba la vuelta de repente. Al ver a Shirley fumando despreocupadamente, su expresión se tornó desagradable. "Shirley, ya deberías haber leído el cuaderno de papá. ¿Por qué sigues actuando así?".Shirley, quien tenía una expresión insípida, se acercó a Adam. "Adam, ya eres un adulto. ¿Acaso eres tan ingenuo como para pensar que podrías resolver este asunto, que me había estado agobiando durante todos estos años, solo con eso? Déjame decirte. ¡Es imposible!

Cuando la maestra vio que Lillian se había detenido, contempló con curiosidad al hombre que estaba de pie frente a la puerta. Entonces se agachó y le preguntó a Lillian con delicadeza: "Lily, ¿conoces a ese hombre? Si lo conoces, asiente con la cabeza. Si no, niega con la cabeza para decírmelo".Después de que la maestra hablara, Lillian no negó ni asintió con la cabeza hasta pasados diez segundos.A la maestra le pareció un poco extraño. Ella sabía que aunque Lillian no podía hablar, sí podía entender frases sencillas.Ella miró al hombre de la puerta y soltó la mano de Lillian antes de acercarse."¿Cómo se llama, Señor? Usted había dicho que era de la familia de Lillian, pero parece que ella no lo conoce". La maestra de la clase expresó su preocupación."Mi apellido es Johnson", respondió el hombre. Miró hacia Lillian, quien permanecía inmóvil, y sacó lentamente un caramelo de su bolsillo.Lillian pareció despertarse con el caramelo. Parpadeó con sus ojos vivos, claros y grande