Él me miraba con una ternura que me envolvía por completo.—Marina, eres la mujer de mi vida, no hay más. Y yo, Robert, voy a estar contigo siempre, pase lo que pase.Al volver en mí, lo observé.Antes, con solo verlo, un amor profundo me inundaba.Ahora, solo quedaba odio.—Roberto, ¿cómo te atreves a decirme algo así? Me traicionaste, ¡me mataste!, ¿y todavía sueñas con que me quede a tu lado? ¡Qué asco me das! ¡Eres un cínico de lo peor! ¡Lárgate de aquí, maldita sea!Grité, desahogando toda la furia que llevaba dentro.Mis palabras lo dejaron paralizado; sus ojos se enrojecieron al instante.Grandes lagrimones resbalaron por sus mejillas y se estrellaron contra el suelo.—Perdóname, en ese momento no pude controlarme... por eso te fui infiel. Estoy tan arrepentido, en serio, tan arrepentido. Si pudiera regresar unos meses atrás, te juro que no te habría traicionado.—No existe el "si hubiera". Roberto, todo esto te lo buscaste tú solito. Te lo mereces.Apenas terminé de hablar, una
Baca selengkapnya