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Inicio / Romance / Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró / Capítulo 347

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Capítulo 347

Autor: Violeta
Al ver el mensaje, Celiana mostró una chispa de emoción. ¡El problema ya estaba resuelto! Sin importar si Celia era la verdadera señorita Rojas o no, ¡ella sería la única hija de la familia Rojas!

En ese momento, alguien llamó a la puerta de su habitación. El sonido la sobresaltó.

—¿Quién es?

—Señorita, hay una visita para usted. Dice que es la señorita Herrera.

¿La señorita Herrera? Los ojos de ella brillaron. Sonriendo, abrió la puerta.

—Dile que me espere un momento. Bajo enseguida.

Celiana se arregló con cuidado antes de bajar sin prisa.

Abajo, en la sala, Rocío la había estado esperando por un buen rato y empezaba a impacientarse. No esperaba que esta señorita Rojas se diera tanto aire de grandeza. Pero, al pensar en la posible alianza matrimonial entre las familias, no le quedó más que aguantar.

Tomó su taza de té. Cuando iba a beber, vio a Celiana bajando las escaleras. Estaba llena de joyas… Su estilo era muy llamativo, pero parecía poco refinado. Casi escupió el té al verla as
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    Después de vestirse, Nicolás salió con calma, como si nada hubiera pasado.—¿Me buscabas?—Mañana por la noche mi familia celebrará una fiesta de bienvenida para mí. ¿Asistirás?Él se detuvo en seco, mostrando una leve sonrisa en sus labios.—¿Tú quieres que yo asista? —preguntó.Ella se encogió de hombros.—Eso depende de ti. Ahora ya estás en la capital, si no te invito, me parecería una falta de respeto.La sonrisa de él se desvaneció un poco, insinuando algo.—Mañana por la noche habrá mucha gente. ¿No temes que la familia Herrera hable mal de ti si yo también asisto?Celia se rio con los brazos cruzados.—Entre los Herrera, solo Rocío asistirá al evento. Los demás no vendrán. Y ya no es la primera vez que ella habla mal de mí. A mí no me molesta, ¿a ti sí?—Bueno. —Él bajó la mirada hacia ella—. Asistiré.***Al anochecer, Celiana salió de la villa y, poco después, regresó con una caja en las manos, la cual estaba envuelta en una red de malla. Se dirigió al jardín, miró a su alred

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    Al oír esto, Ben de inmediato le indicó a Jacob que vigilara a Celiana. Jacob, comprendiendo la intención de Celia, aceptó la tarea sonriendo.—Voy a vigilarla.Los dos bajaron las escaleras. Una sirvienta se apresuró a informarles que Nieve había despertado.Ben llevó a Celia a Lago Sereno. En la habitación, además de dos expertos y el médico principal, también Enzo estaba. Se sentó junto a la cama, acompañando a su esposa.Mientras el médico principal y los expertos conversaban, Celia logró entender algunas de las terminologías médicas que usaban. Mostró una expresión de sorpresa y guardó silencio.Cuando los expertos le informaron al señor sobre la situación general, él miró a Nieve, quien permanecía en silencio, lleno de preocupación.—¿No hay cura para su enfermedad?Uno de los expertos suspiró.—La enfermedad psicológica acumulada durante años ha progresado a una situación neurodegenerativa. Por lo general, esta situación se manifiesta en personas mayores, pero en el caso de la s

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    Unos días después, Enzo anunció públicamente que organizaría una fiesta de bienvenida en la capital para su hija recién recuperada. La recepción sería al día siguiente por la noche y, según se decía, todos los que quisieran podrían asistir a la cena. No habría restricciones.Cuando Rocío recibió la noticia, pasó horas eligiendo entre más de diez vestidos, pero no lograba decidirse por uno que la satisficiera. Macarena entró en la habitación y, al ver la cama llena de vestidos, suspiró.—Es la fiesta de bienvenida para la señorita Rojas. No necesitas vestirte muy llamativa para no opacar a la protagonista. Esto podría disgustarla.—¿Y qué? Total, a esa heredera campesina no le importará.Basándose en sus interacciones recientes con Celiana, Rocío había llegado a la conclusión de que, esa supuesta señorita Rojas no solo era tonta, sino también ingenua.—Puede que a ella no le importe, pero a su familia sí. —Macarena volvió a suspirar—. Debes mostrarle respeto a la familia Rojas. En cuant

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    Celia arrugó ligeramente el entrecejola frente. De repente, recordó las palabras de Rocío: ¿César había ingresado en la UCI? Pero su cirugía había sido un éxito, ¿no?Nicolás notó su cambio de ánimo.—¿Qué ocurrió?Ella volvió en sí y guardó el celular en su bolso.—Nada —luego, le preguntó a Jacob—. ¿Ben me necesita?Jacob Él asintió.—Él lLa espera en el restaurante de arriba.Celia miró a Nicolás, quien le sonrió con suavidad.—Quizás tenga algo urgente. Ve a verlo.Celia Ella siguió a Jacob y subieron juntos en el ascensor. Al llegar al restaurante de la planta superior, Jacob la llevó a un salón privado donde solo estaba Ben.—Ben. —Llo llamó Celia mientras se le acercaba.Ben Él le indicó que se sentara y luego le pasó una carpeta.—Aquí tienes los resultados de la investigación del accidente. Tal vez tu sospecha era correcta porque Celiana le transfirió dinero a esta persona.Celia Ella revisó los documentos. Por la foto de identificación del propietario del vehículo, parecía qu

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    Lo de Rocío "pilló" a Celia y Nicolás en plena calle fue subido a las redes sociales por algún usuario y pronto la opinión pública se agitaba. La mayoría de los internautas, que ya habían sido testigos de anteriores escándalos de la familia Herrera, esta vez se mostraron a favor de Celia."¿La señorita Herrera se atreve a criticar a su cuñada? Si no lo recuerdo mal, el señor Herrera echó a su esposa de la casa por lo de su primer amor, ¿no?""Exacto, ¡aún se pueden ver los comentarios sobre este asunto en internet!""¿La esposa del señor Herrera no era esa mujer? ¿Cuándo se casó de nuevo?""Amigo, creo que está siendo sarcástico, ¿cierto?"En la casona, Marta, al ver esos comentarios, palideció de la rabia. Su mirada se puso en Macarena, fulminándola.—¡Te dije que educaras bien a tu hija! ¡Mira lo que ha armado!Ella se sacudió las mangas con despreocupación mientras le refutaba:—Marta, quizás no he educado bien a mi hija, pero tú tampoco lo has hecho bien con tu nuera. Además, lo de

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