Capítulo 0014

**Isa

Asumir el Proyecto Luca fue emocionante. Que me confiaran la tarea de liderar mi equipo y supervisar a un cliente importante como Gabriella me dio un verdadero sentido de propósito. Si seguía avanzando, podría olvidarme de Thomas y de perder mi empresa.

Pero no bastaría con hacerlo bien; Tenía que ser mejor.

Callan Arison esperaba que fracasara. Así que obviamente no pude.

Escuché el susurro de pasos y pantalones de traje pasar por mi puerta e instintivamente levanté la vista de la brillante pantalla de mi computadora.

Vi como pasaban Callan y su asistente. Eso fue hasta que Callan me miró.

Mi pecho latió con fuerza de repente y me escondí detrás de mi computadora. Tan rápido como me agaché, me di cuenta de que no había razón para esconderme. Me enderecé en mi asiento solo para sentir que mi estómago se hundía por la decepción cuando él de inmediato giró la cabeza.

Miré hacia el sonido de sus pasos que desaparecían y puse los ojos en blanco. Aquí estaba yo haciendo el ridículo otra vez.

Obviamente no le importaba reconocer nuestra única noche en la que nos besamos y nos tocamos, así que ¿por qué debería hacerlo yo?

Volviendo a colocar mis manos en el teclado, me hice una promesa: si Callan Arison iba a fingir que esa noche no sucedió, entonces yo también.

Después de todo, no podía darme el lujo de seguir distrayéndome así en el trabajo. Pensar en esa noche, que fue hace semanas en este momento, fue inútil. Necesitaba poner toda mi atención en mi trabajo.

Por eso estaba aquí.

Además de eso, me enorgullecía de ser un profesional. Incluso Thomas y yo teníamos reglas sobre ser demasiado cercanos o demasiado cariñosos en nuestro lugar de trabajo, en especial frente a nuestros subordinados.

Sacudí la cabeza y me obligué a volver a mirar la pantalla de mi computadora. Hoy tocaba hojas de cálculo, ventas y organización de mi primera reunión en persona con mi cliente recién adquirido.

***

El equipo entró en la sala de reuniones y ya tenía un nudo en el estómago.

La mayoría de la gente podría asumir que los nudos en el estómago significan que estás nervioso, y supuse que eso era parcialmente cierto, pero sobre todo estaba emocionado de empezar.

Callan se sentó a la cabecera de la mesa, pero era más fácil fingir que no estaba allí, o que Jeffery era el estimado director ejecutivo que supervisaba la primera reunión con Gabriella Luca.

Fuimos presentando a todos. Dado que el equipo estaba formado por personas de varios departamentos, esta era la primera vez que conocía a la mayoría de ellos. Sólo conocía a Jonas y Callan... bueno, sólo conocía a Jonas.

Por suerte, la reunión transcurrió sin problemas y parecía que tuve suerte al conseguir la cuenta de Luca. Gabriella era una novia a la que le apasionaban mucho sus diseños.

Por desgracia, estuve muy distraído la mayor parte de la reunión porque alguien se quedó mirándome todo el tiempo.

Estar bajo la atenta mirada del CEO era una cosa, pero cuando ese CEO alguna vez había deslizado su lengua entre tus dientes y masajeado tu pecho desnudo con su mano, el contacto visual prolongado seguramente te provocaría cierta incomodidad.

En especial cuando recordabas el calor de esa noche mientras dirigías una reunión importante frente a otras diez personas.

Me alegré de que fuera el primero en salir de la habitación. Cuando lo hizo, juraría que la temperatura bajó diez grados.

—EM. ¿Desamor?

Me giré ante mi nombre.

Una chica sabia, de piel oscura y aspecto juvenil estaba parada frente a mí. Había escuchado los nombres de todos al comienzo de la reunión y los había visto en correos electrónicos y en documentos, pero no podía recordar quién era.

—Soy Myalin Hallbrook —dijo, extendiendo su delgada mano para que la estrechara.

Sonreí.

—Sí, el director financiero, por supuesto —dije.

Sus ojos eran brillantes y oscuros con un anillo dorado alrededor de su pupila.

—Es un placer conocerte al final —dijo.

De repente, otra persona apareció detrás de ella. Era un hombre alto, de seguro de veintitantos años como yo. Era bastante atractivo y delgado con cabello rubio de estilo natural. Él sonrió, sus ojos verdes se arrugaron un poco en las comisuras.

—Ah, y este es David Gilmartin. Acaba de regresar hoy de Shanghai. Ha estado allí adquiriendo nuevos talentos para un par de puestos que tenemos abiertos en nuestro equipo legal internacional —dijo Myalin.

Le di la bienvenida y estreché su mano firme, la calidez que había sentido antes tratando de resurgir.

Tragándolo y dándome una palmada mental en la frente, los tres charlamos un rato antes de regresar al trabajo.

Cuando salía de la habitación, me puse un traje gris. Una mano fuerte conectada a un traje diferente surgió para atraparme a mí y a mi archivo de papeles.