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Capítulo 24

Penulis: Candela Dulcérez
—¿Cómo está todo?

—El doctor dijo que estoy bien, y el bebé.

Catalina no se atrevía a mirar a los ojos de Héctor.

Esta vez fue demasiado impulsiva, incluso molestó a este hombre tan ocupado para que la rescatara.

Mordiéndose el labio, dudó un momento y dijo:

—Lo siento por causarte problemas hoy.

—Y gracias por salvarme.

Debió haberlo dicho cuando la rescató, pero en ese momento Héctor parecía enojado y ella estaba agotada física y mentalmente, así que no tuvo tiempo.

—No necesitas disculparte conmigo.

Héctor se sentó en una silla al lado.

Su aroma llegó a la nariz de Catalina, un fresco olor a montaña nevada que calmó al instante sus pensamientos inquietos.

—Eres libre de hacer lo que quieras, pero como estás embarazada, espero que dependas más de la familia Mendoza.

—Mientras no sean cosas demasiado extravagantes, podemos respaldarte y protegerte, no hay necesidad de que te arriesgues.

Catalina se quedó paralizada.

Desde pequeña, aparte de su abuela, nadie le había dicho
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