Mariana, obvio, notó la mala leche en la pregunta y respiró hondo.La verdad, ese tema no era secreto en su momento, pero habían pasado tantos años que ahora, que alguien lo sacara así de la nada y tan preparado, estaba claro que no era casualidad.Pero parecía que quien estaba detrás olvidó ¡que Mariana ya no era la de antes!Su psicólogo siempre le decía que huir no sirve de nada, que solo enfrentando las cosas se puede sanar.Mariana tenía la cara pálida, luchando contra las náuseas que le daban solo de recordar.Ahora ya tenía una nueva vida, no iba a dejar que esto la tumbara.Además, ya era pasado, todo había quedado atrás…Pero las miradas de todos encima de ella le recordaban la pesadilla de hace años…Miró al reportero que hizo la pregunta, quería contestar.Pero no le salió ni una palabra.En ese momento, alguien llegó más rápido y se puso a su lado, bajando la voz.—Mariana, tranquila, aquí estoy, no pasa nada.El calor de esa mano le llegó directo al corazón, y la mirada pe
—Nuestra empresa quiere usar este terreno para construir un resort, que en el futuro reciba turistas extranjeros y así abrir una puerta para la fusión cultural entre el país y el mundo…El director Roque escuchó y pensó que sonaba bien, asintió en silencio.Cuando le tocó a Dante, él le hizo una seña a Mariana.Mariana, sorprendida, levantó las cejas; no esperaba que confiara tanto en ella.Así que se animó y no se achicó.—Nosotros queremos desarrollar este terreno para la industria aeronáutica, hacer un centro de investigación, y así aportar a la industria aeroespacial del país…El director Roque escuchó su explicación, clara y directa, y cada vez se veía más sorprendido.Una chica así tenía metas tan grandes.En este momento, toda Mariana parecía brillar.Después de oírlos a los dos, el director Roque tomó su decisión, regresó al salón, agarró el micrófono y anunció:—Los derechos de este terreno se los voy a vender al señor Dante y a la señorita Mariana.En cuanto lo dijo, todo el
Pero luego le entró más coraje.¿Por qué Mariana, que según ella ya estaba “usada”, tenía a tantos hombres de calidad de su lado?¿En qué era mejor que ella?Instintivamente dirigió la mirada hacia Javier.Ya fuera apariencia, mente, temperamento y otros aspectos, él era muy inferior al hombre frente a ella.¿Por qué la vida era tan injusta?Javier también tenía cara de no creer lo que estaba viendo.Jamás se imaginó que Dante tuviera ese nivel.Dante ni se fijó en las caras de los dos, solo levantó tantito las cejas y, con tono relajado, soltó: —Si ella quisiera andar molestando, ni tendría que buscar tan lejos, ni me pela a mí, ¿crees que va a voltear a verlo a él?Claudia: —...Javier: —...Mariana: —...Los que estaban alrededor sintieron que tenía toda la razón.—Exacto, teniendo a un tipazo así al lado, ¿todavía va a fijarse en otros cualquiera?—¡Esta “heredera” de los Morales nomás anda ensuciando la reputación de los demás!—Antes era una cualquiera, ahora que regresó con los
A Mariana hasta le dio risa.Este cuate sí que no tiene vergüenza, ¿de dónde sacaba que era mejor que el senior?¿Y cómo podía tener la cara tan dura para decirlo?Justo cuando iba a contestar, se oyó una voz al lado.—¿Javier?Javier volteó y vio que era Claudia.Claudia, apretando su copa de vino, se acercó, aunque por dentro hervía de coraje.La heredera del terreno, la señorita Roque, también era de su círculo, y justo las había invitado a todas esa noche.Jamás pensó encontrarse a Javier aquí.Y menos verlo “platicando y riéndose” con Mariana.¿Entonces Javier le había dicho que no a su invitación porque sabía que Mariana iba a venir?¿Y todavía le inventó que era por trabajo?Enojada, se acercó directo.—¿Javier?Pero por fuera se aguantó, se colgó del brazo de Javier y le echó una mirada retadora a Mariana.—Mariana, Javier ahora es mi prometido, por favor ten tantita dignidad y deja de buscarlo para hacerte contactos, ¿va?Levantó la cabeza y el pecho, subiendo la voz a propósi
Reconoció en un segundo al hombre que había visto cenando con Mariana en el restaurante ese día.Sí se conocían bien.¿Y ahora ella venía con él?Pensando en eso, le entró una sensación de peligro todavía más fuerte.No pudo evitar apretar los puños.Antes, siempre era Mariana la que estaba con él, ayudándolo en todo, proyecto tras proyecto.¡Pero ahora ella estaba con otro, como si ya ni se conocieran!Estaban tan cerca, pero a la vez tan lejos.Javier, desesperado por no perderla, dio un paso adelante, justo quería decirle algo a Mariana...Pero justo en ese momento, el encargado del lugar, el director Roque, se acercó.Javier solo pudo aguantarse las ganas y calmarse por dentro.—Bienvenidos todos, gracias por venir. Hoy todos están aquí por este terreno grande que está atrás de mí, en la mejor zona.Este terreno es herencia de mi familia, y aunque lo vayamos a vender, quiero que caiga en manos de alguien que lo valore y le saque provecho de verdad.Así que no va a ser una subasta n
Mariana se espantó, volteó de golpe y vio que Dante estaba ahí, ni supo cuándo llegó.—¿Tú...?Lo miró con desconfianza, parpadeando.—¿Escuchaste todo lo que pasó?—Sí, justo estaba en el baño.Dante contestó bien tranquilo.Mariana parpadeó y se le notó una chispa traviesa en los ojos.—¡Bueno, al final me cachaste! La neta, intenté asustarla, no pensé que sí iba a aflojar.—Si de verdad tuviera pruebas, no la hubiera dejado ir tan fácil.Gente así, que ni le echa ganas a estudiar y encima quiere echar a perder el trabajo de los demás, ni vale la pena sentir lástima.Con que la saquen del equipo y todavía pueda seguir de posgrado, ya es ganancia.—¿No vas a pensar que soy bien mala?Los ojos de Mariana brillaban, como de zorrita traviesa, pero en vez de caer mal, daban ganas de apapacharla.Dante se aguantó el pensamiento, se aclaró la garganta.—No hiciste nada malo, no tienes por qué sentirte mal.Se notaba que la vida ya le había dado sus buenas lecciones, pero en vez de volverse