En la noche de Navidad, mis padres seguían trabajando afuera, dejándome sola otra vez en casa.Pensando en que así había sido durante veinte años, ya no quería pasar sola y fría otra Navidad, así que tomé una torta navideña y fui a buscarlos.Para mi sorpresa, aquellos mismos padres que siempre decían que trabajaban sin descanso, bajaron de un carro de lujo, abrazando a un chico de mi edad, riéndose y charlando como si nada, camino a un restaurante carísimo.—Papá, mamá, ¿están seguros de que no pasa nada dejando a Estelita solita en casa? Mi mamá respondió sin darle importancia:—No importa, ya está acostumbrada.Mi papá, como si nada, dijo:—Ella no puede compararse contigo, tú eres nuestro tesoro.Me di la vuelta y me fui. Me estaban mintiendo diciendo que estaban pobres, esta vez no quiero su compañía ni un poco.***Al llegar a casa, tiré toda la comida de la mesa. Antes, jamás lo habría hecho. Desde que tengo memoria, sabía que en casa no había dinero. Todo lo que tenía, desde
Baca selengkapnya