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Capítulo 98

Penulis: Violeta
—Celia, ¿te divierte enojarme?

César aplicó más fuerza en el agarre, causándole dolor en la muñeca. Pero eso también la hizo reaccionar.

—Señor Herrera, es tan presumido. ¿Enojarte? ¿Para qué me tomaría la molestia?

Él no respondió, solo la observaba con una calma impasible, como si quisiera descifrar cada uno de sus movimientos.

—¡Suéltame! ¡Me duele!

El dolor ya era casi insoportable y los ojos se le enrojecieron por el resentimiento. Instintivamente, César aflojó el agarre ante la expresión de ella. Al liberarse, Celia se frotó la muñeca, enfurecida.

—¿Qué más quieres? ¡Dime!

No lo entendía. Antes la ignoraba por completo. ¿Por qué ahora no podía hacerlo como siempre?

—Ya te dije que no te acerques tanto a Alfredo.

—Yo no me meto en lo tuyo con Sira. ¿Por qué tú tienes el derecho de interferir en mis asuntos?

—No es lo mismo —le dijo con la cara difícil de leer sus verdaderos sentimientos.

Celia apretó los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos, sintiendo un dolor que i
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    De regreso, Enzo se rio a carcajadas dentro del auto.—¡Y temía que te intimidaras! ¡Pero manejaste la situación con gran aplomo! —le dijo a Celia muy contento.Ella se aferró a su brazo.—No dejaré que mi papá y mi hermano queden en vergüenza.Enzo hizo un gesto, despreocupado.—A nosotros no nos importa su actitud. No nos afectará.Su actitud detrás de estas palabras era clara: sin importar si ella cometía un error, la respaldarían sin condiciones. Celia bajó la mirada, sintiendo una calidez en su interior. Sus padres y su hermano la amaban mucho, y sinceramente.—Por cierto, el banquete de bienvenida para ti tendrá que ser fastuoso. Ben, te encargo esta tarea, ¿vale? —propuso Enzo.Ben sonrió y aceptó.—Enseguida contactaré con el hotel para hablar del menú.Luego, volvió su mirada hacia Celia.—Si tienes alguna petición especial, no dudes en decírnosla.Celia apretó ligeramente los labios antes de responder.—No tengo ninguna petición especial. Si papá quiere, organiza el banquete

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