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Capítulo 184

Author: Celia Soler
Gabriel observó la expresión triunfante de Andrea. Era curioso que una chica como ella no tuviera ni una pizca de vergüenza.

—Por favor, ya no le metas ideas raras en la cabeza.

—¿Raras? ¿A poco no te gustó? Pobre de Regi, la trajiste en jaque esos dos días. Hasta le vi las marcas que le dejaste en el cuello…

—Bueno, ya. Dale esto a Alan, yo le digo que se encargue.

Gabriel llamó a Alan, le pidió que entrara y le dio un par de instrucciones rápidas. Mientras Andrea salía con él, con la memoria USB en la mano, murmuró entre dientes:

—Travieso.

Cuando Andrea se fue, Gabriel volvió a tomar su celular para ver las fotos. No pudo evitar sonreír mientras las miraba.

***

Gabriel reservó un salón privado en el Hotel del Prado, el mismo donde sus padres habían cenado con la familia Valderrama.

Regina le mandó la dirección a Lisa.

Al salir del trabajo, Gabriel pasó a recogerla. Se subió al carro, contenta.

A esa hora el tráfico era un desastre, avanzaban a vuelta de rueda.

Pero a Regina no le im
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    Gabriel observó la expresión triunfante de Andrea. Era curioso que una chica como ella no tuviera ni una pizca de vergüenza.—Por favor, ya no le metas ideas raras en la cabeza.—¿Raras? ¿A poco no te gustó? Pobre de Regi, la trajiste en jaque esos dos días. Hasta le vi las marcas que le dejaste en el cuello…—Bueno, ya. Dale esto a Alan, yo le digo que se encargue.Gabriel llamó a Alan, le pidió que entrara y le dio un par de instrucciones rápidas. Mientras Andrea salía con él, con la memoria USB en la mano, murmuró entre dientes:—Travieso.Cuando Andrea se fue, Gabriel volvió a tomar su celular para ver las fotos. No pudo evitar sonreír mientras las miraba.***Gabriel reservó un salón privado en el Hotel del Prado, el mismo donde sus padres habían cenado con la familia Valderrama.Regina le mandó la dirección a Lisa.Al salir del trabajo, Gabriel pasó a recogerla. Se subió al carro, contenta.A esa hora el tráfico era un desastre, avanzaban a vuelta de rueda.Pero a Regina no le im

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