Share

Capítulo 8

Penulis: Nadia Ríos
¿Abajo? ¿Qué demonios podía haber abajo, aparte de los jugadores muertos?

De inmediato, solté los cubiertos y, con una expresión exagerada de náusea, me llevé la mano al estómago y dejé escapar un gemido. Me acerqué al Boss y le solté:

—¡Uf! ¡Qué asco! No puedo comer carne, seguro es por la lo de anoche... ¡Creo que estoy embarazada!

Sofía me miró con una expresión de pura diversión, mientras que los viejos, completamente sorprendidos, no tardaron en ordenarle al Boss que me llevara a descansar.

El Boss, rojo como un tomate, me levantó a toda prisa, y se inclinó hacia mi oído para susurrar, visiblemente preocupado:

—Tú... estás hablando tonterías. Nosotros no... no hemos...

¡Qué tierno! ¡Ni siquiera puede decir "no nos acostamos"!

Vi la oportunidad y me dejé caer en su abrazo, aprovechando para tocarle los abdominales mientras le susurraba en voz baja:

—No te preocupes. Si quieres, ¡podemos dormir ahora mismo!

Los comentarios del chat estallaron en un frenesí:

"¡Ivana, qué descarada! ¡No tienes vergüenza!"

"¿Me equivoqué de canal o qué? ¿Estoy viendo OnlyFans aquí?"

"Es cierto, el Boss de la cabeza cortada y la chica se ven súper bien juntos. Él tiene una pinta ruda, pero es un tierno por dentro, y ella es toda dulzura por fuera, ¡pero bien salvaje por dentro! ¡Qué cosita! ¡No puedo con su química! ¡Ahora soy fan número uno de ellos!"

Al final, no logré dormir con el Boss.

Porque, tan pronto como entramos en la habitación, el Boss, con el rostro encendido, se armó de valor y fue directo al grano:

—Ivana, lamento mucho lo que sientes por mí. Aunque el tiempo ha sido corto, reconozco que también tengo sentimientos distintos hacia ti.

—Pero Sofía es mi hija. Y aunque esto sea solo un juego, me gustaría contar con su aprobación antes de considerar... lo que sea que pase después. Es mi responsabilidad como padre.

Le clavé la mirada, observando fijamente la cicatriz en su cuello, la marca donde se había unido su cabeza.

Me acerqué un poco más y pude notar que no era una simple cicatriz, sino varias marcas, como si lo hubieran cortado con una cuchilla sin filo muchísimas veces antes de separarlo.

Durante estos días, siempre se había cubierto la zona con una corbata.

No pude evitar quitarle la corbata y, sin poder controlarme, lo besé justo en esa área.

—No... es feo.

El Boss, sorprendido, intentó apartarme, pero de inmediato pensó que podría lastimarme, y se quedó un poco perdido.

—No, no es feo en absoluto.

Mientras lo besaba, susurré, con las lágrimas corriendo por mis mejillas:

—¿Te duele?

Nunca antes lo había encontrado tan atractivo.

Escuché una risa suave y baja, que me rozó la oreja:

—El dolor ya pasó. Ahora no me duele nada.

Vaya, con la excusa del embarazo, logré engañar al viejo y a la vieja.

Durante estos días, yo misma me encargué de cocinar toda la comida, usando únicamente los ingredientes que el Boss había traído del supermercado, sin siquiera tocar lo que los viejos tenían en sus bolsas.

Y para que todo pareciera más creíble, desde la segunda noche, el Boss y yo empezamos a dormir juntos.

Justo a medianoche, mientras le daba vueltas a la cabeza sobre cómo podría terminar de conquistarle, Sofía apareció de repente con su carita de tristeza:

—Mamá, ya no me quieres. ¿Qué tiene de bueno papá? Yo te quiero más que nadie.

Mientras decía esto, Sofía miraba al Boss con furia.

Su falda blanca comenzaba a tornarse roja, y las cicatrices en el cuello del Boss se agrandaban... Parecía que se venía una pelea tremenda.
Lanjutkan membaca buku ini secara gratis
Pindai kode untuk mengunduh Aplikasi

Bab terbaru

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 17

    Bruno se descontroló de repente y gritó como un loco:—¿Pero qué diablos? ¡Eso no es más que un corazón humano vivo, y yo también tengo uno!No se atrevía a atacar a otros, así que, aprovechando que Paula estaba distraída, la agarró de golpe y la lanzó contra su propia puerta.Una de las cerraduras de la puerta de Bruno se transformó al instante en una enorme cabeza con las mandíbulas abiertas, que devoró a la chica de un solo bocado, antes de que pudiera siquiera gritar.Ni siquiera quedaron huesos.No tuve ni tiempo para detenerlo.Bruno me miró, completamente fuera de sí, y entendí que también quería lanzarme a mí. Después de todo, le faltaba abrir dos cerraduras.Sofía soltó una risita fría. Su vestido blanco comenzó a hincharse sin parar hasta convertirse en una especie de máquina trituradora, que se cerró de golpe sobre Bruno.En cuestión de segundos, el aire se llenó de trozos rojos flotando a nuestro alrededor. La sangre empapó su vestido hasta convertirlo en un mar escarlata.

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 16

    Los comentarios en el chat estallaron:"¡Vamos a presenciar historia! ¡Es la primera vez que se completa este juego!"Sin embargo, al pensar en irme, me di cuenta de que no estaba tan feliz como imaginaba.A las once de la noche, los cuatro me acompañaron hasta el primer piso.Lo que antes era una muralla impenetrable en la entrada, ahora tenía tres puertas grandes, antiguas y de color negro.Cada una con un número distinto de cerraduras. La mía tenía cuatro, la de la chica delgada una, y la del entrenador dos.Bueno... tal vez ya sabía qué significaba todo eso.Sobre cada puerta, estaba escrito un nombre con el nivel de terror debajo.El mío: "Ivana, nivel de terror: 0."La chica delgada: "Paula, nivel de terror: 99.9."El entrenador: "Bruno, nivel de terror: 90."Los otros dos me miraban sorprendidos, como si no pudieran entender cómo había llegado hasta aquí.¿Qué? Si todos aquí eran tan adorables y amables, ¿qué podría temer?Justo en ese momento, la voz mecánica volvió a sonar, es

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 15

    La vieja, que en vida había sido una madre súper cariñosa, murió en un terrible incendio.Su hijo, que sabía perfectamente cómo usar el extintor y los equipos de emergencia, no pudo hacer absolutamente nada, porque la manguera no tenía ni una gota de agua. Tuvo que ver cómo su madre se quemaba viva, sin poder salvarla.El Boss de la cabeza cortada, por otro lado, era hijo de un miembro de una organización demoniaca. Tenía un excelente desempeño académico, se graduó de una universidad prestigiosa y, con muchísimo esfuerzo, logró escapar de su familia. Pero sus padres, completamente manipulados, creyeron que al comer el cerebro de su propio hijo podrían vivir para siempre.Así que, aprovechando que él estaba desprevenido, lo atacaron con un cuchillo sin filo, le cortaron la cabeza y trataron de sacarle el cerebro.Y aquí estamos, todos reunidos, formando esta extraña y algo torpe familia. Tal vez no sea una coincidencia.De hecho, un día antes del accidente que me costó la vida, había c

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 14

    Sobrevivir hasta el cuarto día no significa necesariamente que tengas que conquistar a los vecinos y conseguir todas las tarjetas de visita.No todos tienen la suerte que tengo yo, de contar con tantos objetos poderosos que me protegen. Y, por supuesto, no todos tienen acceso a los periódicos del piso bajo para influir en los demás psicológicamente.Así que, existe otro camino: La captura y la absorción.A partir del cuarto día, si el jugador A mata al jugador B, el jugador A obtiene la tarjeta de visita de B y, además, heredará todas las tarjetas que B haya conseguido.Es algo así como un juego de caza y control.Si A cuida a B, lo mantiene a salvo hasta que esté lo suficientemente débil, al final A podrá aprovecharse de todo lo que B haya logrado.Y en el fondo, todos nosotros somos los jugadores atrapados que Ana y Hugo están criando.Y, para sorpresa de todos, yo soy la que mejor les ha salido.En las reglas de este juego de terror, el suicidio y las peleas entre jugadores están pe

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 13

    Llegué al piso diez. Ya llevaba varias tarjetas de visita acumuladas en las manos.Desde el piso veinte en adelante, el miedo ya no era tan fuerte, y de hecho, encontré a dos jugadores sobrevivientes.Sin embargo, ninguno se atrevió a desafiarme.Claro, tampoco tuvieron que ayudarme a visitar a los vecinos.Porque los vecinos aquí eran súper amables, ¡incluso abrían la puerta ellos mismos y me entregaban la tarjeta con gusto!Al final, se unieron a mí para visitar a otros vecinos, y así fuimos bajando hasta llegar al piso diez.Los comentarios del chat no tardaron en llegar:"¡Obvio! Con los cuatro grandes Boss del piso treinta vigilando, ¿quién se atrevería a no darle la tarjeta?"Cuando llegamos al piso diez, nos encontramos con un monstruo de dos metros de altura, cuerpo humano y cabeza de perro, parado en medio del pasillo.La puerta estaba completamente abierta, y adentro, había montones de huesos humanos, completamente blancos.El monstruo nos entregó tres tarjetas de visita.Jus

  • Miope y perdida en el juego del terror   Capítulo 12

    —Aquí no hay marcas caras ni falsificaciones, solo vida y muerte. Así que, puedes ponerte lo que se te antoje, salir sin maquillaje si te da la gana, o cargarte todo el maquillaje que quieras. Y si alguna vez llegan aquí después de morir, puedes hacerles lo que te dé la gana.—Claro. Yo de hecho pienso que esa gente, aunque ya esté muerta, no merece una segunda oportunidad de resurgir.Al escuchar lo que yo decía, la chica soltó una sonrisa amplia.Sacó con calma un par de látigos que brillaron en sus manos, y sus ojos se iluminaron con una luz sangrienta.—Está bien. Voy a ser yo misma. Si algún día ellos llegan, morir a mis manos será un honor para ellos.La vi sonreír satisfecha, y no pude evitar sentirme aliviada. Eso sí estaba mucho mejor. ¡Esa sí era la actitud que tenía que tener!***Llegué al piso veintisiete. Allí encontré a una mujer joven, vestida con un uniforme y un maquillaje llamativo, y llevaba un delantal. Sin embargo, algo no cuadraba en su apariencia.En sus manos,

Bab Lainnya
Jelajahi dan baca novel bagus secara gratis
Akses gratis ke berbagai novel bagus di aplikasi GoodNovel. Unduh buku yang kamu suka dan baca di mana saja & kapan saja.
Baca buku gratis di Aplikasi
Pindai kode untuk membaca di Aplikasi
DMCA.com Protection Status