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Capítulo 243
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Venganza en la Corte de Jade Capítulo 705
A Gaius lo despertaron en medio de la noche; se le notaba el cansancio en la cara.—Remigio, más te vale que esto sea algo muy grave…Serafina lo agarró del hombro y lo sacudió con fuerza un par de veces, como si quisiera sacarle el sueño a golpes.—¡Escucha bien! —dijo—. Lucina es la hija ilegítima de Lentulo.Apenas escuchó eso, Gaius abrió los ojos de par en par.—¿Es hija de Lentulo? —preguntó—. Entonces… ¿Regina tuvo algo que ver con él?La sorpresa lo dejó paralizado.Jamás se hubiera imaginado que Regina, que parecía tan amable y buena, hubiera hecho algo así.—Remigio, ¿qué fue exactamente lo que pasó? —preguntó.En ese momento, Gaius ya estaba completamente despierto.Serafina habló con calma:—Cuando Regina supo que Lucina estaba cultivando la Conjuración Celestial, y sobre todo cuando se enteró de que había causado la muerte de tanta gente inocente, no quiso dejar que siguiera haciendo daño. Ella tiene una forma de contactar a Lucina; mañana mismo nos vamos.Gaius lo pensó u
Venganza en la Corte de Jade Capítulo 704
Lucio miró a la mujer que tenía enfrente; en sus ojos ya no quedaba ni rastro de la antigua dulzura.—Livia, de verdad no tienes remedio.Dicho eso, dio media vuelta y le dio la espalda, sin querer mirarla ni un segundo más.Livia se había quitado la ropa hasta quedar solo en ropa interior; caminó hacia él y lo abrazó por detrás, pero él reaccionó brusco y se liberó de inmediato.—¡Lárgate! —gritó—. ¡No me toques!Livia le miró la espalda y se rio sutilmente, de una forma extraña.—En ese entonces me encerraste y dijiste que querías curarme, que querías convertirme en una persona normal y que no debía ocultar mi enfermedad —dijo—. Hoy quiero ayudarte a curarte yo… ¿y ahora no lo aceptas?Lucio apretó la mandíbula y se puso pálido.Como no le respondía, Livia le dio la vuelta y se paró frente a él; tenía una mirada dulce, pero escondía unas ganas de matar.—¿Por qué no me ayudas? —preguntó—. ¿No será que… desde hace tiempo querías echarme para quedarte tú solo con el emperador?Lucio la
Venganza en la Corte de Jade Capítulo 703
Lucina estaba cultivando su poder en la cueva de piedra de al lado.Su Conjuración Celestial ya había llegado a la segunda fase y avanzaba mucho más rápido de lo que ella esperaba.Todo parecía indicar que esa técnica era, de verdad, más adecuada para la constitución flexible de las mujeres.¡A lo mejor podía cultivarla más rápido y mejor que Lentulo!Cuando alcanzara la perfección, se iba a convertir en la número uno del mundo marcial; llegado ese momento, nadie iba a ser rival para ella.El mundo entero se iba a tener que someter a ella, incluidos Remigio, Gaius y los demás.Lucina tenía una mirada llena de ambición desenfrenada y determinación feroz, como la de alguien que sabe que va a ganar.A la persona que más quería eliminar seguía siendo Lentulo.Mientras no tuviera noticias de su muerte, no le quedaba de otra que seguir escondiéndose y cultivando su poder.Pero lo que ella no sabía era que Lentulo, en ese mismo momento, estaba en el Reino de Noriano.***Reino de Noriano.Ade
Venganza en la Corte de Jade Capítulo 702
Claudio miró a la persona que tenía enfrente y no lo podía creer.Esa figura se quitó el velo que le tapaba la cara y dejó ver una cara que él conocía demasiado bien.—¿Qué pasa? ¿Ya no me reconoce? —Serafina sonrió con calma; parecía una sonrisa, pero también sonaba como si le estuviera reclamando un poco.Llevaba ropa negra de noche, completamente pegada al cuerpo, y tenía el pelo largo recogido en lo alto, lo que le daba un aire ágil y decidido.En la cara se le notaba el cansancio del viaje, estaba cubierta de polvo y fatiga, pero esa pequeña sonrisa la hacía parecer una flor que nace en el desierto, llena de vida.Claudio todavía sentía que no era real; se levantó de inmediato, se echó algo de ropa encima sin cuidado y caminó hacia ella con pasos largos.Serafina dio dos pasos hacia atrás y, con la cara seria, lo detuvo.—Estoy llena de polvo.La seriedad en los ojos de Claudio desapareció al instante; no le hizo caso a la advertencia, la jaló directo a sus brazos, le besó la fren
Venganza en la Corte de Jade Capítulo 701
Lucio no la delató por haber estado escuchando a escondidas; al contrario, la miró con una dulzura como el agua tranquila.—Vámonos, hay que volver —dijo—. Sigamos con la partida de ajedrez.De repente, Neria sintió un escalofrío que no pudo explicar.Se volteó, pero ya no vio a nadie en el pabellón lateral.No sabía que, cuando ella y Lucio se alejaron, Livia se quedó parada junto a la ventana y la miró con odio.Lucio había rechazado a Livia.El corazón le ardía de rabia.Cada vez que veía a Neria, los recuerdos del pasado regresaban.En ese entonces, Neria apenas tenía uno o dos años, y el emperador sentía un cariño especial por esa niña.Niña despreciable: todavía usaba pañales y ya sabía cómo llamar la atención de los hombres.Y ahora, junto al emperador, aparecía otra Remigio.¡Todos los que le quitaban la atención del emperador merecían morir!Livia sonrió un poco, aparentando que era tranquila e incluso sumisa.***Después de encargarse de los asesinos, Claudio escribió una car
Venganza en la Corte de Jade Capítulo 700
Livia tenía la mirada llena de tristeza.—Su Majestad, reconozco mi error. No lo voy a volver a hacer.Remigio era el límite intocable de ese hombre, así que mientras él la perdonara, ella no volvería a tocar ese tema.—Su Majestad, yo solo quería que usted fuera feliz…Claudio se levantó, con su actitud imponente.—La abuela imperial no te traicionó; a su manera, te protegió. ¿Y tú? Livia, le echaste toda la culpa a ella.La mirada de Livia vaciló.—No, yo solo… yo solo dije la verdad. La idea de matar a Remigio fue de la abuela imperial. ¿Decir la verdad también es pecado?La mirada de Claudio se volvió penetrante como un cuchillo.—Soy el emperador. ¿De verdad creíste que podías manipularme y usar trucos frente a mí? Hace años te prometí que te daría dignidad y que no te faltaría nada en este palacio, pero tú también prometiste no usar intrigas conmigo. Sabías que detesto a las mujeres del harén que ocultan intenciones, traicionan y manipulan, y fuiste tú la que rompió primero esa p
