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¿Le estaba exigiendo que se arrodillara y se dirigiera a él como su Maestro? La expresión de Cheryl cambió drásticamente mientras miraba a Darryl. "No seas tan presuntuoso...". Darryl se encogió de hombros. "Muy bien, no te obligaré. Puedes llamar a tu prometido para que me ate de nuevo. Aunque tenga una canción, no te la daré". Cheryl se mordió los labios mientras miraba fijamente a Darryl; apretó los dientes con odio. ¡No estaba dispuesta a dirigirse a Darryl como su Maestro! Sin embargo, la canción que había cantado antes sonaba muy bien. Si pudiera cantar la canción en el escenario al día siguiente, definitivamente sería aún más popular. "Te doy tres segundos". Darryl dijo con una sonrisa: "Si no te diriges a mí como tu Maestro en tres segundos, no tendrás otra oportunidad de hacerlo". "Tres". "Dos". Cheryl se mordió el labio con fuerza; casi le sangra. "Uno". Cheryl entró en pánico de repente y pisó los pies con ansiedad. "Aceptare el trato". Pfft... Las

Aurora golpeó la mesa con su mano cuando escuchó que decenas de miles de discípulos de la Secta Palacio Vida Eterna estaban allí. Fue un simple golpe en la mesa, ¡pero la mesa se rompió en pedazos! Entonces, Aurora se levantó orgullosamente con una expresión fría en su rostro. "Salgamos a echar un vistazo". Aurora salió de la sala con orgullo con una expresión fría en el rostro. Unas cuantas ancianas, entre ellas la Madre Abadesa Maureen, se apresuraron a seguir a Aurora. Fuera de la puerta, decenas de miles de discípulos de la Secta del Palacio Vida Eterna podían verse desde la distancia. Todos ellos estaban en filas ordenadas. ¡Eran muchos! Una elegante figura vestida de blanco se encontraba en una roca cercana. Llevaba un abanico, y parecía apuesto y distante. Era Chester Wilson. Su mirada fría contrastaba con la calma y la serenidad de su persona. Cuando Aurora apareció, Chester dijo fríamente: "Maestra de la Secta Aurora, estoy aquí con un solo propósito, y es por s

Cuando la palma de Darryl se acercó, Marcus se quedó sorprendido, pero se apresuró a estirar las palmas para resistir el ataque. ¡Boom! Las dos palmas chocaron en el aire. La expresión de Marcus cambió drásticamente mientras su cuerpo era enviado hacia atrás. Se oyó un aullido, y luego Marcus escupió una bocanada de sangre; ¡su cara se sonrojó! Luego se deslizó hacia el suelo. Marcus estaba muy asustado mientras miraba a Darryl sin comprender. ¡Se había quedado sin palabras! Darryl sonrió mientras caminaba y miró a Marcus con frialdad. "Puede que haya visto a tu prometida mientras se cambiaba, pero me he disculpado con ella y le he hecho una canción. Tu prometida también ha decidido llamarme su maestro, y sin embargo has decidido venir a matarme. Ahora dime, ¿crees que deberías morir?". ¡Los ojos de Darryl brillaron con intención de matar! Al mirar los ojos de Darryl, el cuerpo de Marcus tembló; estaba estupefacto. Entonces, se levantó y se arrodilló frente a Darryl.

¿Ese mocoso había escrito la canción? Los periodistas apuntaron sus cámaras a Darryl. "No hace falta que suba al escenario", dijo Darryl con una sonrisa. "Vamos, Maestro". Cheryl le sonrió cálidamente. "Tú escribiste esta canción, así que también deberías estar aquí". El entusiasmo de Cheryl lo ahogaba, así que Darryl sonrió y subió al escenario con vacilación. ¡Guau! Todas las miradas estaban puestas en Darryl; ¡todos estaban sorprendidos! '¿Quién es este chico?'. 'Nunca lo he visto antes...'. Simon se acercó a él y miró a Darryl con arrogancia "Chico, ¿has escrito tú esta canción?". Como todos los que le rodeaban, Simon tenía dudas. No creía que un joven pudiera escribir una canción tan buena. Y lo que es más importante, el chico no era de la Secta Artemisa. Solo los discípulos de la Secta Artemisa tendrían tales habilidades. Después de todo, la Secta Artemisa era una de las cuatro sectas principales. Mucha gente se esforzaba por entrar en la secta. ‘Esta p

"¿Cómo podrían tener solo una ronda?”. La multitud estuvo de acuerdo con la sugerencia; estaban ansiosos por ponerse del lado de Simon. Darryl se burló en su interior. '¡M*ldita sea! Esta gente está en todas partes'. Puso una sonrisa falsa en su cara y dijo: "De acuerdo, dos victorias en tres asaltos. Me aseguraré de convencerte. Vamos, ¿quién quiere proponer otro tema?". "¡Yo lo haré!". Un hombre de mediana edad se levantó de repente entre el público. El hombre era el propietario del Salón de Baile de la Riqueza, Howard Wallis. Por supuesto, nadie estaría en desacuerdo si el jefe quería proponer un tema. Howard pensó durante mucho tiempo antes de decir: "Bueno, vamos a proponer un poema para alabar a la mujer que está a tu lado". Toda la sala se quedó en silencio. Todos los ojos estaban puestos en Simon. ‘¿Alabar a la mujer de al lado? Fácil’. Simon se mostró confiado. Miró a su mujer, Summer, con una sonrisa. Reflexionó durante casi tres minutos antes de decir: "L