Lahat ng Kabanata ng ¿Cómo soy tan rico?: Kabanata 1381 - Kabanata 1390

Cuando Gerald vio a esas personas, no pudo evitar sacudir la cabeza mientras sonreía con amargura.Era bastante dramático si él lo pensaba. Hace apenas un año, Gerald definitivamente se habría sentido extremadamente nervioso, sin importar qué tan tranquilo estuviera normalmente, si se encontrara con tantos guardaespaldas rodeándolo.Pero en ese momento, no sería una broma decir que con un solo movimiento del dedo de Gerald hacia esas personas, todos estarían muertos en un instante, sin saber siquiera cómo murieron.Era obvio que cuando una persona poseía una gran fuerza y ​​un poder que superaba con creces a la de una persona común, se mostraría totalmente indiferente incluso al enfrentarse a ese tipo de intimidaciones. Él no se lo tomaría en serio.En ese momento, Chester y Aiden ya habían regresado a la Ciudad de Mayberry para recuperarse y tratar sus heridas.Ahora que Gerald no podía encontrar a Zyla, tendría que obtener algunas pistas de esta gente.“¡Esperen un minuto!”.E

Ella nunca sería la oponente de estas personas.En ese momento, ella estaba tan asustada que las palmas y el dorso de las manos le sudaban.Se suponía que Darío era el apoyo y el pilar de fuerza de la familia Dailey, pero en ese momento, ¡¿él les estaba dando la espalda?!“Entonces, ¿ahora qué, señorita Dailey? El maestro Darío es uno de los mejores maestros, pero parece un esclavo que trabaja para la familia Dailey. Sin embargo, sería una historia completamente diferente si el maestro Darío se quedara con nosotros. ¡El maestro Darío se convertirá en el invitado de honor de la familia Lacraft!”, dijo Tilar mientras sonreía.“Ustedes... ¿qué piensan hacer?”, dijo Yileen mientras tragaba saliva.“¡Jajaja! Sé que tu padre te ama mucho porque eres su única hija. Si él se entera de que has caído en nuestras manos, ¡creo que tu padre seguramente estará de acuerdo y firmará algunos de los términos del acuerdo que el señor Xanthos va a plantear! ¡En realidad es así de simple!”, dijo Tilar

“¡Jajaja! Jefe, ya he confirmado que esta persona definitivamente es un lunático. ¡No es posible que él esté más loco que esto!”.La multitud de personas se reía a carcajadas en ese momento.Sin mencionar a los demás, incluso Yileen también miraba a Gerald como si fuera un tonto.Este hombre de verdad estaba loco.Él pudo haber sido un poco más inteligente, y simplemente podría haberse arrodillado y suplicar a Tilar por misericordia en ese momento. Sin embargo, estaba diciendo tonterías engreídas sin usar para nada su cerebro. No, de hecho, incluso estaba hablando como un loco.¡Él ya estaba a punto de morir! Al principio, Yileen había sentido algo de lástima por él, pero en ese momento, ya no sentía ni un rastro de simpatía por él.‘¡Es un tonto y realmente merece morir!’, pensó Yileen.“Maestro Darío, ya me he reído lo suficiente. Se suponía que matarlo era un asunto extremadamente serio. Pero nunca esperé que este joven lo convirtiera en un asunto tan divertido. ¡Olvídalo! ¡M

En la sala de estar de la mansión Xanthos.Un hombre de mediana edad y un joven estaban sentados en el sofá mientras discutían algo serio con siete personas, que vestían uniformes negros.“Este asunto relacionado con las ruinas históricas será el evento más grande que sacudirá al mundo entero. Por lo tanto, esta vez tenemos que ser muy cuidadosos y meticulosos. En cuanto a ustedes siete, tienen habilidades y capacidades extraordinarias. Así que tendremos que confiar en ustedes, maestros, para que nos ayuden en el futuro”.El hombre de mediana edad dijo mientras se reía con una taza de té en la mano.Ese hombre de mediana edad era Wesson Xanthos, y era el jefe de la familia Xanthos, que era una conocida fuerza familiar. Wesson era un hombre muy cruel y despiadado, y había estado adorando la teología toda su vida. Había estado expandiendo y construyendo a su familia continuamente con la ayuda y la conexión de varias fuerzas oscuras a lo largo de los años.El joven a su lado era Sloa

Poco tiempo después, Gerald, que viajaba en el coche que Wesson había preparado, de repente sintió que el coche se detenía. Observando cómo el conductor encendía un cigarrillo y miraba por el espejo retrovisor mientras le dedicaba una fría sonrisa a Gerald, Gerald preguntó: “Estamos a la mitad del camino, ¿no es así? ¿Por qué detuviste el coche?”. “Oh, lo sé muy bien. Estoy un poco cansado, ¡así que necesito descansar un poco!”, respondió el conductor, con el desprecio escrito en todo su rostro. “¿Cansado? Por favor, no llevas mucho tiempo conduciendo. Mira, puedes hacer lo que quieras cuando llegue a mi destino, pero hasta entonces, ¡será mejor que conduzcas bien!”, dijo Gerald mientras sacudía la cabeza. Honestamente, Gerald no estaba dispuesto a matar gente si no lo necesitaba. Después de todo, todas las vidas eran valiosas. Si ese no hubiera sido su punto de vista sobre la vida, entonces habría pasado menos tiempo hablando tonterías con esas personas y simplemente las habría