Semua Bab ¿Cómo soy tan rico?: Bab 2341 - Bab 2350

Al ver que Walter sonreía, el tercer anciano no pudo evitar preguntar: “¿Le agrada, patriarca?”. “Bastante, aunque no puedo decirlo con seguridad todavía, ya que aún no sé cómo es su personalidad. Tampoco sabemos mucho sobre su familia o tutores. En cualquier caso, si no hay ningún problema en esas áreas, entonces no estoy en contra de que se convierta en mi yerno”, respondió Walter asintiendo. Walter, por su parte, sabía que si Gerald era capaz de poseer el Espíritu Primordial Titánico a una edad tan joven, definitivamente sería un gran personaje en el reino del cultivo dentro de diez o veinte años. Por lo que, él no estaba dispuesto a perder la oportunidad de conseguir un yerno tan sobresaliente. “¿A quién llamas yerno, padre? ¡Eso suena tan vergonzoso!”, exclamó Mia, que los había estado siguiendo en silencio todo este tiempo, antes de agarrar el brazo de su padre. “Bueno… ¿no es él la mejor elección posible para ti? Si él puede pasar mi prueba, entonces tu reputación segura

Al ver al tercer anciano, Mia se acercó a él antes de sonreír con ironía mientras preguntaba: “¿Va a algún lado, tercer anciano?”. Asintiendo en respuesta, el tercer anciano respondió: “Así es, joven señora... El Amo me envió a hacer un recado”. “Ya veo… Como sea, ¿de qué estaban hablando ustedes dos allí dentro…? Solo quiero la verdad”, respondió Mia mientras se interponía en su camino. “No era nada importante... El Amo solo me dijo que vigilara de cerca a Gerald y que me asegurara de que la subasta se llevara a cabo a tiempo”, dijo el tercer anciano tragando saliva levemente, asegurándose de ser extremadamente cuidadoso con lo que decía. Después de escuchar eso, Mia no pudo evitar sonrojarse un poco. Estando inquieta y habiendo perdido su compostura anterior, ella respondió: “¿Qué tiene de bueno él de todos modos…?”. “… Bueno… Creo que usted ya sabe esto, pero el Amo probablemente tiene la intención de convertir a Gerald en su yerno si el chico cumple con todas sus expectat

Cualquiera que sea el caso, aunque todos esperaban que se subastaran artículos más emocionantes, ya que el caldero con forma de bestia estaba en juego esa mañana, terminaron decepcionados ya que solo se vendieron unos pocos artículos raros. Aunque era cierto que artículos tan raros sin duda habrían causado revuelo entre la gente común, los presentes en la subasta eran cultivadores de grandes familias. En otras palabras, los artículos de esa tarde eran casi como basura para ellos. En cualquier caso, cuando terminó la subasta, y todos comenzaron a irse, ya estaba oscuro. Aunque algunas personas tenían expresiones desanimadas en sus rostros, después de estar sentados allí durante todo un día, todos estaban tan cansados ​​que tenían más ganas de volver a sus habitaciones para descansar un poco... Naturalmente, Gerald y su grupo caminaron entre esta multitud. Sin embargo, mientras caminaban, Gerald no pudo evitar fruncir el ceño ligeramente. Él, por su parte, podía sentir que alguien lo

Observando cómo Walter se sentaba en el extremo opuesto, aunque el Tercer Anciano y Yaacob permanecían de pie y en silencio detrás de él, Gerald se limitó a sacudir la cabeza antes de decir: “No he cenado. Yaacob me trajo aquí inmediatamente después de que terminara la subasta”.“¿Qué? ¿Por qué no dejaste que Gerald comiera algo antes de traerlo?”, preguntó Walter mientras levantaba una ceja levemente y miraba a Yaacob.“¡M-Me disculpo, hermano Gerald…!”, lloriqueo Yaacob.“... Como sea, ve a servirnos algo de comida, ¡y asegúrate de traer también una botella de buen vino! ¡Quiero tomar una copa con Gerald más tarde!”, ordenó Walter agitando la mano, lo que hizo que Yaacob saliera corriendo de la habitación…Desde luego, esto dejó a Gerald totalmente confundido. Sin saber qué estaba sucediendo, Gerald se animó a decir: “... Eso… no es necesario… Independientemente, si lo he ofendido, entonces solo dígame que he hecho y asumiré la responsabilidad de mis actos…”. “Solo olvida ese i

Después de ver a Gerald comer durante un rato, a Yaacob se estaba haciendo agua la boca, ya que tampoco había comido en toda la tarde, no pudo evitar murmurar: “... E-em… ¿Puedo…?”.Sabiendo lo mucho que Yaacob había trabajado en los últimos días, Walter asintió antes de interrumpir, “Sí, puedes comer con nosotros”.“... ¡A-Ahm…! Yo… en realidad quería preguntar si podía esperar afuera…”, murmuró Yaacob mientras señalaba la puerta, sin atreverse a pensar siquiera en comer ante el patriarca y el tercer anciano.Antes de que Walter pudiera responder, Gerald atrajo a Yaacob al asiento junto a él antes de decir: “¿No ves la cantidad de comida que hay en la mesa? ¡No hay manera de que pueda terminar todo esto solo! Así que, ¡siéntate y acompáñame!”.“... Yo…”, murmuró Yaacob con una sonrisa avergonzada mientras se giraba para mirar a Walter.Al ver a Walter asintiendo, Yaacob tragó saliva antes de sentarse a la mesa y coger unos palillos chinos. A diferencia de cómo comía usualmente, Y