Lahat ng Kabanata ng Castigado por su amor: Kabanata 1831 - Kabanata 1840

Al otro lado de la llamada, Gloria ya había estado llorando tanto que apenas podía hablar. “Sabbie, solo tengo una petición. No acabes con tu propia vida. Tienes que seguir con vida. Tienes que seguir viviendo, ¿de acuerdo, hija mía?".Sabrina se quedó sin palabras. "¡Mamá! ¿Sabes lo difícil que es mantenerme con vida?".Estaba toda atragantada al continuar: “Mamá, yo…”."¡Sigue con vida! ¡Tienes que mantenerte con vida! ¡No dejes que Aino se quede sin madre, ni que yo, una anciana, me quede sin una hija! Solo tengo una hija”.“Mamá…”, dijo Sabrina.“Prométemelo, ¿de acuerdo? Sé que puedes seguir viviendo. Piensa en una manera de seguir viviendo, ¿de acuerdo?". Gloria volvió a suplicar. Sabrina estaba tan desconsolada que lloraba. En ese momento, era mucho más fácil morir que seguir con vida. Si no encontraba la oportunidad entonces, lo haría tarde o temprano. Quizás podría morir y sentirse aliviada algún día. Sin embargo, ¿qué pasaría con su madre? Su madre había pasado la mayor

Sebastian levantó la mano y estaba a punto de abofetear a Sean en la cara. Sin embargo, Gloria se puso frente a él y lo bloqueó. “¡Sebastian, no puedes abofetear a tu padre! ¡Él es tu padre!".Sebastian se quedó sin palabras. Sus ojos estaban llenos de fuego incontenible. Apretó los puños con tanta fuerza que le crujieron los nudillos. Sin embargo, como Gloria estaba entre él y Sean, Sebastian no podía abofetearlo. Alex también estaba allí en ese momento. De hecho, fue él quien llevó a Sean acá. Sean llegó cuando Alex estaba estacionando el coche. Cuando escuchó que Aino había regresado sana y salva a casa, sintió una gran emoción. Le rogó a Alex que lo llevara acá. Alex quiso preguntarle a Sean qué había sucedido exactamente y cómo unió fuerzas con Holden. Esto se debió a que Alex quería encontrar un punto de entrada para rescatar a Sabrina desde esa perspectiva. Por eso llevó a Sean a la casa de Sebastian.Alex miró a Sebastian con expresión de disculpa. “Sebastian, el Señor Ford e

El teléfono de Sean cayó al suelo. Todos lo miraban. Sean giró la cabeza para mirar a Sebastian. Luego dijo con voz profunda: "Tu... tu Abuelo ha fallecido".Sebastian se quedó sin palabras. El Viejo Amo Ford, Henry Ford, había vivido una larga vida. Había vivido ciento dos años. Él había fallecido, lo que se consideraba como una muerte por vejez. Por lo tanto, las personas presentes se mostraron solo un poco sorprendidos y no demasiado molestos. Sin embargo, al ser el pilar de la familia Ford en Ciudad del Sur, su fallecimiento no era un asunto menor. Los cimientos de la familia Ford en Ciudad del Sur podrían describirse como un gran árbol con raíces profundas. No solo tenían conexiones en Ciudad del Sur, también tenían conexiones muy amplias en Ciudad Kidon. Por lo tanto, la muerte del Viejo Amo Ford alarmaría a todos en diferentes lugares. Entonces, en ese momento, por más que Sean quería explicarle a Sebastian y suplicar el perdón de Aino nuevamente, no podía quedarse más tiempo.

Lily, por su parte, no pudo evitar reírse. “Sebastian, ninguno de ustedes se lo esperaba, ¿verdad? Aún pude volver, y lo hice con vida”.Sebastian se quedó sin palabras. Eso era realmente inesperado de su parte. Lily había sido perseguida por Alex, pero luego escapó con la ayuda de Sean y Rose. Más tarde, pensó que llevaba al hijo de Holden en su vientre, y casi muere siendo torturada por él. En ese entonces, todos recibieron la llamada telefónica de Lily pidiendo ayuda. Sin embargo, pensaron que ella iba a morir. Nadie esperaba que pudiera escapar de las garras de Holden, y además regresar al país."¿Cómo volviste?", preguntó Sebastian con indiferencia."¡Já!". Lily quería reír a carcajadas con gran satisfacción. Sin embargo, solo dejó escapar una breve risa mientras veía un par de miradas frías y serias mirándola. Esas miradas eran tan frías como si quisieran matar a alguien. Lily siguió la dirección de la mirada. Entonces se percató de que era Aino. Después de no ver a Aino duran

La mujer se quedó sin palabras. Aino había dado en el clavo sobre su objetivo. De hecho, había venido a seducir a Sebastian. ¡No! Ella no se podía considerar una seductora. La Señora Ford, Rose fue quien la invitó. Ella ya había estado en Ciudad del Sur por unos días. Pero nunca esperó que pasaría el repentino fallecimiento del Viejo Amo Ford.Aino se burló. “¿No vas a decir nada? Si permaneciste en silencio, entonces quiere decir que lo admites, ¿verdad?"."¡Tú!". La mujer mostró un poco de ira en su rostro, pero no arremetió. Miró a Rose con una expresión ligeramente enfadada. "Señora Ford, ¿es ésta su... nieta?".Después de decir eso, volvió a mirar a Sebastian. “Amo Sebastian, ha pasado mucho tiempo. ¿Tu hija ya ha crecido tanto?".Aino se quedó sin palabras. Levantó la cabeza y miró a su padre con desconcierto.Entonces Sebastian le dijo a Aino: "Aino, no seas grosera con la Señorita Kemp".“Papá, ¿conoces a esta mujer llamada Señorita Kemp? ¿Has estado involucrado con ella