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Ya que el Cuerpo Demoníaco de James ya no era un secreto, narró los acontecimientos que se desarrollaron delante de todos. “La Raza Demoníaca hizo todo lo posible para resucitar a alguien llamado Lucifer Menachem. ¿Sabes quién es?”. El director de la Academia Welkin dio un paso adelante para decirle: “Dinos lo que sabes, James. La justicia y la verdad prevalecerán al final”. “Entendido, Director”. James continuó: “Lucifer Menachem es el único pariente de sangre del Emperador Demonio en la antigüedad. Durante esa batalla hace mucho tiempo, previó su propia muerte. Así que selló a su descendiente en el Monte Walvern. El Monte Walvern siempre ha estado lleno de Energía Demoníaca. Cualquiera que haya estado allí lo sabe. El Protector de la Raza Demoníaca dijo que aprendió un antiguo arte arcano, pero que necesitaba la sangre de muchos cultivadores distinguidos para deshacer el sello dejado por el Emperador Demonio”. “No tengo ni idea de por qué el Gran Torneo se celebró en el Monte

Tras la aparición de Farley, James respiró aliviado. Y es que Marquis era tan fuerte que ninguno de los presentes era rival para él, ni siquiera combinando sus fuerzas. Solo había uno que podía enfrentarse a él, y ése era Farley Gideon, cuya fuerza había vuelto a su máximo esplendor. James no perdió más el tiempo y se dio la vuelta para irse. Marquis dio un paso adelante e intentó agarrar a James. Sin embargo, la velocidad de Farley era extraordinaria. En un abrir y cerrar de ojos, apareció ante la puerta de la sala principal y le bloqueó el paso. Con una expresión serena en el rostro, dijo fríamente: “La última vez que luchamos, no pudimos pelear hasta quedar satisfechos. Permíteme probar la fuerza de tu Magia Maldita una vez más”. Entonces, una poderosa aura brotó de su interior. En ese momento, James salió corriendo de la sala principal. Entonces, escuchó las ensordecedoras explosiones a sus espaldas. En el momento en que Farley y Marquis se enfrentaron, la sala principal

En cuanto al destino de los de fuera, a James no le importaba lo más mínimo. No era un salvador. En cuanto a los cultivadores de aquí, solo los salvó incidentalmente dentro del alcance de sus habilidades. Como esto era la Residencia Celestial, James desapareció y reapareció en la Mansión del Señor de la Ciudad en un abrir y cerrar de ojos. “¡James!”. Quincey dio un pisotón. Mientras tanto, Henry y Delainey estaban en el patio de la Mansión del Señor de la Ciudad. Aunque los dos entraron en la Residencia Celestial, no tenían ni idea de lo que había pasado. James entró. Inmediatamente, Delainey se puso de pie para preguntar: “¿Qué ocurre, James? ¿Qué pasó fuera?”. James narró la cadena de acontecimientos que se desarrollaron. Al escucharlo, finalmente lo entendieron. James dijo: “El Reino Antiguo es un caos y hay muchas posibilidades de que este lugar sea conquistado por la Raza Demoníaca. Mientras tanto, mi identidad ha sido expuesta y la Raza Demoníaca desea exterminarm

James creía que este era un escenario probable. Eso se debía a que Lucifer le dijo que fue solo con el reconocimiento de su padre que el alma de James logró fusionarse perfectamente con su cuerpo físico. Así que, no había forma de que Lucifer quisiera matarlo. Esto convertía al Protector y a Marquis en los principales sospechosos. Sin embargo, esto ya no tenía nada que ver con James. Ahora que el Reino Antiguo estaba a punto de ser invadido por la Raza Demoníaca, él ya no permanecería aquí. De hecho, quedarse aquí era mucho más peligroso que regresar a la Tierra. James se dirigió a la montaña en las afueras de la ciudad. Allí se reunieron decenas de miles de cultivadores. Originalmente había cien mil de ellos, pero muchos murieron en el Monte Walvern y algunos estuvieron implicados en la batalla en la Secta de la Divinidad. Así que sólo quedaron aproximadamente cincuenta mil de ellos. Al ver a James acercarse a ellos, se pusieron de pie. James llegó a la cima de la montaña y

James apareció en la Secta de la Divinidad, que había quedado reducida a un montón de escombros. Entonces, la Residencia Celestial volvió a ser un anillo en su dedo una vez más. Como le preocupaba que la Raza Demoníaca no se hubiera ido, escaneó sus alrededores cuidadosamente y procedió con precaución. Como era de esperar, había un grupo de hombres con túnicas negras haciendo guardia después de los escombros. Él cambió de dirección. Sin embargo, sin importar a dónde fuera, se dio cuenta de que todo el lugar había sido rodeado por la Raza Demoníaca. No tenía salida. El Protector debió determinar que había permanecido escondido entre los escombros. Sin embargo, no pudieron encontrarlo después de tanto tiempo. Por eso simplemente acordonaron el área. “¿Qué debería hacer?”. Pensativo, James se sentó en el suelo debajo de una enorme roca. En ese momento se escuchó el sonido de pasos. Algunos miembros de la Raza Demoníaca estaban patrullando el área. James reprimió su aura