Semua Bab Señor Rodríguez, la señora declara que ya no dará marcha atrás: Bab 591 - Bab 600

Valeria terminó de hablar, se puso de pie y dijo:—Ya es tarde, mejor me voy.Caminó directamente hacia la puerta, sin notar para nada que la mirada de Leonel detrás de ella cambió de repente.Al segundo siguiente, Valeria sintió un dolor en la nuca y no supo nada más.Leonel agarró a la mujer que se desplomaba. La locura que había estado conteniendo en sus ojos finalmente se mostró por completo en ese momento.—Valeria, si no me haces caso, tendré que ponerte en una situación incómoda primero.***Entre la inconsciencia, Valeria sintió algo de movimiento.La sensación de su cuerpo no se había recuperado del todo, pero su conciencia mostraba señales de despertar.Después de revolverse un momento, abrió los ojos con cara de fastidio.En el interior oscuro del auto, las luces de los postes de la calle pasaban afuera.¿Parecía estar en el auto de alguien?Valeria quiso sentarse, pero al final no pudo resistir y volvió a quedarse dormida.***En las calles de la madrugada no había muchos a

A las diez de la mañana, Gloria tocó la puerta de la oficina de la presidenta y entró con la persona que venía a la entrevista para guardaespaldas personal.—Señorita Núñez, este es el señor Salazar que viene a la entrevista para guardaespaldas.Al escuchar eso, Valeria levantó la cabeza de un montón de documentos.El hombre era muy alto. Gloria, que medía un metro setenta, se veía pequeña a su lado.Vestía ropa deportiva negra, con mascarilla y gorra.Estaba completamente cubierto, excepto por los ojos.Gloria le pasó el currículum a Valeria.Valeria bajó la mirada para leer el currículum en sus manos.Alonso Salazar, 38 años. Trabajó en una compañía de seguridad internacional durante 10 años. Luego se retiró por una lesión accidental. Muy hábil en combate, soltero, puede estar disponible las 24 horas.Pero la foto en el currículum era de hace diez años.Valeria levantó la vista y miró la cara del hombre.—Por favor, quítese la mascarilla para verlo.El hombre le habló con voz profund

Valeria asintió.—Que digas la verdad demuestra que realmente esperas que los niños de aquí reciban buenos cuidados y educación.—Soy huérfana. —Lorena sonrió levemente—. Muchos de estos niños con autismo fueron abandonados por sus padres, pero también hay bastantes voluntarios dispuestos a dejar su trabajo y su familia por los niños. Vienen aquí con sus propios hijos, cuidan a sus hijos y al mismo tiempo aman a los otros niños que fueron abandonados por sus padres.Valeria no dijo nada.Miró a Gloria.Gloria dejó de escribir en el teclado, cerró la laptop.—Listo, ya grabé todo.Al escuchar eso, Valeria se puso de pie y miró a Santino.—Ya entendimos toda la situación. Esta noche regresaremos y tendremos una reunión, después nos contactaremos con ustedes.Santino asintió.—Está bien, señorita Núñez, tengan cuidado en el camino de regreso.Después de despedirse, Luciano manejó para llevar a Valeria y al grupo de regreso al hotel.La van negra desapareció poco a poco en el camino serpen

Rafael fue a hacer los trámites de hospitalización. Emilio acompañó a Valeria y a Paz a la habitación.Era una habitación privada. Emilio habló con la jefa de enfermeras para que las cuidaran estos días.Paz estaba enferma e incómoda, súper pegajosa y caprichosa.Con la fiebre estaba aturdida. Cuando escuchó que la enfermera venía a ponerle una inyección, lloró y gritó sin querer cooperar.Valeria no podía calmarla. Cuando Rafael llegó tampoco sirvió de nada.—No quiero una inyección, uuuuh...—Si no te pones la inyección no te vas a mejorar. —La voz de Valeria era suave—. Esta enfermera es muy buena, no tengas miedo.—¡No quiero! —Paz agarraba con sus dos manitas la ropa de su mamá en el pecho y no la soltaba—. ¡No me pongan inyección, duele horrible!Rafael:—Entonces muerde la mano del padrino. Cuando te duela muérdeme y así el dolor se va a pasar a mí.—¡Mentira! —Paz se sorbió la nariz—. Quiero a papá. Mamá, llama a papá, quiero que papá me acompañe...Valeria abrazaba a su hija.

—A Paz la traté yo personalmente. Conozco su condición física mejor que nadie. Sé que tienes miedo de molestarme, pero cuando un niño está enfermo eso es lo primero. No deberías tener otras preocupaciones.Al escuchar eso, Valeria se quedó en silencio.Rafael caminó hacia la ventana y le tocó la frente a Paz.—Parece que la fiebre bajó un poco.—Sí, la doctora Lima vino a verla hace un momento. Dijo que por ahora la situación está bien.Rafael asintió.—Qué bueno.Leonel preguntó:—¿Es neumonía?—Sí, bronconeumonía —respondió Rafael.Leonel dijo:—Déjame tomarle el pulso. Después le preparo una medicina para aplicar en los puntos de acupuntura. Se va a mejorar más rápido.—Estás tan ocupado todos los días, no hace falta que te molestes.—No estoy tan ocupado. —Leonel miró a Valeria—. Valeria, ¿acaso crees que le haría daño a Paz?Valeria apretó los labios, lo miró fijamente. Después de un buen rato, dijo:—Siempre he creído que de verdad quieres a Paz."Pero tú le pusiste veneno".Esa