Semua Bab Señor Rodríguez, la señora declara que ya no dará marcha atrás: Bab 601 - Bab 610

Cuando Paz despertó, Valeria estaba hablando por celular.Estaba parada junto a la ventana, de espaldas a la cama.La niña miraba a su mamá en silencio. Sabía que mamá estaba ocupada, pero tenía mucha sed y quería tomar agua.—Mamá...Valeria se dio la vuelta al escucharla. La puerta de la habitación se abrió. Una figura vestida de negro entró apurada y llegó primero al lado de la cama de su hija.—¿Qué necesitas?Valeria se detuvo en seco.Normalmente, Alonso vestido todo de negro, con gorra y mascarilla negras tapándole todo excepto los ojos, debería asustar a los niños.Pero Paz sentía una confianza extraña hacia Alonso.—Alonso, quiero tomar agua.Alonso suavizó el tono:—Está bien, no te muevas. Te traigo agua.—Gracias, Alonso. —La voz de Paz era muy suave. Tan chiquita acostada en la cama del hospital, daba mucha pena verla.Alonso le tocó la mejilla, se dio la vuelta para ir a buscar agua cuando de repente se encontró con la mirada de Valeria.Se quedó quieto. En sus ojos pasó

Cuando Valeria regresó a la habitación, Paz ya se había vuelto a dormir.Alonso al verla regresar se paró de inmediato.—Señorita Núñez.Valeria respondió con un tono suave:—Alonso, gracias por todo.—No tiene que agradecerme, señorita Núñez. Paz es muy linda. Que confíe en mí y se acerque es un honor para mí —dijo Alonso con la cabeza algo baja.Valeria dijo:—Sí. Aunque Paz es muy abierta, tú eres el primero en quien confía y se acerca tanto siendo un hombre extraño al que apenas ha visto un par de veces.Bajo la visera de la gorra, en esos ojos de Alonso brilló un destello de alegría.Él creía haberlo ocultado bien, pero no sabía que Valeria ya había captado toda su reacción.***Paz estuvo internada cinco días. Valeria prácticamente estuvo en el hospital acompañándola todo el tiempo.Alonso también estuvo pegado a ellas cuidándolas sin separarse ni un momento.El sexto día, Paz se recuperó y le dieron el alta.Valeria la llevó de regreso a Villa Soneto, la dejó al cuidado de Brisa

Al ver este mensaje, ¡Valeria se quedó totalmente impactada!¿¡Naia estaba embarazada de un hijo de Leonel!?Tocaron la puerta de la oficina.Valeria levantó la mirada hacia la puerta.—Adelante.Gloria abrió la puerta y dijo:—Señorita Núñez, el señor Sanz vino. Dice que tiene algo importante que hablar con usted.Leonel.Valeria puso mala cara.Después de un momento, Valeria dijo:—Que pase.—Está bien.Gloria se dio la vuelta para ir a la sala de recepción a buscarlo.Pronto, Gloria trajo a la persona a la oficina.Valeria miró a Gloria.—Prepara té y algo para picar.—Sí. —Gloria asintió, se dio la vuelta y salió de la oficina.Valeria le indicó a Leonel que se sentara en el sofá.Gloria entró con té y bocadillos, los dejó y salió de la oficina cerrando la puerta tras ella.Leonel miró a Valeria con ojos suaves.—Valeria, vi las noticias sobre Naia en internet.Si él estaba dispuesto a confesarlo, ¿para qué andarse con rodeos?—Naia no solo es la actriz estrella de nuestra compañía

Naia se hospedaba en la suite presidencial, en el último piso del hotel, con máxima privacidad.Valeria tocó la puerta. Rápidamente se abrió.Adentro, Naia vestía un vestido beige, su cara delicada sin maquillaje, los labios algo pálidos.—Valeria, gracias por venir a verme. —Apenas Naia abrió la boca ya tenía voz de llanto.Como mujer, Valeria podía ver que el estado actual de Naia no era bueno.Entró a la habitación. Detrás de ella, Naia cerró la puerta.—Valeria, ¿qué quieres tomar? Hay café, té, o jugo...—Naia, no vine a charlar del pasado. —Valeria interrumpió sus palabras y la miró—. Di lo que tengas que decir.Naia miró a Valeria con los ojos enrojecidos.—Valeria, ¿estás decepcionada de mí?—Preguntar eso ahora no tiene sentido. —Valeria la miró—. Naia, tú mejor que nadie sabes cuánto esfuerzo y dedicación pusiste para llegar donde estás. Ahora por un supuesto amor estás apostando toda tu carrera artística. Como tu jefa o como tu amiga, estoy totalmente en desacuerdo.—Pero es

—Leonel, ¿qué es lo que quieres hacer?—Ya te lo dije, quiero casarme contigo.—No voy a aceptar. —Valeria lo miró fríamente—. Leonel, no te conviertas en otro Arturo.—Yo no soy como él. —Leonel la miró mientras rozaba suavemente su mentón con el pulgar—. Valeria, tú me salvaste. No te voy a tratar como mi padre trató a mi madre. Mientras te quedes a mi lado obedientemente, te juro que te daré lo mejor de todo.—Leonel, no te amo. No puedo casarme contigo.—Los sentimientos se pueden cultivar —dijo Leonel—. Tú y Santiago estuvieron casados en secreto cinco años. Tú tampoco lo amabas al principio, ¿verdad? Sé que tienes corazón blando. Si vivimos juntos varios años, eventualmente vas a enamorarte de mí.Valeria hizo una mueca, vagamente consciente de que la obsesión de Leonel hacia ella tenía más que ver con Santiago.Tal vez en su mente siempre había considerado a Santiago su enemigo imaginario.—Leonel, hace tiempo que perdí interés en el matrimonio. Me gusta mi vida actual y ya no a