Naia se hospedaba en la suite presidencial, en el último piso del hotel, con máxima privacidad.Valeria tocó la puerta. Rápidamente se abrió.Adentro, Naia vestía un vestido beige, su cara delicada sin maquillaje, los labios algo pálidos.—Valeria, gracias por venir a verme. —Apenas Naia abrió la boca ya tenía voz de llanto.Como mujer, Valeria podía ver que el estado actual de Naia no era bueno.Entró a la habitación. Detrás de ella, Naia cerró la puerta.—Valeria, ¿qué quieres tomar? Hay café, té, o jugo...—Naia, no vine a charlar del pasado. —Valeria interrumpió sus palabras y la miró—. Di lo que tengas que decir.Naia miró a Valeria con los ojos enrojecidos.—Valeria, ¿estás decepcionada de mí?—Preguntar eso ahora no tiene sentido. —Valeria la miró—. Naia, tú mejor que nadie sabes cuánto esfuerzo y dedicación pusiste para llegar donde estás. Ahora por un supuesto amor estás apostando toda tu carrera artística. Como tu jefa o como tu amiga, estoy totalmente en desacuerdo.—Pero es
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