Apenas Pablo se fue, me dirigí al Hospital Rd.En mi recuerdo, cuando la empresa de mi familia entró en crisis y mi papá terminó internado, ningún médico me habló de un riesgo inminente.Solo me decían que necesitaba descansar.Hacía tres años yo era muy ingenua. Con el desastre encima, solo sabía desesperarme.Hoy, pensándolo con calma, todo había sucedido demasiado rápido.Busqué al médico tratante de mi padre, el doctor Diego Ruiz.—Doctor Ruiz, ¿cuál fue la causa real de la muerte de mi papá?Al verme se sorprendió; pero, al oír mi pregunta, lo hizo todavía más.—¿No lo sabías?Negué, aturdida.—Tu padre… se quitó la vida. ¿Nadie te lo dijo?Sus palabras me partieron como un rayo lo hace con un cielo despejado.Abrí la boca, pero no me salió la voz.El doctor suspiró y me dio una palmada en el hombro.—¿Aún no lo superas? Lo siento mucho.Forcé una sonrisa triste y me despedí.En el camino de regreso, caminé como entre la niebla, cocando con varias personas sin siquiera notarlo.Qu
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