Search
Library
Home / Romance / Mi prometido se arrepintió como un loco / Capítulo 3

Capítulo 3

Author: Melanie Vals
Esa noche, Julián no volvió, pero yo tampoco lo llamé para preguntar dónde estaba. Lo había visto en las publicaciones de Jimena.

Por la tarde, salieron del hospital y volvieron a casa de Jimena para informarme del embarazo a su familia.

En la foto se veía a la abuela de Jimena tomando cariñosamente la mano de Julián y diciéndole algo mientras sonreía con ternura mientras que, con la mano libre, le acariciaba la barriguita a Jimena.

En los cinco años que llevábamos juntos, Julián solo había vuelto a casa conmigo una vez después de decir que sí a mi propuesta de matrimonio. Incluso, con menos de media hora en carro entre nuestras casas, no se había ofrecido a visitarme ni una sola vez, argumentando que no le gustaba estar con los mayores y se sentía incómodo. De hecho, esa vez que fue conmigo, su actitud fue meramente educada y cortés, ni de lejos tan amable como se lo veía en la foto frente a la familia de Jimena.

Contuve la amargura apagué el celular.

Al día siguiente quedé con unos amigos y les conté lo de la cancelación de la boda.

Tiempo atrás, Julián me había dicho que no le gustaban las bodas, que pensaba que eran formalidades sin sentido.

Solo ante mi insistencia accedió a regañadientes a celebrar una boda pequeña, invitando únicamente a algunos de nuestros amigos y familiares más cercanos.

Todos los que me rodeaban sabían lo que sentía por Julián, así que mis amigos se sorprendieron al enterarse de que se cancelaba la boda.

—¿No te gustó Julián durante tantos años? Te fue tan difícil conquistar a este hombre frío, ¿realmente estás dispuesta a dejarlo ir?

Una densa aspereza inundó mi mente.

¿Estaba dispuesta a dejarlo? Sí, pero no por ello era menos difícil.

Había ido detrás de Julián durante veinte años hasta que por fin aceptó casarse conmigo. No era nada fácil dejar atrás todo aquello. Pero tampoco podía ignorar que la relación había sido desigual desde el principio.

Porque desde el inicio había sido yo la que había ido detrás de él; Sin que él nunca me hiciera caso.

En un comienzo no me importaba, ya que con veinte años de esfuerzo había conseguido que aceptara casarse conmigo. Entonces también debía ser capaz de entrar realmente en su corazón, solo que tardaría un largo tiempo.

Teníamos una larga vida por delante después del matrimonio, y yo podía esperar hasta el momento en que él abriera su corazón completamente para mí.

Pero nada era igual desde hacía seis meses, cuando llegó Jimena, la supuesta chica que le había salvado la vida una vez.

Entonces, me di cuenta de que Julián no era una cara fría para todo el mundo; ya que siempre se mostraba amable delante de Jimena, cuando le costaba sonreír frente a mí.

En aquel momento me tranquilicé pensando que Jimena le había salvado la vida, y él solo le estaba devolviendo el favor. Pero, para mi sorpresa, pudo aceptar tener un hijo con ella tras enterarse de su diagnóstico de cáncer. Y, además, mientras fingía pedirme permiso, en secreto ya la había ayudado a hacerse la inseminación artificial.

En ese momento tuve claro que Julián y yo no íbamos a ninguna parte. Aunque costara desprenderse de una relación de tantos años, tenía que ser despiadada y cortar de una vez por todas.

A mis amigos no les dije por qué, solo que pronto empezaría a trabajar en el laboratorio y que no podría contactar con el mundo exterior hasta mucho tiempo después.

Como disculpa, me quedé con ellos hasta medianoche.

Cuando llegué a casa, Julián acababa de llegar.

Se encogió ante el olor a alcohol que desprendía y se alejó unos pasos de mí, tapándose la boca y la nariz con una mano, y, con un tono de voz incapaz de ocultar su repugnancia, me dijo:

—Aléjate de mí y no me pegues el olor a alcohol.

Sonreí para mis adentros. Seguramente, le preocupaba que ese olor afectara a su querida Jimena. Después de todo, ahora era una mujer embarazada. Y, al parecer, él ni siquiera se molestaba en encubrirlo.

Sin embargo, como no tenía intención de terminar con él de manera directa, decidí no tomar la iniciativa de sacar el tema.

No dije nada más y me volví para ir a ducharme.

Cuando salí del baño, Julián estaba tecleando en su celular, con una sonrisa. Pero no dije nada, sino que me limité a mirarlo y decidí girarme en dirección a mi dormitorio, sin esperar que me llamara de repente.

—Tengo algo que hablar contigo.

Me detuve en seco.

La última vez que había oído eso había sido hacía un mes, cuando me había sugerido por primera vez tener un bebé con Jimena, tras lo cual tuvimos una discusión que duró un mes.

¿Qué más podía querer ahora que Jimena había conseguido quedarse embarazada?

Continue to read this book for free
Scan code to download App
Locked Chapter
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP