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Capítulo 10

Author: Natalia Eugenia
María finalmente decidió regresar a su pueblo natal, un lugar en la costa donde todo había comenzado. Siempre fue una excelente estudiante, pero cuando estaba en la secundaria, la vida le dio un terrible golpe: perdió a sus padres. Para poder cuidar a su hermana, tuvo que dejar la escuela y empezar a trabajar como una burra.

Sin estudios universitarios, sin una especialización y siendo muda, María sabía que conseguir un buen trabajo era casi imposible. Solo buscaba lo suficiente para comer y cuidar de su hermana, aunque le costaba mucho.

Pero cuando su hermana se enfermó, su mundo entero se destruyó en mil pedazos. En ese momento, Dominic la presentó a Robert. Al principio, María sintió una especie de atracción por él, un hombre guapo que, además, le ofreció ayudar con los gastos médicos de su hermana. Sin mucha experiencia, se entregó sin pensar a una relación donde parecía que todo dependía de él.

Pero pronto se dio cuenta de que con Robert no había futuro. Pasó mucho tiempo sin regresar a su pueblo, y cuando lo hizo, todo había cambiado. Afortunadamente, la gente del pueblo seguía siendo sencilla, y lo más importante, la ayudaron a conseguir trabajo en un pequeño restaurante.

Los dueños del restaurante no eran muy buenos. Al ver que María no podía hablar, la pusieron a hacer los trabajos más pesados y sucios. Sin embargo, un joven llamado Colton, que trabajaba en la cocina y entendía el lenguaje de señas, sintió algo especial por ella y siempre la defendía. María, lejos de sentirse incómoda, valoraba la libertad que había encontrado allí.

El restaurante, a pesar de ser pequeño, tenía una clientela fija, sobre todo porque estaba cerca de una construcción. Los trabajadores del lugar siempre llegaban a comer, atraídos por los precios bajos.

Un día, Colton, agotado por el trabajo, le pidió a la dueña que trajera más ayuda. Pero el dueño no quería gastar dinero contratando a alguien más, así que vio a María sirviendo las mesas y pensó que ella podría ayudar. La dueña la tomó del brazo:

—María, escuché que cocinas muy rico. Ve y ayúdale a Colton un ratito, no más.

María, sorprendida, no se negó. Siempre había sido buena cocinera, desde que trabajaba como camarera en otro restaurante. A menudo, el chef le enseñaba a preparar platos, y los que ella hacía siempre salían perfectos. En su casa, también solía cocinar para su hermana. Pero después de casarse, Robert despreciaba todo lo que hacía, incluso los platos que preparaba con tanto cariño. Ahora, con una oportunidad como esta, no la dejaría escapar.

Para su sorpresa, los platos que preparó fueron un éxito rotundo. Los clientes empezaron a preguntar si había cambiado el chef, y María se sonrojó por tantos halagos.

Colton, emocionado, probó un plato y su expresión cambió por completo:

—¡María, tu talento es increíble! ¡Podrías abrir tu propio restaurante!

María se quedó sorprendida. Siempre había sido tan conservadora que nunca se había imaginado a sí misma como dueña de un restaurante. Pero al escuchar a Colton, de repente le pasó por la cabeza: ¿y si realmente pudiera hacerlo? Se quedó pensativa un buen rato y decidió empezar poco a poco, montando un pequeño puesto de comida.

Durante el día, trabajaba en el restaurante, y por la noche se iba a montar su puesto cerca de la universidad. Pensaba que sería difícil al principio, pero para su sorpresa, le fue tan bien que las filas de clientes no paraban de crecer.

Su atractivo y sus dotes culinarias hicieron que se hiciera muy popular entre los estudiantes. Ver cómo la gente valoraba su comida la hizo sentirse feliz en su miseria.
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Mga Comments (2)
goodnovel comment avatar
Anylce
que estupidez más grande no te deja leer si no compras una membresía...eso es obligar a la gente...tengo dinero para leer pero no quiero membresía...estúpida app la borraré.
goodnovel comment avatar
Carmen Moquillaza
no podemos seguir leyendo porque hay problemas
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