Share

Capítulo 143

Author: Violeta
—Entonces no me quedará más opción que demandarte —dijo Celia con serenidad.

César se plantó frente a ella, se inclinó un poco y la miró desde arriba.

—¿Dime con qué argumento? Celia, ¿con qué argumento demandarás el divorcio? ¿Crees que te fui infiel? ¿O que tengo el supuesto hijo ilegítimo que mencionaste?

Celia lo enfrentó con orgullo, cara a cara, con una calma anormal, sin la más mínima perturbación.

—Ha sido un matrimonio sin amor, ¿para qué mantenerlo por más tiempo?

César permaneció en silencio.

Por el rabillo del ojo, Celia notó una figura pasar de forma fugaz por el pasillo. Extendió la mano para alisar la corbata de César, mientras le preguntaba con voz melosa:

—¿Acaso no quiere divorciarse de mí?

Ella alzó una ceja. Sonreía, pero sus ojos no mostraron ni un rastro de alegría.

—Dios mío… No puedo creerlo. ¿Quizás se ha enamorado de mí? Si no, ¿por qué se aferra tanto a mí?

La mano de César rodeó su cara con suavidad. Tan pronto la tocó, un destello de frialdad cruzó sus ojos
Continue to read this book for free
Scan code to download App
Locked Chapter

Latest chapter

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 152

    Celia no esperó ese pensamiento de Rosa e intentó explicarle, sintiendo impotencia.—Mamá, Alfredo y yo no tenemos el tipo de relación que piensas…—Lo sé. Solo espero que lo consideres cuando llegue el momento adecuado. — Rosa la persuadió con mucha paciencia tomando su mano—. La relación se profundizará con el paso del tiempo.Celia quedó sin palabras. ¡Ni siquiera se había divorciado ..!Pronto, Alfredo regresó después de la llamada. Su semblante estaba serio, aunque no lo había controlado.—Lo siento mucho, Celia, señora. Tengo algo urgente que atender, así que no podré quedarme a cenar.Rosa se sintió un poco decepcionada por eso. Había querido promover el proceso de la relación entre los jóvenes durante la cena… Bueno, ella no tenía tanta prisa, así que le hizo un lindo gesto sonriendo para despedirse.—Está bien, no te preocupes. Venga cuando tenga tiempo libre.Alfredo le echó un rápido vistazo a Celia y luego se fue sin decir nada más.***En las afueras desoladas del distrit

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 151

    Si Sira no hubiera mencionado esos asuntos, quizás Celia no se habría enojado tanto. Pero al sacarlos a relucir, la expresión de Celia se nubló por completo. Especialmente, ella los había mencionado con su actitud falsa e hipócrita.—Sira, ¿de verdad crees que eres inocente?Sira la miró desconcertada mientras ella continuaba:—Mis padres nunca te habían visto. Dices que fueron a buscarte para obligarte a alejarte de César, ¿cierto? Pero, dime, ¿cómo te encontraron? ¿Por qué obtuvieron tu contacto? ¿Tú estabas con tu hijo en esa cafetería y mis padres, por casualidad, pudieron localizarte con tan perfecta precisión?Sira, sintiéndose culpable, desvió la mirada.—Pues... quién sabe...Celia abrió su álbum de fotos y le mostró una captura de pantalla de un mensaje de texto.—¡Fuiste tú quien citó a mis padres! Tú los provocaste deliberadamente, ¡y luego empujaste a tu propio hijo de la azotea para incriminarlos!En medio de los susurros de acusación, Sira, con los ojos enrojecidos, repli

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 150

    Celia ignoró la ardiente mirada de César y se dirigió a Rodolfo.—Señor Juárez, nunca he necesitado demostrar mi capacidad con palabras. Creerme o no es una elección personal. Usted optó por confiar en mí, y naturalmente debí esforzarme por no defraudar esa valiosa confianza.Rodolfo se quedó por un rato aturdido, quizás también consciente de su mala actitud previa. Apenado, bajó la cabeza ante todos para disculparse con ella.—Señorita Sánchez, le pido perdón por haber dudado de su habilidad anteriormente.Dicho esto, levantó la cabeza mirándola con una expresión seria.—Es cierto que es una doctora excepcional, como dijo el director López. No, más que eso, ¡es un talento prodigioso!—Estoy muy agradecida, pero no soy tan buena como dijo.Rodolfo intercambió unas cuantas frases con Celia. Cuando su esposa fue trasladada al pabellón, de inmediato se fue a acompañarla.En ese momento, el área de quirófanos ya estaba llena de elogios para Celia, eclipsando por completo los rumores negati

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 149

    Cada medicamento utilizado en cirugía quedaría registrado en farmacia. La cantidad solo podría ser menor, nunca mayor, para evitar sobredosificación.El anestesiólogo, entendía más que nadie lo que significaba ese medicamento extra. Al instante, comprendió. Se volteó a interrogar a la nueva asistente.—¡¿Por qué tienes el medicamento extra?!La joven temblaba de miedo.—Yo... es que...—Es su primera vez en quirófano y no está familiarizada con el proceso. Como aún no ha provocado ninguna desgracia, es perdonable. —Intervino Celia, haciéndole un favor. Primero pasó el fármaco correcto al anestesiólogo y luego añadió mirándola—: Sin embargo, no eres adecuada para este puesto.Al oír eso, la nueva asistente, abrumada por la presión, rompió a llorar desconsoladamente.—Fue la directora Núñez quien me lo entregó. Dijo que un poco de alergia al anestésico no causaría ninguna consecuencia severa. Una pequeña dosis no pondría en peligro la vida...—¿La directora Núñez? —La interrogó el aneste

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 148

    "Divórciate de mí. Te devolveré la libertad."Las palabras de esa noche resonaron con fuerza en los oídos de César. Su expresión se tornó sombría.—La abuela ya me dio su consentimiento. También prometió que no interferiría en nuestro divorcio. Dicho esto, Celia liberó con rabia su mano de su agarre una vez más. En el momento en que se separó, las emociones contenidas de César estallaron al instante. La rodeó con brusquedad entre sus brazos y, con varios largos pasos, la inmovilizó contra la puerta de vidrio.Le quitó la liga del cabello, dejando que esa melena densa se desparramara desordenadamente, enredándose en su brazo.Las cejas de Celia se tensaron enseguida. Al percibir su próximo intento, desvió la cara para esquivar su beso.Él se detuvo en seco. Con la mano le sujetó la mandíbula para forzarla a mirarlo, y luego, la besó con fuerza dominante.Celia apretó los dientes, negándose a responderle. Él, entonces, le robó el aliento. Justo cuando ella estaba a punto de quedarse sin

  • Cuando al fin ella se rindió, él se enamoró   Capítulo 147

    Un rastro de asombro cruzó de manera fugaz por los ojos del secretario. De haber sido cualquier otra persona quien la elogiara, no lo habría creído. Pero esta persona era César Herrera. Sus palabras representaban una alta autoridad en la capital. Si él estaba seguro de las extraordinarias capacidades de Celia, eso indicaba que, efectivamente, las tenía.Mientras el secretario conversaba con César, Sira, a un lado, permaneció en completo silencio, sin poder intervenir. Las palabras de César elogiando la capacidad de Celia aún resonaban en su mente y la llenaban de una profunda envidia y rencor.¿Por qué estaba tan seguro de que esa cirugía sería un éxito? Si era así, ¡pues ella haría que Celia fracasara!***De regreso en su oficina, Celia convocó una rápida reunión con Leo, los médicos asistentes y todo el personal de quirófano.Sobre el plan quirúrgico, ella ya tenía en mente más de diez planes de contingencia. En la neurocirugía, el más mínimo error puede llevar a un desastre monumen

More Chapters
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status