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Capítulo 214

Author: Violeta
—Cuando la policía lo encontró, él había logrado escapar de las manos de los secuestradores. Había una niña con él en ese entonces, pero no estoy segura si era Celia —explicó Rocío, encogiéndose de hombros—. Después del secuestro, él tuvo fiebre y estuvo inconsciente varios días. Cuando despertó, ya no recordaba nada de lo sucedido. Mi abuela prohibió que lo mencionáramos de nuevo.

Al escuchar esto, la expresión de Sira se ensombreció levemente. Para Valeria, una mujer de su estatus todavía no era lo suficientemente buena para ser la esposa de César y aún le extrañaba por qué esta había aceptado a Celia. Resultaba que había una razón oculta… Si César había olvidado el secuestro y a quien lo había salvado... Para ella, ¡era una buena noticia!

***

A la mañana siguiente, el médico llegó puntualmente a Villa Serenidad para cambiar el vendaje de César. Justo cuando Celia intentaba salir, él la tomó de la mano.

—Hazlo tú —ordenó él.

Ella miró al médico, pero este le dejó todos los utensilios
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    —Pero una vez que me vaya, y con Sira a su lado sin nadie que los obstaculice, firmará el acuerdo de divorcio por su amor. Es solo cuestión de tiempo —dijo Celia con serenidad, pero bajó la mirada.—Cuando llegues allí, avísame. —Sonrió Ben, mirándola.Celia también mostró una sonrisa radiante.—De acuerdo.—¿Adónde te irás?De pronto, se oyó la voz de César desde el otro lado del pasillo. Se sentó en su silla de ruedas, con los codos apoyados en los reposabrazos y los dedos entrelazados. Un guardaespaldas lo empujaba lentamente.La sonrisa de Celia se desvaneció por el ataque de pánico. Ben lo miró con una expresión serena.—Dicen que usted se estaba recuperando en el hospital. Parece que es cierto.—Agradezco su preocupación, señor Rojas. ¿Es esa la preocupación de mi futuro cuñado? —respondió César en un tono ligeramente burlón.—Señor Herrera, temo que te sienta decepcionado. —Ben perdió la sonrisa.—¿Se ha arrepentido?—No rechacé en público esa invitación de alianza para salvar l

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