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Capítulo 83
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El punto de vista de LolaMientras gritaba su nombre, mi corazón se acercó peligrosamente a estallar a través de mi pecho. Mis piernas son gelatinosas. Me agarró de la cara y me obligó a mirarle la cara antes de soltar la mano. Mientras acercaba mi dedo a su nariz y luego a su boca para probarme, tenía una mirada de tormento en sus oscuros ojos todo el tiempo. "Tienes un sabor divino, Mi Amor." Pronunció esas palabras en un susurro bajo y ronco. Esas palabras me hicieron aún más húmedo. Él me acercó a él y sentí la hinchazón de su bulto, esta vez necesitando atención, mi atención. Gemí y empecé a frotar contra su hinchazón."Tranquilo, Bunny."El sonido de su voz causó una excitación repentina e intensa en mi coño. Presionó sus labios contra mi cuello, y en vez de dejar besos húmedos y suaves, empezó a lamer. Cada gota de sudor que ingirió, lo ingirió. No pude soportarlo más, así que empecé a golpear violentamente contra su bulto."Si sigues haciendo eso, te voy a follar las luces del
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Punto de vista de MasonTengo un profundo odio por Antonio Guerra. Me ganó en mi propio juego; le eché alcohol, pero cambió de bebida cuando menos lo esperaba. La casa incluso tenía una silla de ruedas lista para mí. Me cuesta creer que estoy en esta situación. Me arrastró hasta la oficina de Dante y luego me abandonó allí, plenamente consciente de que permanecería en silencio aunque tuviera la fuerza de voluntad para hacerlo. Ese hombre tenía todo bien pensado. Sabía que Lola quería a Dante y me dejó aquí para ver cómo se follaban los sesos. Pude ver todo, incluyendo todo lo que anhelaba reclamar como mío. Sus largas piernas estaban alrededor de la cintura de Dante, atormentándome aún más porque nunca podría tenerla, tocarla o incluso sentir su presencia. Antonio se aseguró de ello. Me hizo ver todo mientras se devoraban entre ellos. Mientras miraba el programa, no pude evitar dejar caer una lágrima por mi mejilla. Mi polla ni siquiera podía endurecerse; Antonio se aseguró de que yo
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Punto de vista de DanteMe senté y esperé a June Blackwood, pero con toda honestidad, ella estaba allí para hablar del Hotel Lolita y no para amar, y no me gustan las mujeres que están tan desesperadas. Tenía la impresión de que la mujer había dejado atrás la fijación que tenía conmigo, pero enterarse de que ella y su hermano lo habían planeado todo era un verdadero grano en el culo. La foto que me enviaron no fue un error; Mason lo sabía todo y actuó inocente todo el tiempo. June, desde el principio, fue muy franca sobre sus objetivos, que es un rasgo de una mujer demasiado ambiciosa que nunca me ha gustado. Miré y vi a Candice recoger su flauta y comenzar a caminar en mi dirección.Que comience el juego.Porque la despreciaba con tanta rabia, me aseguré de sentarme en un lugar que estaba muy lejos de donde ella estaba sentada. Solo verla me revuelve el estómago. "Sr. Monroe, usted sigue exudando un aire de sofisticación." Ella fue lo suficientemente amable para ofrecer un cumplido.
Siempre Estado Tú Capítulo 87
El punto de vista de CandiceApreté el gatillo y disparé a June Blackwood por ira, pero lo que me llamó la atención fue la sonrisa siniestra que Dante Monroe me dio en el momento del tiroteo. No tiene sentido. Simplemente no. Después de pensarlo mucho, llegué a la conclusión de que me habían engañado. ¿Fue ese hombre enigmático y horrible que me envió Dante? ¡No! Dante es demasiado tolerante. Eché un vistazo al charco de sangre que acababa de ser causado por mí. Se suponía que no estaba cerca de Dante y su familia. A pesar de que esto se indica en la orden de protección que se emitió contra mí, Dante y yo tuvimos una conversación perfectamente normal hoy, pero ¿por qué?Espera... . ¿Dónde coño está Mason Blackwood? Como todavía estaba pensando en Mason Blackwood, el hombre que me dio la pistola plateada entró con Mason Blackwood en una silla de ruedas, boca abierta, como si estuviera boquiabierto por aire, excepto que no lo estaba. El hombre babeaba, y se notaba que no podía hacer nad
Siempre Estado Tú Capítulo 88
Punto de vista de DanteCuando oí gritar a mi pequeña niña, estaba en mi estudio; inmediatamente salí corriendo del estudio y fui al lugar desde donde ella estaba gritando. Cuando entré en la habitación de Lola, la encontré tirada en la alfombra. La recogí y la coloqué en la cama antes de llamar a Emily, nuestra médica de la familia, tan rápido como pude. No desperdició ni un segundo. Emily no pudo proporcionar ninguna información sobre la memoria de Lola porque esa no era su área de experiencia, pero sí verificó a Lola y nos hizo saber que estaba bien. No podía salir de su habitación porque no estaba seguro de si iba a estar bien. Los niños estaban en el mismo estado de ansiedad que yo, y se negaron a salir de su habitación. Aunque Lola no recuerda nada, sé que ha estado haciendo todo lo posible por los niños, y ha habido momentos en los que he tenido la impresión de que está siendo demasiado dura consigo misma. Desde que tuvimos nuestro primer encuentro apasionado en mi estudio, Lol
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El punto de vista de DanteLola se quedó allí, pateó la puerta detrás de ella, abrió su túnica, la dejó caer al suelo, y se me presentó como la fiesta que es. No esperé a que me lo dijeran; era hora de complacerla. Era imposible para mí sacudir la sensación de que se había olvidado de mí. Forcé ese pensamiento al fondo de mi mente, me puse a mis pies, envolví mis brazos alrededor de ella, y la tiré hacia mi pecho, sintiendo su piel desnuda rozar contra mi pecho desnudo mientras ambos estábamos expuestos.Le mordí el cuello y soltó un gemido mientras lo hacía. Ese gemido expulsó de mi mente todos los pensamientos desfavorables que me habían estado molestando.Pero, ¿cómo puedo? ¿Cómo se supone que voy a ignorar el hecho de que ella no recuerda quién soy?"Ojalá pudieras recordar nuestra promesa, lo que eres para mí. Me gustaría que pudieras recordar cómo solía hacer todo por ti como un tonto en el amor, pero podría confesar mi amor por ti." Ella no dio una respuesta. Ella se dio la vue
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~ Lola ~A los 15 años, estábamos en la misma cama cuando me levanté y noté que la cama tenía una mancha de sangre. Grité, sin saber qué hacer.—Mi Bunny se ha convertido en un conejo flamenco gigante— Luego volvió a presionar sus labios contra mi frente y me pidió que me duchara. Cuando salí, ya había cambiado las sábanas él estaba acostada en la cama viendo videos de YouTube sobre cómo poner una toalla sanitaria. Me sonrojé al ver cuán serio era con tanta concentración.—Bunny, ¿estás usando tus bragas?——¿Qué?—Bunny, no tengo todo el día. Sabes, tengo que ir a trabajar y tengo que dejarte en la escuela— No lo insté. Le di las bragas y uno de los asistentes de la casa entró con toallas sanitarias. Estaba viendo el video y enseñándome cómo ponerlo en una compresa. Estaba tan avergonzado. Quiero decir, este era mi príncipe encantador, y él tuve que ver el momento más vergonzoso de mi vida y enseñarme cómo usar una toalla sanitaria.¡Joder, Lola, nunca serás suya!Observé cómo m
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