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Capítulo 28

Penulis: Celeste Vega
Al otro lado.

Yolanda se quedó mirando el celular que Olivia le había obligado a cortar y terminó brincando de coraje.

—¿Para qué te preocupa ese maldito desgraciado? Es porque eres demasiado buena que él se atreve una y otra vez a pasearse con esa zorra solo para fastidiarte.

—No me preocupa él. Solo no quiero meterte en problemas.

Ella sabía que Yolanda quería desahogarse por ella. Pero Sergio no era alguien con quien Yolanda pudiera meterse así como así.

Ahí estaban los ejemplos, vivos y claros, todavía internados en el hospital: la prima con la boca reventada, la madre y el hermano con brazos y piernas fracturados.

—¡No le tengo miedo!

Yolanda tomó el vaso de agua y dio un sorbo.

Olivia le quitó el vaso y lo dejó sobre la mesa.

—Ya no te enojes. Yo te invito a una bebida.

—La quiero ya.

—Está bien, voy a comprarla.

—Quiero tomarla fuera.

—Está bien.

Hace un momento era Yolanda quien la consolaba. Ahora era Olivia quien trataba de alegrarla.

Y le estaba funcionando.

Las dos dejaron
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    Al otro lado.Yolanda se quedó mirando el celular que Olivia le había obligado a cortar y terminó brincando de coraje.—¿Para qué te preocupa ese maldito desgraciado? Es porque eres demasiado buena que él se atreve una y otra vez a pasearse con esa zorra solo para fastidiarte.—No me preocupa él. Solo no quiero meterte en problemas.Ella sabía que Yolanda quería desahogarse por ella. Pero Sergio no era alguien con quien Yolanda pudiera meterse así como así.Ahí estaban los ejemplos, vivos y claros, todavía internados en el hospital: la prima con la boca reventada, la madre y el hermano con brazos y piernas fracturados.—¡No le tengo miedo!Yolanda tomó el vaso de agua y dio un sorbo.Olivia le quitó el vaso y lo dejó sobre la mesa.—Ya no te enojes. Yo te invito a una bebida.—La quiero ya.—Está bien, voy a comprarla.—Quiero tomarla fuera.—Está bien.Hace un momento era Yolanda quien la consolaba. Ahora era Olivia quien trataba de alegrarla. Y le estaba funcionando.Las dos dejaron

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