Capítulo 33

Alejandro la miró fijamente, pronunciando cada palabra con claridad:

—Sofía, ya acepté casarme contigo. ¿Qué demonios más quieres de mí? ¿De verdad quieres que corte del todo con Camila para que al fin dejes de fastidiar?

Al decirlo, de pronto pensó que romper con Camila no le parecía tan terrible si Sofía volviera a su lado.

Pero al instante, la voz serena de Sofía le echó un balde de agua fría:

—Alejandro, si cortas o no con Camila es asunto tuyo. Yo ya no quiero casarme contigo, y nunca lo haré.

Al regresar a la habitación de hospital unos minutos después, Elena vio el rostro sombrío de su hijo y preguntó:

—¿Sofía se fue?

—Sí.

Elena, exasperada por su actitud, comentó con fastidio:

—Si al fin rompieron, deberías estar contento. ¿Por qué pones esa cara?

Recordando cómo había suplicado por una última oportunidad para él, y cómo él la había desperdiciado, sentía que la indignación le hervía en la sangre.

Alejandro, con el ceño fruncido, se sentó al borde de la cama en silencio.

Aún no