—Srta. Mendoza, ¿de verdad quiere cancelar la reserva de la boda? —preguntó la voz al otro lado de la línea.Sofía apretó el celular con fuerza, aunque su voz sonó serena y fría. —Sí, estoy segura.—De acuerdo, entiendo. Procederé con la cancelación.—Gracias.Colgó, se quitó la alianza de compromiso y la dejó sobre la mesa. Luego, tomó su maleta y se fue.***Hace quince días.Esa tarde, apenas salió del tribunal después de un caso, Sofía encendió su celular.Abrió su red social. Decenas de sus mensajes seguían sin respuesta.Desde que habían discutido por los diseños de las invitaciones de boda el mes pasado, Alejandro se había ido de viaje de negocios al extranjero al día siguiente. Durante todo un mes, por más que ella había suplicado por mensajes, él la ignoró por completo.En esta relación, Sofía se había humillado hasta lo más bajo, pero aún así no lograba que Alejandro volviera a ella.Su amiga Valentina, harta de la situación, no dejaba de reprocharle, —Ganas tantos casos de
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