บททั้งหมดของ Siempre Estado Tú : บทที่ 11 - บทที่ 20

~Lola~Las cortinas permitían que la luz del sol brillara. Era obvio que el clima nublado de octubre aún no se había levantado del paisaje. Luché para mantener mis ojos abiertos mientras la luz del sol golpeaba mi cara, ya que realmente necesitaba más descanso. El fuerte sonido de la alarma, por otro lado, me impidió dormir más. Lentamente me senté en la cama y miré alrededor del entorno desconocido mientras estaba en una neblina. ¿Dónde estoy exactamente? Me rasqué la parte posterior de la cabeza y eché otro vistazo al medio ambiente. Me tomó algún tiempo hasta que finalmente me registré que estaba en mi nueva residencia en Ozark. Es extraño lo difícil que puede ser readaptarse a un nuevo entorno de inmediato. No pude evitar sonreír ante la perspectiva de un nuevo día. Me dirigí a la cocina y abrí el refrigerador para ver si necesitaba salir a comprar comida. Por supuesto, necesitaba salir a comprar comida, pero antes de poder hacerlo, quería comer algo primero. Me puse un delantal y

~Lola~La mansión fue iluminada por luces deslumbrantes, que se complementaron bien con la vista de la montaña y el océano. Aproveché el aire fresco del otoño al pararme en el balcón y apreciar el cambio de estación. Estaba mirando a la distancia mientras sostenía una taza de café en mi mano, y todo lo que podía distinguir era el reflejo de la luz de mi casa en el agua. Sonreí y olí la sudadera de Dante. Todavía huele a él aquí. Mientras les leía un libro a los niños, preparé una silla y me senté. El viento frío tocó mi cara solo ligeramente, pero fue suficiente para bajar la temperatura de mi cuerpo sobrecalentado. Miré la hora en mi reloj de pulsera antes de volver a entrar para continuar mi sueño.A la mañana siguiente, cuando había terminado de hacer el desayuno, tomé la decisión de buscar el hospital más cercano para comenzar mi atención prenatal. Mientras hacía mi brindis, estaba ocupado buscando en línea el hospital más cercano, y encontré uno que no estaba tan lejos de mí. Mie

~Lola~Giré la cabeza para mirar por la ventana. Además de la fuerte lluvia que caía, el viento aullaba, y luego un violento rayo estalló repentinamente en el cielo. El clima se estaba volviendo cada vez más peligroso. Me senté y me puse la manta sobre la cabeza. Tuve la impresión de que no era el único en la sala. Di vueltas para ver a dos de mis nuevos amigos. Giré la cabeza en todas direcciones. Estaba en la cama, pero no en la mía. Miré a las dos personas que estaban ocupadas examinándome como si todos fueran médicos. Aunque mi boca estaba seca, todavía podía hablar.—¿Dónde estoy y cómo llegué aquí? ¿Qué hora es? —¿Por qué está June aquí? ¿Dónde estoy realmente?Mientras continuaba examinando mi entorno, me di cuenta de que no estaba en un hospital sino en una casa que no era mía.—Mi casa, — anunció Mason por fin.¿Por qué estoy vestida así y cómo entró en mi casa? ¿Quién me quitó la ropa? Eché un vistazo a la ropa que llevaba mientras le daba a Mason una mirada dudosa. Por otr

LalaCuando abrí la entrada al porche y salí, pude escuchar el sonido de las gotas de lluvia golpeando la hierba esmeralda frente a mi casa y el huerto. Me dirigí a mi florería, estacioné mi auto afuera de la tienda, y corrí adentro.—Buenos días, Lola. — Matthew, mi asistente, dice.—Buenos días, Matthew. ¿Cómo estás hoy? ——Muy bien, gracias. ——Buenos días, Sra. Monroe. ——Buenos días, Carol. ¿Alguna orden para hoy? ——Sí, Sra. Monroe, tenemos dos bodas que cubrir este fin de semana. — Hice una expresión tonta porque no tenía idea si hubiera suficientes flores para las dos bodas.—¿Tenemos suficientes flores? — Ella se encogió de hombros en respuesta. Me dirigí al jardín en la parte trasera de la floristería. Di un paso afuera y vi que las flores de la tienda y el follaje floreciente a su alrededor todavía estaban siendo rociadas por la suave lluvia que había estado cayendo. Pasé meses cuidando estas flores. Sonreí mientras las flores estaban bien arregladas, y confiaba en que tend

~Lola~Me hice un poco de té y fui a mi lugar favorito, el balcón. Miré hacia el cielo, y me decepcionó que no hubiera estrellas. Lo único que podía ver era una nube espesa y de aspecto pesado. "Va a llover esta noche", me murmuré a mí mismo, y volví a entrar. El mes pasado, comencé las clases prenatales. Fue divertido aprender a cambiar pañales y cómo sostener a un bebé correctamente. Saqué mi teléfono, revisé la hora y empecé a escuchar el sonido de la lluvia afuera. Ha sido agradable tener gente alrededor. Evelyn y Ruth son las mejores.—Señora, si no le gustaría nada esta noche, me gustaría acostarme temprano esta noche. ——Está bien, Evelyn; ve a descansar. Lo necesitas. — Miré la hora y decidí ir a dormir también, ya que mañana voy a ir a clases prenatales.El sol de la mañana entró por los huecos de las cortinas. Gemí y me desperté. Yendo directamente al baño, me duché, me vestí y bajé. El desayuno estaba listo, así que me senté y comencé a comer. Después de comer, me dirigí a