—Inés, ¿él te espera?—me dio un codazo mi colega Luciana, haciéndome un guiño.Asomé la cabeza para mirar. Era Diego, apoyado en un carro de lujo, con un ramo de flores en las manos. Miraba hacia arriba de vez en cuando con pasión, mientras preguntaba a todo lo que pasaba si conocían a Inés Otero y les pedía que me avisaran que me estaba esperando.—Oye, él te ha esperado ahí desde hace días. En todo el edificio, no hay quien no sepa tu nombre.Me volví, y no me olvidé de cerrar la cortina.¡Qué mala suerte tener que ver esto!—Inés, la llamada es para ti, del despacho del director.—otra colega me pasó el teléfono.—Sube, Inés.—ordenó Cristian.Me esperaba de pie junto a la puerta. Al entrar, me aplastó contra la pared, acercando sus labios a mi cuello.—Mi amor, ¡qué pesado ese tipo!—susurró al oído.Acaricié su cabello:—¿Celosito?—Te echo de menos, pero estos días he estado muy ocupado con el trabajo.—murmuró, luego me mordió ligeramente en el labio inferior.Jadeando, cuando el b
Read more