Sofía instintivamente retrocedió un paso. Diego se acercó agresivamente, la agarró de la muñeca y le gritó con voz feroz:—¡Sofía, soy tu jodido juguete o qué! ¡Te enamoras de mí y te tienes que casar conmigo, ya no me amas y me quieres patear! ¡Quién te dio ese poder, cómo te atreves a tratarme así!El cerebro de Sofía hizo "bzz", se asustó, no pudo procesar lo que había dicho. Diego prácticamente apretaba los dientes, y la miraba con ojos como el hielo.—¡Te estoy hablando, Sofía! ¡Con qué derecho me tratas así! ¡En qué me convertiste!Después de que se le pasó el shock, a Sofía también se le prendió una furia tremenda, pero no explotó. En cambio, miró a Diego a los ojos, buscando rastros de arrepentimiento o tristeza, pero no encontró nada. ¿Entonces qué significaba esta escena de él haciéndose la víctima? Sofía simplemente no podía entender a Diego, así que le preguntó:—Diego, ¿me amas?Diego contestó sin dudar:—¡No!Sofía se rio.—Si no me amas, ¿entonces por qué me estás hacien
Magbasa pa